¿Un filtro necesario?

Moeckel propone exigir tres años de antigüedad para hacer estación de penitencia

16 nov 2017 / 08:09 h - Actualizado: 16 nov 2017 / 21:18 h.
"Sevilla Al Minuto"
  • ¿Un filtro necesario?

Vuelve a la palestra el debate sobre la excesiva masificación de la Semana Santa y las posibles soluciones a los riesgos que esto conlleva en cuanto a la seguridad y al correcto discurrir de las cofradías en la calle. Sucede que Joaquín Moeckel, conocido abogado y cofrade sevillano, propone que los nuevos hermanos esperen tres años antes de realizar estación de penitencia.

La idea es que aquel que decida unirse a la nómina de una corporación, demuestre que quiere hacerlo por algo más que vestirse de nazareno un día al año. En su planteamiento, no se priva a nadie del acto de penitencia. Simplemente se atrasa, como plazo para participar de la vida de la hermandad y conocer su idiosincrasia. Una forma de reducir la masificación sin fondo y desmedida. Una idea, con argumentos. Quizás no la más correcta, pero, sin duda una forma de medir y un intento de purificar, que ya es algo.

Y es que es una realidad que el número de personas que acompañan a las cofradías aumenta sobremanera. Las calles se llenan peligrosamente y dificultan el curso del esperado acontecimiento. Es el avance natural que demuestra la grandeza de la Semana Santa y de la cultura de hermandades que enriquece la ciudad. Pero, ¿hacen falta cambios para que evolucione de manera sana? La pregunta es obligada. La respuesta, necesaria.

Se buscan soluciones. Hay varias sobre la mesa. Se trata de alternativas para disminuir el riesgo de colapso. En esta lluvia de ideas, hasta el momento, ninguna ha cuajado del todo. El colectivo es heterogéneo y entran en juego fuertes sentimientos muy arraigados. Eso sí, es importante pararse a pensar y reconocer cuáles de estas alternativas pueden suponer un avance, un punto de partida hacia una solución, aunque sólo sea parcial. Resulta vital opinar desde la seriedad y la reflexión: Qué medidas aportan, y cuáles no.

Muchos abogan por una modificación de la carrera oficial. Es algo en lo que se trabaja desde hace tiempo. Cuestión difícil porque exige cambiar radicalmente la foto, la imagen solidificada de la Semana Santa actual. Esa que no fue siempre así.

La realidad es que las corporaciones siguen poblándose –unas considerablemente más que otras– y medidas como esta apuntan a recortar en nazarenos. La que propone Moeckel es una forma de localizar y hacer pensar a quienes únicamente aparecen cuando toca ponerse el capirote. No como castigo, sino porque el hueco ha de merecerse en estos tiempos de escasez de espacio. La cuestión es que, puestos a recortar, quizás sea más justo que pase primero quien demuestra. Medir en función del cometido de las corporaciones. La asistencia a los cultos bien merece tenerse en cuenta.

La conclusión de todo esto es que hace falta dar un paso hacia alguna parte, y esta propuesta así lo ha hecho. Es un planteamiento sobre la mesa que ofrece alternativas que pueden y deben valorarse. Lo realmente importante de la aportación de Moeckel no es en sí el contenido. Es que se ha abierto la puerta a pensar en un filtro proporcionado, mínimamente correcto y justo. Hay que pensar en soluciones, en la práctica real. El romanticismo es necesario, pero, a veces, no nos deja pensar con claridad.

Abramos la puerta a nuevas aportaciones. Dejemos de lado la predisposición a ofendernos. Es sólo una idea que no niega nada a nadie, ni desconfía de los sentimientos fieles. Hagamos la prueba de valorarla positivamente. Demostremos que el crecimiento es sano y que lo importante es la intención de todo esto.