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Crisis Salud

Sanz se pone, otra vez, el chalequillo de emergencias para apagar el fuego de la sanidad

El consejero ha sabido reconvertirse con el tiempo hasta llegar a ser la mano derecha del presidente de la Junta de Andalucía

El nuevo consejero de Sanidad, Presidencia y Emergencias, Antonio Sanz.

El nuevo consejero de Sanidad, Presidencia y Emergencias, Antonio Sanz. / Álex Cámara / Europa Press

Victoria Flores

Victoria Flores

Sevilla

El hasta ahora consejero de Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz (Jerez de la Frontera, 1968) tendrá que ponerse el chalequillo de Emergencias 112 Andalucía esta vez para remontar la crisis que confronta el Gobierno de la Junta de Andalucía por la crisis de los cribados. El presidente andaluz, Juanma Moreno, le ha encargado a su número 2 sacarlo de su mayor aprieto y lo ha nombrado consejero de Sanidad. Sanz intentará cumplir su objetivo con gestión y la experiencia que le da haber sido el responsable de las emergencias en la comunidad autónoma en los últimos años.

Sanz es una de las personas de mayor confianza de Moreno. De hecho, ha sido él el único consejero que ha permitido a Moreno estar en segunda fila ante una crisis. Ha ocurrido este mismo verano con los incendios que afectaron a la comunidad, mientras a otros presidentes les costó caro la gestión de los fuegos, el andaluz se pudo permitir estar fuera del foco el mes de agosto pese a las llamas y la cantidad de población afectada en Tarifa y Zahara. Solo pudo hacerlo porque el responsable era Sanz.

La crisis desatada por los retrasos y las incidencias en los cribados del cáncer de mama se han convertido en el mayor reto al que se ha enfrentado Moreno desde que llegó a la presidencia. Apenas quedan "ocho o nueve meses" para las elecciones y el presidente no puede dejar nada al azar. Con este panorama parece lógico que sea Sanz la persona en la que el dirigente popular confíe para apagar este fuego.

Su gran experiencia al frente de crisis ambientales han llevado también al hasta ahora consejero de Presidencia a Madrid. El número 2 del Gobierno autonómico es el coordinador de Interior y Emergencias en el Comité Federal de los Populares. Moreno no dudó a la hora de sentarlo al lado del secretario general del partido en Andalucía, Antonio Repullo, para que sea su voz y sus oídos ante la cúpula nacional.

Desde su juventud, Sanz siempre ha sentido predilección por las crisis. De joven entró de voluntario en la Cruz Roja, con los que sigue colaborando hoy. De hecho, no es raro verlo actuar como socorrista en las playas de Cádiz o recibiendo a migrantes. "Lo importante es que cuando estoy ahí ni soy consejero ni soy delegado del Gobierno", ha señalado en alguna ocasión el popular. De hecho, ha reconocido que es como voluntario de Cruz Roja donde ha vivido algunos de los momentos más emocionantes de su vida y donde ha podido salvar a numerosas personas.

Pese a que estudió Derecho y no tiene trayectoria en materia sanitaria, algo que ya se han encargado de denunciar desde la oposición, Moreno solo podía recurrir a él para intentar salir airoso de esta situación. Si sale bien, le deberá mucho al político jerezano al que muchos dieron por amortizado tras la llegada de Moreno y con la salida de Javier Arenas.

Sanz ha dedicado toda su vida a la política. Con solo 15 años comenzó a militar en el PP y desde entonces ha desarrollado todos los papeles que se pueden desarrollar en un partido. Desde la organización de mítines hasta ser delegado del Gobierno en la comunidad autónoma. Después de haber dedicado años a la fontanería del partido, el ahora consejero, fue capaz de cambiar su perfil para adaptarse a las necesidades que requería un cargo institucional.

Hasta entonces, Sanz era un hombre de partido, acostumbrado a la vida orgánica y sin grandes conocimientos sobre la institucional. Sin embargo, en 2015, el entonces presidente, Mariano Rajoy, lo nombró delegado del Gobierno en Andalucía. Fue entonces cuando supo dejar atrás su perfil más duro, fue él uno de los principales muñidores del caso ERE contra el Gobierno socialista, y comenzó a resolver problemas, como el incendio de Doñana, en primera línea. Sanz acalló entonces a muchos de sus adversarios al ser capaz de hacerse con el cargo y hacerlo bien.

Sin duda, la llave para convertirse en la mano derecha de Moreno se la dio el anterior consejero de Presidencia, Elías Bendodo. El político malagueño recurrió a Sanz para que fuera su viceconsejero. Pese a las diferencias entre ambos, el ahora vicesecretario General de Política Autonómica supo calibrar y se decantó por la experiencia y saber hacer en la gestión del jerezano. La marcha de Bendodo a Madrid la abrió la puerta del Consejo de Gobierno y le dio la posibilidad de ganarse la confianza de Moreno.

Sanz es laborioso y persistente. Sus años al frente de la macroconsejería de Presidencia, donde se encargaba desde los incendios forestales hasta los toros pasando por la introducción de la Inteligencia Artificial en la Junta, hizo que dejara todo de lado para centrarse en su trabajo, al que le dedica la práctica totalidad de su jornada. En un día puede amanecer en Cádiz, pasar por Córdoba y terminar en Sevilla.

Pese a todo, Sanz siempre intenta buscar algo de hueco para sus principales aficiones. Es bien conocida en el PP y en el Hospital de las Cinco Llagas su pasión por la música. El dirigente popular también es un DJ experimentado y admite que hace música "todas las noches". De hecho, alguna vez ha bromeado con que algunos "abusan" de él porque no puede cobrar y puede estar hasta las 3:00 o las 4:00 pinchando.

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