Judi Dench, el resto edulcorado y sólo apto para un público aburguesado

Stephen Frears recrea con esta película la increíble amistad que la soberana estableció con uno de los jóvenes venidos del pequeño continente indostánico

26 sep 2017 / 18:54 h - Actualizado: 26 sep 2017 / 18:58 h.
"Cine"
  • Judi Dench, el resto edulcorado y sólo apto para un público aburguesado

Tras un largo periodo de años de relaciones comerciales y un complejo periodo de enfrentamientos armados en el año 1876 la Reina Victoria se proclamaba Emperatriz de la India. Finalizaba la colonización del continente indostánico que habían comenzado los ingleses a mediados del siglo XVIII. Hasta la Declaración Universal de los Derechos Humanos adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948 la sociedad occidental no cuestionaba la validez moral de la conquista y la explotación de recursos y de seres humanos. Lamentablemente el europeo, particularmente el del norte, había asumido una superioridad racial, y en consecuencia, su misión consistía en llevar a las zonas que consideraban atrasadas la civilización y el progreso.

Once años más tarde, concretamente en 1887 para la celebración de los 50 años de su reinado dos jóvenes viajan desde la India a la corte de la soberana para agasajarla con un regalo.

Stephen Frears director de Las amistades peligrosas (1988) y Philomena (2013) recrea con esta película la increíble amistad que la soberana del título estableció en los últimos años de su reinado con uno de los jóvenes venidos del pequeño continente. Lo sorprendente y curioso es que llega al punto de convertirlo en su secretario, confidente y profesor de lengua urdu. También le otorga el título de maestro o Murshi. Para contar la historia, Frears se esfuerza con un lenguaje bastante académico, en mostrar los rituales diarios de palacio y los entresijos conspiratorios de la familia de Victoria, hasta que llegado a un punto, opta por centrarla en los problemas y conflictos que ocasiona su relación en la corte. Poco más, que decir. Ella tiene necesidades afectivas y él aspiraciones de ascender socialmente. Se junta la necesidad con el deseo. Y si entre ambas se interpone el sabor amargo, mejor. Hemos conseguido embaucar y enternecer al personal además de hacerles tomar parte. A pesar de que no se explique la admiración que produce en el joven tan arisca y petulante señora. Aunque la situación mereciera y pidiera a gritos un tratamiento menos condescendiente y mucho más crítico, parece que Frears se conforma solamente con agradar a un público burgués de sobremesa. En esta relación y en su evolución nada se habla ni se dice del problema racial y étnico, y mucho menos lo que ella supuso en la visión de la monarca sobre la explotación de los recursos y seres humanos. Y como viene siendo habitual en este tipo de productos, se cuida mucho la ambientación, la fotografía y el plantel actoral, y en este último caso sobresale una vez más la interpretación de la gran Judi Dench.


La reina Victoria y Abdul *

Reino Unido 2017 112 min.

Dirección Stephen Frears Intérpretes: Judi Dench, Ali Fazal, Eddie Izzard, Adeel Akhtar, Olivia Williams, Paul Higgins.

Drama