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El granadinista Andrés García derriba al heliopolitano Loren, autor del 1-0, en las inmediaciones del área de Aarón. / Manuel Gómez
Nocaut por inexperto y pueril. Una fiel demostración de la realidad en una categoría, la Segunda División B, en la que los filiales deben aprender a sobrevivir para no sepultar su brillante futuro. Su porvenir en un mundo laboral de empleo precario. Con rabia, un machete en la mochila y una colección de argumentos para los momentos de sombras. El Betis Deportivo prolongó su tendencia negativa ante el Granada B después de enlazar su sexta comparecencia sin reunir el máximo botín.
De inicio, el entrenador del filial heliopolitano, José Juan Romero, optó por un versátil 1-4-2-3-1 que mutaba a un 1-4-5-1 en el repliegue. El cuadro anfitrión asumió la gestión de la posesión como única variante posible en el camino hacia el triunfo. Con David Hinojosa, Julio Gracia e Irizo en la cocina, el Betis Deportivo ingresó en el césped con superioridad numérica en la medular. Sin el protocolario intercambio de mensajes en el escenario, la formación de Los Bermejales facturó el 1-0. Julio Alonso alzó la mirada en el carril diestro y, con un zurdazo en parábola, regaló un certero servicio a Loren. El ‘9’, con un soberbio giro de cabeza, picó el cuero para batir a Aarón.
El inicio fue sólo un presagio de amago de fiesta. Rober insistió en una falta desde la frontal que fue preámbulo de la igualada en una acción que desnudó las carencias defensivas de la tropa de la Avenida de Italia. Dan Ojog, lento y confiado, fue incapaz de burlar el peligro de un balón sin destino y que rentabilizó Casi con un lanzamiento cruzado. Y fue entonces cuando alguien detectó un cortocircuito. El Betis conservó su filosofía y recurrió a la paciencia para derribar la resistencia de la retaguardia nazarí, que se encomendó a tres conceptos que son el Evangelio según Pedro Morilla: presión en zona propia, robo rápido y contra a tres toques.
El Granada B profanó la aduana en pleno ecuador. José González conectó un zurdazo envenenado que Pedro, a ras del piso, envió a la banda con los puños. Y de allí surgió Pablo González para, tras girarse y neutralizar la marca de Nacho, fusilar al arquero local con un disparo certero y cruzado. Con el marcador como enemigo, el RBB trató de mantener el tipo e intimidar a su oponente, que se refugió en el orden y la disciplina para ganar el túnel de vestuarios con una sonrisa.
El segundo capítulo nació eléctrico. Sin tregua. Adri Castellano impidió una cabalgada de Rober, que fue derribado en el interior del área. Arias Madrid, a unos metros de la acción, ignoró el percance y ordenó continuar con la carrera. Loren, sin tiempo para reordenar la pizarra, perdonó a Aarón tras un sensacional filtro del ‘7’ al hueco. Percutía con rabia y fe el B y el Granada B, un filial atípico, recurrió al ritmo pausado para secar a Rober e Iván Navarro, dos focos de luz.
Dan Ojog se sumó a la serie de conatos antes de que Víctor Morillo, el exquisito zurdo de Pedrera, malograra una contra de enciclopedia. José Juan Romero arriesgó, sacrificó a un lateral y reclutó a dos atacantes con predilección por generar superioridad numérica en el pasillo central. Redru opositó a la ‘X’, pero su remate escapó a unos centímetros de la madera. El Granada B interpretó el mensaje y fatigó mentalmente al Betis, en una fase de producción sombría.
Ficha técnica:
Betis Deportivo: Pedro, Julio Alonso (Aitor Ruibal 58’), Redru, Dan Ojog, Nacho, David Hinojosa, Rober (Nieto 74’), Julio Gracia, Iván Navarro (Tellado 77’), Irizo y Loren.
Granada CF B: Aarón, Fran Serrano, Antonio Marín, José González, Pablo Vázquez, Eliseo, Pablo González (Víctor Morillo 60’), Andrés García, Casi (David Grande 53’), Juancho (Carlos Neva 87’) y Adri Castellano.
Goles: 1-0 Loren (04’). 1-1 Casi (14’). 1-2 Pablo González (27’).
Árbitro: Arias Madrid (Ceuta). Amarilla al local Redru; y a los visitantes Fran Serrano, Antonio Marín, Andrés García, Adri Castellano, Víctor Morillo y David Grande.
Incidencias: 380 espectadores.