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Draper, que hoy debuta con el Betis, en el partido del año pasado con el Madrid en San Pablo. / ACB Photo -
Llegaba el Betis de Zan Tabak con seis derrotas seguidas al duelo ante el Real Madrid en San Pablo el 27 de diciembre del año pasado. Se daba por descontado un séptimo traspiés. Los verdiblancos, sin embargo, dieron la gran sorpresa venciendo por 86-85, inaugurando la mejor fase de la temporada, ya que vencieron a continuación en Bilbao y a Unicaja en casa, hasta caer en Andorra, donde llegó con una opción virtual de clasificarse para la Copa. La de ahora es una situación mucho más difícil, porque antes de aquel duelo ante los madridistas el Betis ya había sumado tres triunfos en el primer tramo liguero. Ahora se presenta colista y sin haber ganado aún.
Son los polos opuestos de la tabla, el primero (7-1) y el último (0-8), el equipo más valorado (103) y el que menos (70,25). Un abismo entre ambos, incluso cuando el conjunto de Pablo Laso acumula varias bajas importantes: Sergio Llull, Kuzmic, Ayón y Randolph. Aún así, sigue ganando casi todos los partidos, con el refuerzo de Tavares, el pívot más alto de la Liga Endesa (2,20) y el liderazgo de Luka Doncic. Un plantel excepcional que ha recuperado una buena versión de Rudy Fernández, como se pudo comprobar en la amplia victoria ante Unicaja del jueves en Euroliga (89-57), tras recibir una paliza días antes ante Baskonia (105-75) en Vitoria. Es tercero en Euroliga (5-3) y líder en la Liga Endesa (7-1).
El Betis ha incorporado esta semana a Dontaye Draper, quien ganara una liga y dos Copas con el Madrid, del que formó parte hasta junio pasado. Hoy debutará y en el de Baltimore se confía como revulsivo de un equipo que ofreció una imagen lamentable en el último partido en Andorra (96-68). Seguramente tendrán que llegar más jugadores. Hoy es un día para que el Betis al menos dé una buena imagen y se comporte como un equipo de baloncesto. La excusa de la presión hoy no vale.
Como confirmó Antonio Alonso, director técnico del Real Betis Energía Plus, la intención del club, por el momento, es la de contar con los cuatro bases que tiene en el plantel. Así que, pese a su paupérrimo rendimiento, Donnie McGrath seguirá teniendo algunas oportunidades más. La idea es la de utilizar a alguno de los cuatro en posiciones de escolta y de hecho, en la primera ocasión en que Quintana debía dejar fuera a un jugador, ha elegido a Saúl Blanco.