Camino de la gloria

La dramaturgia gira en torno a la condición carnavalesca de los personajes y su caracterización

18 nov 2017 / 17:29 h - Actualizado: 18 nov 2017 / 17:34 h.
"Teatro"
  • Camino de la gloria

Hacer reír al espectador, hasta que le duelan los centros, es alcanzar la gloria para todo cómico que se precie. Los integrantes de esta joven compañía van camino de lograrlo con esta propuesta, una suerte de hilarante comedia histórica a caballo entre el teatro del absurdo y el carnaval.

Las protagonistas son nada más y nada menos que Santa Justa y Rufina, las Santas Patronas de Sevilla que han decidido presentarse ante la ciudadanía sevillana con una curiosa reivindicación. Pero antes de entrar en materia cuentan su historia y los martirios a los que fueron sometidas, cuya descripción hace honor a su hombre. Sin embargo el público no para de reírse. Y es que todos esos datos no son más que un mero instrumento del que se sirven las hermanas para obtener su objetivo (que no podemos ni queremos desvelar), que tampoco es lo más relevante ya que la dramaturgia gira en torno a la condición carnavalesca de los personajes y su caracterización. Así, nos encontramos con una Santa Justa pusilánime, humilde y sumisa, mientras que su hermana es todo lo contrario. Partiendo de ese contraste, el diálogo entre ellas se sumerge en un discurso que conecta con nuestra realidad cotidiana y la idiosincrasia sevillana para, al más puro estilo chirigotero, reírse de nuestras tradiciones y de paso criticar a políticos y personajes relevantes.

Se trata de una producción modesta con un revestimiento formal justito. Aun así la escenografía, conformada con unos cuantos elementos de atrezo y unas cuantas sillas, consigue evocar la época y el oficio de las santas. Por otra parte el vestuario refuerza su imagen carnavalesca, una condición que la dirección de Charo Urbano aprovecha hasta sus máximas consecuencias. De hecho, al principio los personajes resultan un tanto artificiosos y poco verosímiles. Pero antes de acabar el primer acto ya han conseguido cautivarnos. Claro que si eso es posible es por la genialidad y el derroche de maestría de Eba Rubio, cuya interpretación está a la altura de las grandes cómicas de este país, y la frescura y el desparpajo de David Sigüenza, que nos brinda una Santa Rufina de lo más trasgresora y contestataria. Por no hablar de Charo Urbano (la camarera de ‘Estrella Sublime’) que protagoniza una “sorpresita audiovisual” capaz de desbaratar cualquier mecanismo de defensa.

Obra: En Sevilla hay que morí/viví

Lugar: La Imperdible/Teatro el Duque, 17 de noviembre

Compañía: La Pava Teatro

Dirección y dramaturgia: Eba Rubio, David Sigüenza y Charo Urbano

Voz en off: Mané Solano

Guitarra: Elías Pelayo

Interpretación: Eba Rubio y David Sigüenza

Colaboración especial: Charo Urbano

Calificación: ***