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Curso político

Montero se distancia de ERC para recuperar terreno en Andalucía a riesgo de agravar la debilidad del Gobierno

El PSOE trata de combatir la sensación de privilegios a Cataluña que da alas al PP en Andalucía pero la multiplicidad de cargos de la vicepresidenta y ministra de Hacienda es un obstáculo

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, y el presidente de Andalucía, Juanma Moreno, en una imagen de archivo.

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, y el presidente de Andalucía, Juanma Moreno, en una imagen de archivo. / María José López - Europa Press

Isabel Morillo

Isabel Morillo

Sevilla

"Les invito a leer las declaraciones que hacen otros líderes territoriales, por ejemplo en Cataluña, mire lo que dice (Oriol) Junqueras (ERC)". Son palabras de la vicepresidenta María Jesús Montero el viernes en Sevilla. Posiblemente no diría lo mismo en Madrid, mucho menos en Barcelona. En Andalucía le interesa combatir el discurso de privilegios a Cataluña que impulsa al PP de Juanma Moreno con un importante rédito electoral.

Lo cierto es que Junqueras lleva semanas cuestionando la idoneidad de Montero como interlocutora en las negociaciones con ERC. La acusa de incumplir los acuerdos en la financiación catalana, duda de que sea la interlocutora para negociar unos nuevos Presupuestos Generales del Estado y subraya que su candidatura en Andalucía condiciona el margen que tiene para hablar con el independentismo catalán.

Nada de eso llega a Andalucía. Aquí el discurso político imperante lo marca el PP y es el de "la traición" y el "castigo" a la comunidad a cambio de mantener a Pedro Sánchez en la Moncloa. Montero, que citó en San Vicente la tarde del viernes al núcleo duro del PSOE andaluz para perfilar la estrategia del nuevo curso, tiene como principal reto desmontar el relato de que ha firmado un cupo catalán que privilegia a esa comunidad y perjudica a los andaluces. Es la complicación de ser vicepresidenta, ministra y candidata andaluza. Por más que repita que ella no defiende los intereses de nadie en particular y sí los de todas las comunidades, niegue que haya cupo y desmienta que existan privilegios, su multiplicidad de cargos es su gran baza, le da mucha proyección y le permite hablar de tú a tú al presidente andaluz, y a la vez su talón de Aquiles.

Cuando Junqueras (ERC) habla en su contra le beneficia en Andalucía pero desde luego agrava la debilidad del Gobierno del que forma parte y amenaza la estabilidad de Sánchez. Ya lo dijo Felipe González, en su contra, "no puede ser candidata quien tiene la llave de la caja". En la hoja de ruta de Montero persiste la idea de mantenerse en el Consejo de Ministros hasta que se convoquen las elecciones pero hay dudas en algunos cargos socialistas sobre el momento en el que debe desembarcar al cien por cien en Andalucía. ¿Puede negociar unos Presupuestos Generales del Estado que dependen de los independentistas catalanes? Es una buena pregunta.

Dos fotos en el nuevo curso

Dos fotos en el inicio del curso electoral en Andalucía. El jueves en Santander, el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, se sentará con Alfonso Rueda (Galicia, PP) y Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha, PSOE) en un acto de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, moderados por la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga. El título de la mesa es “30 años del Comité de las Regiones” pero Moreno ya señaló ese acto como la escenificación de un frente común contra los privilegios a Cataluña y se ofreció para liderar desde Andalucía la oposición a la financiación singular catalana. Una "entente amable", una "alianza", dijo en El Mundo.

El presidente de Asturias, Adrián Barbón, a quien también mencionó en esas conversaciones, salió rápido a desmentir que vaya a formar parte de esa alianza de barones. Barbón y Page son los dos referentes socialistas críticos con las cesiones a la hacienda catalana. Desde el entorno del presidente de Castilla La Mancha aseguran que "no es una conspiración sino tres presidentes que coinciden en un acto y que comparten asuntos importantes". "Hablamos en defensa de nuestros territorios y no como portavoces de ningún partido", insisten fuentes próximas a Page, que enfatizan que si el barón socialista es "autónomo" de su partido "cuanto más del resto".

Tanto Rueda como Page presiden comunidades que firmaron la declaración conjunta del Foro de Santiago (Aragón, Galicia, Cantabria, Asturias, La Rioja, Castilla-La Mancha, Extremadura y Castilla y León) en noviembre de 2021, que resume en 35 puntos sus intereses comunes ante la reforma del modelo de financiación. Comparten problemas como la despoblación o la dispersión, diferentes a las exigencias de Andalucía, Murcia o la Comunidad Valenciana, que son las más perjudicadas en el sistema vigente y a las que interesa que se prime la población y se compense las pérdidas en el actual modelo.

Sin embargo, el eje común que une ahora a todos los presidentes es frenar la financiación singular de Cataluña y los “privilegios” que aseguran que se otorgan a esa comunidad, con la cesión de la recaudación de todos los impuestos a la hacienda catalana. Moreno ya ha dejado claro que sobre ese argumento articulará su discurso político de los próximos meses, clave pensando en las elecciones autonómicas, sabiendo que los andaluces, de derecha o izquierda, aplauden cualquier discurso en contra de maltrato, agravio o castigo a la comunidad. Es uno de los grandes motores políticos en Andalucía. La opinión de que Pedro Sánchez ha castigado a esta tierra para conseguir el voto de los independentistas catalanes está muy asentada y da mucho rédito electoral.

La contraofensiva: un cheque de 18.791 millones

La otra foto es la que se ofrecerá en Moncloa un día antes, el martes. El Gobierno aprobará el anteproyecto de ley por el que se condonará a las comunidades 83.252 millones de euros. Andalucía es la que más recibe: 18.791 millones. La vicepresidenta Montero tiene en este cheque la contraofensiva para desarticular el discurso del agravio contra Andalucía. “¿Un castigo de 18.000 millones?”, ironizan desde el PSOE. “No tiene argumentos para renunciar” y “en qué sano juicio a una familia, de forma gratuita, se le plantea que perdonen parte de su deuda y dice que no", anticipó este viernes la ministra de Hacienda en Sevilla.

Moreno insiste en que abrirá las urnas en junio pero todos los partidos desconfían y están preparados para que se pulse el botón electoral en cualquier momento. La inestabilidad política nacional genera incertidumbre. El Gobierno de Sánchez no tiene mayoría parlamentaria, se desconoce si podrá sacar los Presupuestos y está cercado por varios frentes judiciales, el más grave el caso Cerdán, que afecta al que fue núcleo duro del PSOE. Si hay elecciones generales anticipadas, se adelantarán las andaluzas, ha confirmado Moreno.

Si el presidente andaluz recalcula sus intereses y le conviene adelantar, también lo hará. Moreno no quiere coincidir con Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León, tocarían en marzo. La Audiencia Nacional ha fijado en mayo y junio de 2026 el juicio por la operación Kitchen, la trama presuntamente urdida desde el Ministerio del Interior para tapar el caso Gürtel y varios altos cargos del PP están citados, algunos imputados y otros como testigos. Acudir a las urnas con el ruido de la corrupción y el ventilador del ‘y tú más’ activado entre PSOE y PP solo beneficia a un partido: Vox.

El presidente andaluz llega en buen estado de forma política. Todas las encuestas hasta la fecha dan por descontada la victoria del PP en Andalucía y muchas incluso pronostican que podrá repetir su mayoría absoluta. Es eso lo que tiene en tensión al cuadro de mando del PP andaluz: no les preocupa ganar las elecciones, que saben que es un objetivo perfectamente alcanzable, sino ganar con mayoría absoluta, lo que siempre es difícil y reeditar dos seguidas, más. Un escenario en el que el PP de Moreno dependa de Vox sería un fracaso político para el líder que encarna el alma moderada de su partido.

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