Los médicos andaluces se plantan contra la regulación que propone el Ministerio de Sanidad

Los médicos andaluces se plantan ante el Estatuto Marco que promueve el Ministerio de Sanidad. El Sindicato Médico de Andalucía (SMA) se manifestó este lunes en hospitales de las ocho provincias, ya que, aseguran, supone la "merma de las condiciones básicas" de los profesionales sanitarios y piden una mejora de sus condiciones laborales.

En un manifiesto compartido por el SMA, los representantes de los profesionales sanitarios exigen que se les reconozca un nivel A1 plus específico, que las horas de guardia computen para la jubilación o que se elimine la obligatoriedad de la jornada complementaria o jornada de guardia. Además, rechazan de manera tajante el sistema de incompatibilidades que se ha planteado en el borrador, tanto para Jefes de Sección y Servicio como para especialistas en los siguientes cinco años tras finalizar el MIR, esta es una de las medidas más polémicas y defiende la exclusividad de los profesionales en los servicios públicos, impidiéndoles trabajar para empresas privadas.

"Queremos manifestar nuestro enfado y nuestro desacuerdo con este borrador que consagra una serie de condiciones laborales penosas", explica el presidente del SMA, Rafael Ojeda. El que fuera representante del Sindicato Médico de Sevilla aplaude que ha sido "un éxito de convocatoria" y lamenta que el Estatuto Marco que plantea la ministra Mónica García incluso "empeora" la situación laboral de los médicos.

Semanas de más de 48 horas

Ojeda señala que "el problema más importante es la jornada laboral", que, según detalla, puede superar las 48 horas a la semana "en los servicios en los que se necesita echar horas". "En el resto de las categorías se contemplan las horas extras y a nosotros nos las cuentan como horas de guardia, que se pagan peor que las horas ordinarias", denuncia para insistir en que "más allá de la jornada todo debería ser jornada voluntaria".

Desde el SMA también ponen en la categorización de los profesionales, ya que, el nuevo Estatuto, iguala a todos los graduados en un nivel A1, algo que no ocurre en este momento, donde algunas profesiones se establecen como A2. "Nos van a meter en A1, desde el médico que un grado de seis años y un título de especialista seis, hasta el que tiene un grado de cuatro años", explica para señalar que "es una clasificación muy injusta" porque afecta "a las retribuciones y los puestos de responsabilidad". Así, asegura que "hay una diferencia de formación y se tiene que reflejar en la categoría profesional".

El caos de las incompatibilidades con la sanidad privada es uno de los más delicados para muchos profesionales. "Siempre se ha podido trabajar en la privada", indica Ojeda, de hecho, en este momento el 13% de los médicos andaluces compatibilizan sus labores en la sanidad pública y en la privada, pero esta normalidad es relativamente reciente en Andalucía. De hecho, la exclusividad "se fue eliminando y hoy prácticamente no queda en ninguna comunidad autónoma", recuerda el médico.

Salud pide consenso con las comunidades

En Andalucía, fue con la llegada del presidente Juan Manuel Moreno cuando se levantó el veto de las incompatibilidades, hasta entonces, los directivos y los cargos intermedios debían tener exclusividad con la pública y esta venía acompañada de un complemento que en el caso de los jefes de servicio, podía ascender hasta los 800 euros. "El médico que quería trabajar en la privada hacia lo mismo que sus compañeros y por irse a la privada le quitaban 800 euros de sueldo", argumenta Ojeda, que defiende que "no hay ni un dato que apoye la idea de que el médico que tiene consulta privada rinde menos en la pública" y que "se basa en una idea muy anticuada de la sanidad pública, donde habia muy pocos controles". "Es un poco ofensivo porque hay médicos maravillosos que se dedican a la pública y a la privada", apunta.

"A los responsables no se nos ha hecho llegar el borrador, por lo que tenemos poco que valorar", sostienen fuentes de la Consejería de Salud y Consumo consultadas por este periódico. Lo que sí que aclaran estas mismas voces es que, desde el departamento que dirige Rocío Hernández, consideran fundamental "contar con las comunidades autónomas por la importancia del documento" y lamentan que "no ha sido consensuado hasta ahora". "Un documento así tiene que contar con la colaboración de todos", exigen.

Frente a las manifestaciones que promueven desde el SMA, en UGT piden calma y recuerdan que "es algo que se está negociando, pero no hay absolutamente nada". "Estamos negociando cada día para conseguir mejores condiciones", sostiene Antonio Macías, secretario general de la federación de Sanidad UGT Andalucía, que insiste en que "hay negociaciones con todos los sindicatos presentes". Así, explican que "llegado el momento final" se plantearán si convocan o no movilizaciones, pero "no durante las negociaciones".