Los hijos de Manzanares donan un vestido de su padre a la Macarena

La entrega de las prendas se verificó el pasado sábado en el transcurso de la boda de Yeyes Dols Samper, hija del diestro fallecido, en la basílica de la Esperanza

14 nov 2017 / 13:20 h - Actualizado: 14 nov 2017 / 13:33 h.
"La Macarena","José María Manzanares"
  • Traje de Manzanares donado por la familia. / Soledad Gómez (Hermandad de la Macarena)
    Traje de Manzanares donado por la familia. / Soledad Gómez (Hermandad de la Macarena)

El impresionante ajuar de la Esperanza de la Macarena se ha enriquecido con una nueva prenda que, previsiblemente, pasará a engrosar los fondos del museo de la cofradía de la Madrugada del Viernes Santo. Se trata de un vestido de torear azul rey y oro con el clásico bordado de flores y jarrones que, según afirma la familia, vistió el recordado diestro José María Manzanares en las tres últimas temporadas que se mantuvo en activo.

La donación se verificó el pasado día 11 de noviembre en el transcurso de la boda de Yeyes Dols Samper, hija del gran diestro alicantino, con el ex jugador de rugby francés Guillaume Cazelle en la propia basílica de la Macarena. La novia -acompañada de su hermanos Ana, el rejoneador Manuel y el diestro Josemari- rubricó el acta de donación para entregar el traje de luces que recogió Manuel García, hermano mayor de la corporación de San Gil. García estuvo acompañado, entre otros oficiales macarenos, de su teniente Santiago Álvarez, perdedor de las recentísimas elecciones que ha ganado Fernández Cabrero. García invitó a los nuevos esposos a visitar el camarín de la Virgen en un acto íntimo que renovó la devoción de la familia Dols Samper por la imagen de la Esperanza y su identificación con la ciudad de la Giralda.

La familia Dols –o Manzanares- siempre se ha sentido muy vinculada a la ciudad de Sevilla. El gran maestro alicantino –fallecido hace tres años de un ataque cardíaco- proclamó siempre su profesión de sevillano adoptivo e incluso estuvo a punto de organizar el nacimiento de su hijo José María en la mismísima enfermería de la plaza de la Maestranza. Y fue la plaza de toros de Sevilla, precisamente, la que escogió para retirarse definitiva y sorpresivamente de la profesión el primero de mayo de 2006.

Fueron los propios toreros los que lo sacaron a hombros por la Puerta del Príncipe sin haber cortado las tres orejas modernamente preceptivas; ni siquiera había logrado dar un solo muletazo a los dos mulos que completaban aquella extraña corrida mixta organizada en el epílogo de la Feria de Abril para arropar el debut novilleril de Cayetano Rivera. Después de dar muerte a su segundo toro pidió unas tijeras y se las entregó a su hijo José María que, entre lágrimas, cercenó la simbólica coleta. Quedaba muy poco para que él mismo, que perpetúa el apodo familiar, se convirtiera en uno de los toreros preferidos de Sevilla, ciudad en la que llegó a indultar el famoso toro ‘Arrojado’, marcado con el hierro de Núñez del Cuvillo, en la Feria de Abril de 2011. Lo lidió con otro vestido azul que ya figura en otro museo: el de la propia Real Maestranza de Caballería.