«Entra un aire nuevo, con mucho peso del concepto hermandad»

A sus 63 años, este cántabro nacido en San Felices de Buelna será quien empuñe la célebre vara de las capillas durante el próximo cuatrienio (2013-2017). Con más de 2.000 apoyos, suya fue la victoria en los comicios macarenos con mayor participación en la historia

14 nov 2017 / 06:23 h - Actualizado: 14 nov 2017 / 09:32 h.
"La Macarena"
  • El nuevo hermano mayor electo de la hermandad de la Macarena, José Antonio Fernández Cabrero, junto a la Virgen. / Jesús Barrera
    El nuevo hermano mayor electo de la hermandad de la Macarena, José Antonio Fernández Cabrero, junto a la Virgen. / Jesús Barrera

{La noche fue larga. Tanto que apenas pudo conciliar el sueño. Una de las primeras llamadas de felicitación que recibió la misma noche del domingo fue la del arzobispo. Le deseaba suerte y le conminaba a guiar a la hermandad por los caminos y directrices que había predicado durante la campaña.

—¿Cómo se lleva lo de ser el hermano mayor de la Macarena con mayor número de votos en la historia de la hermandad?

—No he reflexionado mucho sobre eso. Tampoco me inquietan mucho los datos ahora porque estoy totalmente metido en los muchos asuntos pendientes que tengo de asistencia social. Lo llevo con serenidad y mucha tranquilidad, y agradeciéndole mucho a los hermanos que hayan acudido masivamente a las urnas.

—326 votos de diferencia con su oponente en las urnas y superando el techo de los 2.000 apoyos. ¿Se imaginó en sus mejores sueños unos estos resultados así?

—Sí. Como buen asegurador, cuando concurro en unas urnas, conozco la probabilidad y la posibilidad. ¿Era posible que perdiera? Sí. ¿Era probable? No lo veía yo tan probable que se diera esa circunstancia. Sabía que estaba haciendo un buen trabajo, que tenía un gran equipo y que tenía un programa y un modo de concebir la hermandad que podían calar en el hermano. En cuanto a posibilidad de perder, sí lo contemplaba. La probabilidad de perder, sin embargo, no era muy alta. Eso sí, no esperaba pasar de los 2.000 votos.

—¿Qué análisis hace de los resultados electorales? ¿Los hermanos han votado cambio, renovación?

—Yo creo que lo que han visto los hermanos es que entra un aire nuevo en el que se piensa mucho en el concepto de hermandad. Ahora solamente me preocupa desarrollar el concepto que tengo de unidad de la hermandad, establecer todos los acuerdos posibles con mis compañeros de junta anterior, qué es lo bueno de su programa y cómo lo podemos llevar adelante. Hay tareas que pueden desarrollar ellos. Por ejemplo, en el programa de los veteranos macarenos puedo recibir una gran ayuda de José Luis Vega y de su hijo incluso, artífices desde su inicio de este programa del que están enamorados. Hay muchas cosas que hacer. Una junta de gobierno no se puede llevar sólo con quince personas. Hoy día en la hermandad es impensable. Luego hay que crear equipos de trabajo en el que puedan tener cabida todos. De hecho, yo ya me he dirigido a Santi nada más proclamarse los resultados de las elecciones. Le he dicho que tenemos que hablar porque no se puede vivir de espaldas a 1.732 votos. Y cuando hablé Fernando Cabezuelo, con Campbell y todos ellos, pues igual. Hablaré con ellos y veré en qué podemos coincidir entre nuestro programa y el suyo. Sería un mal ejemplo y una pésima táctica, cuando tienes a compañeros de junta que han hecho bien las cosas, prescindir de lo que yo llamo el expertise. No se debe hacer. Tanto con estos como con otros que procuraré recuperar para que trabajen en diversas áreas.

—¿Cómo vivió la noche electoral?

—De manera muy tranquila. Estuve todo el tiempo con Manolo. Ni siquiera entré en la Basílica, a la que sólo teníamos acceso los dos candidatos. Entré al principio para sentarme un poco y luego me fui con Manolo a charlar en su despacho de lo humano y de lo divino. Ciertamente, la viví con mucha serenidad y mucho sosiego. Yo sabía que había presentado un programa distinto, un modo y unas formas distintas, una idea de hermandad distinta. Si obtenía el refrendo a ese programa, es porque querían los hermanos y si no lo tenía, pues tendría que respetarlo. Sólo había dos opciones.

—¿Qué mensaje le transmitieron su oponente en las urnas y el todavía hermano mayor, una vez conocidos los resultados?

—Santi me dio la mano y me felicitó. Con Manolo estuve después bastante tiempo charlando, un par de horas. Yo me apoyaré en Manolo y en su gran experiencia. Digo con Manolo, y digo con Juan Ruiz Cárdenas, y digo con Joaquín Sainz de la Maza, y digo con Álvaro García Carranza, y digo con Santi.

—Su concepto de hermandad «fraterna, caritativa y social» ha calado mucho entre los hermanos...

—Es que no hay otra vía. Creo que nos equivocamos las hermandades si nos distraemos en otras cosas. Yo soy u amante de la cofradía, me encantan los pasos en la calle, pero creo que después, el resto del año, hay que hacer muchas más cosas pero en múltiples áreas, no sólo centrarnos en la formación, el culto y la caridad. Eso lo sabemos todo de memoria y de tanto hablar tenemos las palabras manidas. Al final ni nos centramos en el culto en espíritu y en verdad, ni nos centramos en una formación que ayude al hombre y no ejercemos la caridad generando los suficientes recursos, no solamente a través de las cuotas de los hermanos, sino yendo a la calle a buscar nuevos recursos. La hermandad es mucho más amplia. La hermandad es la convivencia de los colectivos. No concibo a mi hermandad sin la convivencia con los colectivos.

—¿El que los hermanos hayan votado mayoritariamente a un candidato que ha descartado una salida extraordinaria de la Virgen en 2020 es una muestra de una mayoría de edad?

—La salida no está en mi mente. Yo he dicho muchas veces que la Virgen puede salir y no sé qué me va a decir mañana la junta de gobierno o si me dará permiso o no el señor arzobispo, pero mi idea no es decirle a los hermanos que vamos a salir en 2020. Creo que el hermano nazareno no es tan promiscuo en el voto, o sea, voto lo que sea por lo que sea y como sea. Creo que este tema lo hemos explicado bien y lo han entendido. Eso no significa que la Virgen no tenga que salir por cualquier otra efemérides si se diera el caso, pero yo lo que no hago es prometer una salida de la Virgen por el 425 aniversario en una campaña. Y a lo mejor, hay que hacerlo, no lo sé, pero no lo prometo por votos. No, no. Por ejemplo yo había propuesto abrir el camarín todo el año a raíz de ese evento. A lo mejor hay que hacer un seminario sobre cualquier virtud teologal o cardinal o sobre cualquier problema que acucie a la sociedad y al hombre y ver cómo se puede ayudar desde el punto de vista esperancista. No lo sé.

—¿Y no cree que descartar en una campaña electoral una salida extraordinaria de la Virgen podía haberle restado votos, que podría haberse pegado un tiro en el pie con ese mensaje tan franco?

—No lo creo que me estuviera pegando un tiro en el pie. Hay una población de los hermanos que están pidiendo un poco más de rigor y de mesura en el uso de las imágenes. Un poco más de sentido trascendente de lo que éstas nos representan. Hay una parte de los hermanos que ven bien el recogimiento, la oración, el culto interno y creo que hay gusto para todos y que podemos satisfacer a todos los hermanos.

—Ha venido manteniendo durante la campaña que no tiene en mente realizar cambios en los puestos de confianza de la hermandad. capataz, vestidor, dirección de la banda...

—Y lo mantengo. No tengo ningún problema con los armaos, aunque habrá que buscar un sustituto al capitán, nuestro amigo Ignacio Guillermo, que se ha ido y al que agradecemos profundamente toda su dedicación. En el caso de los capataces yo jamás he dicho que iba a prescindir del capataz, cuando me han atacado duramente en este sentido. Nunca ha estado en mi mente. Desde luego voy a hablar con el capataz y le voy a decir cómo me gustaría a mí que se llevaran las cosas, quiénes forman los cuerpos de aspirantes y qué sitios se les está dando, con qué justicia, mesura y medida. Le expondré cómo me gustaría a mí gobernar a los costaleros y la vinculación que este colectivo debe tener con la hermandad. No puedo tener un cuerpo de costaleros al que no veo por la hermandad. Me encantaría explicarles en un cuerpo a cuerpo con este colectivo mi pensamiento sobre cómo llevar la hermandad y, por supuesto, hacerles partícipes y vincularles más.

—¿Qué hará para que la Virgen esté de regreso en la Basílica a la una del mediodía?

—Cada vez que me han preguntado eso, digo lo mismo. Por el mismo itinerario, la Virgen puede estar a la una en la Basílica andando sobre los pies, fina y elegante. ¿Por qué se tarda un tiempo en ir a la Catedral y volviendo tardo el doble? Es una cuestión de velocidad, no es una cuestión de ir por una calle u otra. Andando siempre. No entiendo por qué hay que parar tanto cuando las paradas tan largas molestan a los costaleros. Creo que utilizando el mismo recorrido se puede entrar a esa hora perfectamente y creo que se lo debemos al cuerpo de nazarenos, sin pensar ahora en otros itinerarios que a lo mejor hay que manejar cuando hablemos con las hermandades de la Madrugá.

—Como hermano mayor electo de la Macarena, ¿las inminentes negociaciones sobre la Madrugá se ven ahora de otra forma?

—No, no, no, idénticamente. No cambio ni un ápice lo que he dicho. Me sentaré con ellos en breve, una vez que jure el cargo, y les explicaré lo mismo que he dicho, que no hay problema en tirar por Puente y Pellón o la Alfalfa para arreglar la Madrugá. Mi junta de gobierno está en este discurso también.

—¿Qué será lo primero que haga una vez que jure el cargo?

—Comer con los tres hermanos mayores (Sainz de la Maza, Ruiz Cárdenas y Manolo García) y los tres tenientes de hermano mayor (Santiago Álvarez, Álvaro García Carranza y mi teniente, Miguel Ángel Vaz, que ya habrá jurado el cargo). Quietro sentarme con ellos y decirles que esto no se puede gobernar de espaldas a vosotros.

DE COSTALERO DE LA ESPERANZA A NUEVO DUEÑO DE LA VARA DE LAS CAPILLAS

{Ingresó en la hermandad en el año 1983 atraído por la fascinación que le causó ver andando en la calle a la Macarena una Madrugá . «Ahí me meteré yo», se dijo. Fue costalero hasta 1989, cuando se estrenó como oficial en la junta de gobierno de José Luis de Pablo Romero. Durante mucho tiempo trabajó por los jóvenes de la hermandad dirigiendo los planes de formación hasta que hace cuatro años Manuel García lo nombró diputado de Acción Social y descubrió que su gran pasión era la caridad, tarea en la que se ha quemado los pies por multiplicar los recursos económicos destinados a socorrer al prójimo. Nacido en San Felices de Buelna en el año 1953, el nuevo hermano mayor electo de la Macarena goza ya de su prejubilación después de haber ejercido como director territorial de Mapfre en Andalucía y Extremadura. En su biografía figuran también otras muchas facetas menos conocidas, como la de presidente de la Federación Provincial de Peñas Flamencas o la de consejero de la Bienal de Flamenco. Recientemente, ha interpretado incluso uno de los papeles de intérprete del musical Misericordia, una obra teatral impulsada por la delegación de Hermandades y Cofradías con motivo de la clausura del Año de la Misericordia y que se ha llegado a representar en el Teatro Lope de Vega. Cabrero ha ganado las elecciones macarenas con un mensaje novedoso, basado en un modelo de hermandad «fraterno, caritativo y social». La acción social seguirá siendo la joya de la corona de su programa, con la creación de una despensa macarena y de una residencia de ancianos ubicada en un convento con habitaciones para los hermanos macarenos. ~