Quizás el caso más ejemplarizante es el de Nostradamus cuyas cuartetas son muy difíciles de comprender e incluso enmarcar en una determinada época histórica. Ello es debido a que Nostradamus, sabedor de las repercusiones que tenían sus visiones y hechos proféticos en la época de censura e Inquisición en la que vivía –pese a la protección de nobles y monarquía- pues podían llevarle a la hoguera, encriptó sus cuartetas, las desordenó y llenó de metáforas y juegos lingüísticos hasta casi hacerlas indescifrables... Así han llegado hasta nuestros días, y salvo expertos como Jean Charles Fontbrune y algún otro, resulta muy complejo dotar de un significado actual a las mismas. No obstante han podido ser ubicadas, y descifradas, muchas de ellas dejando su legado profético para la posteridad.
Otros autores como San Malaquías entran de lleno en la relación entre lo que dejaron profetizado como lema pontificio y su correspondencia futura. Cierto es que en el caso del obispo irlandés la tendencia es que el lema profético encaje la leyenda heráldica del escudo papal o de su referencia en vida, con lo cual facilita el trabajo del investigador de la profecía, no obstante es el futuro mismo el que determinará o no sus próximos aciertos. Otros videntes como Benjamín Solari Parravicini dejaron mucho más cerrado el significado de sus predicciones y entre otros adjuntaba a sus sueños una leyenda junto a un dibujo siendo impresionante las correspondencias con hechos ya ocurridos vaticinado por el argentino.
En líneas generales los videntes y profetas no comprendían bien lo que estaban viendo en siglos pasados porque no concebían nuestras máquinas voladoras, nuestros adelantos técnicos y nuestra evolución política, económica o social, y trataban de explicarlo lo mejor posible enmarcándolo en la época histórica en la que vivieron y que hacen que muchas de ellas nos parezcan ahora como redactadas por niños. Sin embargo, su contenidos es muy descriptivo y puro.
Tampoco sabían expresar con claridad lo que veían, lo que visualizaban, en una época en la que leer o escribir sólo estaba al alcance de ricos y nobles, quedando sus hechos proféticos casi en leyendas o cuentos.
Los profetas actuales sí han tenido una base cultural en la que apoyarse y un conocimiento; de ahí que sus profecías sean fácilmente entendibles y no usen un lenguaje críptico. Es la diferencia de aquellos profetas y profecías de hace siglos que corrían el riesgo de morir por sus visiones y predicciones es una época de miedo, intolerancia, desconocimiento y poca cultura entre el pueblo, y los profetas actuales. Por todo ello las profecías tienen dos claras vertientes dependiendo de la época histórica en la que fueron redactados.
Las profecías de sor Faustina
Nacida en 1905 en la localidad polaca de Glogowice, se educó durante toda su vida en un entorno de fervor cristiano, en ese ambiente la joven desde pronto tomó la decisión de ingresas en un convento, en la congregación de las Hermanas de la Caridad de la Madre de Dios, más conocidas como las Magdalenas, que tenían una gran dedicación hacía los más necesitados.
Sin embargo sor Faustina encontraría el camino hacia Dios pronto, muy joven, allá por 1938, con tan sólo 33 años fallece. Sin embargo años antes comenzaría a tener una serie de inquietantes revelaciones. Comenzaron el 22 de febrero de 1931 cuando se le apareció la figura de Jesús, lo narraba así: «Vi a Jesucristo vestido de blanco. Una mano estaba levantada en ademán de bendecir, y con la otra mano se tocaba el vestido en el pecho. De su manto brotaban dos rayos de luz: el uno rojo y el otro blanco. Él me dijo: estos dos rayos de luz representan la sangre y el agua que brotaron de mi corazón al ser herido por la lanza del soldado en la cruz. El rayo rojo significa la sangre y el blanco el agua. Debes mandar pintar una imagen mía así como la estás viendo ahora, y que lleve esta inscripción: «Jesús, yo confío en ti» . Deseo que esta imagen sea venerada en todas partes, y prometo que a quienes veneren mi imagen y confíen en mí, les concederé gracias y favores mucho más grandes de los que me pidan. Y los asistiré en el momento de su muerte».
A partir de entonces sor Faustina tendría inquietantes visiones en las que profetizó: la Segunda Guerra Mundial, el bombardeo a Varsovia o la fecha exacta de su muerte por tuberculosis.
La Santa Sede (la Iglesia) permitió la devoción de sor Faustina el 15 de Abril de 1978, guiado por el entonces arzobispo-cardenal de Cracovia Karol Wojtyla quién el 16 de octubre de 1978 ocuparía la silla de Pedro y en agradecimiento la beatificaría el 18 de abril de 1993.
Otras revelaciones de Sor Faustina fueron:
«Esta mirada que aparece en mi rostro es la misma que desde la cruz dirigí en favor de los pecadores. Dile a los pecadores que si acuden a mi Misericordia, entonces por más grandes que sean sus pecados, en vez de castigarles, les concederé mi perdón. Que recurran a mi Misericordia y me supliquen perdón, antes de que les llegue mi justicia».
«Antes de venir como juez, abro de par en par las puertas de mi Misericordia. Solamente quienes no quieran acudir a mi Misericordia tendrán que recibir todo el peso de mi justicia. Precediendo el día de la justicia, hará una señal en el cielo a todos los hombres. Toda luz será apagada en el firmamento y en la Tierra. Entonces aparecerá venida del Cielo la señal de la Cruz, de cada una de mis llagas de las manos y de los pies saldrán luces que iluminarán la Tierra por un momento». «Quiero a Polonia de una manera especial. Si es fiel y dócil a mi voluntad, la elevaré en poder y santidad, y de ella saltará la chispa que saltará al mundo a mi última venida». En referencia a Juan Pablo II coincidiendo con las «profecías» de la Virgen en las apariciones de Umbe y Garabandal, encarnando Juan Pablo II al último Papa antes del final de los tiempos.
Fue Lucio Anneo Séneca quién dijo: «El tiempo ha puesto muchas veces remedio a aquello que no ha podido ponérselo la razón...». Quizás debamos a esperar a vivir la certeza o falsedad de esos acontecimientos por venir.
La desconocida vidente Madre Shipton
Poco o nada se sabe de la madre Shipton antes de 1641, quedando sus profecías muy en las brumas de la leyenda y la realidad... Se cree que nació en Inglaterra hacia el año 1488, bajo el nombre de Úrsula Southill, de apariencia poco agraciada se la llegó acusar hasta de brujería junto con su madre Ágata, quién dio a luz con tan sólo 15 años en una cueva en Knaresborough, North Yorkshire. Pero obviando al resto de sus congéneres la joven niña demostró desde temprana edad sus grandes dotes psíquicas y predictivas, concediendo a las personas el beneficio de sus poderes dedicados a la ayuda de los demás.
Alrededor del año 1512, con unos 24 años, contrajo matrimonio con Tobías Shipton, un adinerado constructor que sentía devoción y admiración por ella. En la época ya tenía Úrsula gran popularidad por sus acertadísimas predicciones para los de su entorno más cercano y se la comenzó a conocer como la Profetisa Norteña, incluso se editaron sus profecías, las cuales no se conservan en la actualidad.
Se la comenzó a conocer como Madre Shipton y realizó pronósticos incomprensibles en la época que le tocó vivir como la introducción de la patata, la invención del aeroplano y el telégrafo, la derrota de la Armada española en 1588, el incendio de Londres en 1666 y por último –entre otros muchos– profetizó su propia muerte como le ocurriera a otros grandes profetas.
De sus profecías podemos destacar:
«El castigo vendrá cuando las pinturas parezcan estar vivas y movibles, cuando los carros vayan sin caballos y esto vendrá cuando los pensamientos vuelen alrededor de la tierra en un pestañeo. Cuando largos túneles sean hechos para maquinas sin caballos, Cuando el hombre pueda volar en el aire y circular bajo el mar, cuando el agua y el fuego hagan maravillas , cuando hasta los pobres puedan leer libros y cuando muchos impuestos sean aplicados por la guerra». Refiriéndose claramente a los medios de comunicación y transporte de nuestro siglo.
«El castigo será justo, y las señales estarán a la vista de todos. Cuando la humanidad cometa sus más atroces actos. Cuando el hombre piense solo en la avaricia. Y camine como sonámbulo, sin mirar». En este caso pronostica el fin de los tiempos cuando nuestra sociedad se deshumanice, cosa que estamos viviendo actualmente.
«En esos asombrosos y lejanos días, las mujeres adoptarán el deseo de vestir como hombres y usar pantalones, y cortar sus melenas y cabellos como lo hacen las brujas en nuestros tiempos. El amor cesará y ya no se casarán. Los pueblos disminuyen al disminuir los bebes». Los modismos actuales, la finalización del compromiso, la confusión de sexos...
«Entonces habrá una señal que todos verán. ¡Huyan a las montañas, escóndase en cavernas! En los pantanos, o en los bosques». Se refiere a una señal en los cielos, tal vez un cometa o asteroide que traerá un serio peligro. En la actualidad los astrónomos de la NASA han descubierto cientos de amenazas en el espacio en rumbo a la Tierra.
«¡Ay! ¡Ay! La guerra vendrá de donde mora el turco y el pagano, que en feroz riña se enfrascarán buscando como aniquilar sus vidas. Cuando el norte divida al sur y en las fauces del León el águila anide entonces el impuesto, la sangre y la guerra vendrá a cada humilde hogar». Pronostica una guerra entre pueblos, teniendo al Islam como uno de los contendientes, se cree que involucra a los EEUU, a Reino Unido y a una sociedad de países musulmanes.
«Tres veces la soleada y bella Francia jugará una sangrienta danza antes que el pueblo se libere. Tres dictadores tiranos ella verán, tres dictadores de diferentes dinastías. El hombre huye del terror pero mata, viola y en sangre miente y derrama la sangre de la humanidad». Se cree que se refiera al Anticristo, tres que se enfrentarán por Francia: Napoleón, Hitler y pero de los tres: Mendosus (El mentiroso), príncipe de nuevo cuño de la tercera dinastía, el Hijo del Este, el Asolador.
«Los hombres amarillos ganarán gran poder del oso poderoso, a quien ellos ayudarán estos tiranos no tendrán éxito en dividir el mundo en dos mas de estos actos nacerá un gran peligro». Habla de los fundamentalismos religiosos y políticos que viven nuestros tiempos actuales.
«Cuando el hombre se aproxime al último siglo tres montañas que duermen unirán su respiración. Lanzarán llamas, hielo y muerte. Los terremotos engullirán ciudades y ciudades». Con esta profecía se entra en el ciclo apocalíptico de las profecías de la Madre Shipton refiriéndose al devenir del siglo XX y XXI, en ellas manifiesta las guerras para destronar las monarquías europeas, el nacimiento del comunismo, el conflicto en Israel y el Holocausto judío, el Cambio Climático...
«Una peste dejará muchos muertos. Los médicos no encontrarán la solución pues esto es peor que la lepra. Pero habrá muchas señales para que se sepa que esta profecía es verdadera». Se puede referir al cáncer o al SIDA, incluso a las gripes de tipo aviar que nos han asolado en los últimos años.
«Por siete días y siete noches se verá esta visión terrible. Los mares subirán e inundarán regiones costeras, entonces las montañas comenzarán a rugir y los terremotos dividirán las planicies y las costas». ¿Profetiza la llegada de un gran cometa?
«Las aguas avanzarán con tan gran estruendo que los hombres se temerán y huirán despavoridos gritando hostilmente contra sus compañeros, pero se desatará la violencia, el estupro y la muerte, y la sangre derramada por manos humanas manchará y entristecerá muchas tierras». Se cree que habla de un gran maremoto o de una erupción volcánica en el mar de grandes proporciones. El vidente Alois Irlmaier vaticinó también maremotos que asolarán las costas del Mediterráneo, África y el norte de América.
«Después el agua volverá a sus cauces pero conseguirla para beber será cada vez más difícil. Las tierras se romperán y se despedazarán. Usted pensará que esto no es posible, pero pasará». El Cambio climático, las sequías, la falta de agua... Lo estamos viviendo ya y esto lo profetizó la Madre Shipton en el siglo XVI.
«No todos sobre la tierra morirán cuando el dragón pase. No todas las tierras serán inundadas, pero estas también sufrirán. Los cuerpos de animales y personas se pudrirán sobre la vegetación quebradiza de la tierra». Habla de plagas y de inundaciones cuando... ¿El gran tsunami? ¿Se refiere a los acontecimientos vividos en 2004 cuando tras el tsunami vinieron las plagas? Es muy inquietante. Ya ha ocurrido.
«Y nueva tierra surgirá desde el mar. Será limpia, pura y un nuevo camino para la humanidad que surgirá la fuente de la nueva y final dinastía humana. Aquellos que vivan la catástrofe». Tras el Apocalipsis natural llegará la esperanza, surgirán tierras sin veneno, aguas sin contaminar, fresca vegetación... Todo ello junto al horror vivido hará que el hombre cambie.
«Temerán el paso del dragón por muchos años. Luego el tiempo apagará el recuerdo. Esto ocurrirá». El fin de una humanidad y el comienzo de otra, nuestra humanidad actual será con el tiempo un recuerdo y luego, tras ello, ni siquiera eso... Seremos vestigios de un pueblo que ocupó y maltrató al planeta, luego, esos mismos vestigios serán tratados como Ooparts, posibles objetos imposibles de una civilización desterrada del recuerdo...
Parece que hay personas que sí tendrían esa capacidad, y esto han sido sólo unos ejemplos, quizás nuestro mundo del siglo XXI no está preparado aún para ello, para saber que le deparará el mañana.