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Empresas cercanas y globales

Así es Regemat, la empresa granadina que regenera tejidos y órganos con impresoras 3D para 36 países

La empresa tecnológica granadina Regemat 3D cumple 10 años en pleno auge internacional de sus patentes y productos para regenerar tejidos y órganos como cartílagos, piel, huesos y córneas mediante la implantación personalizada de los creados con células humanas en laboratorios

Manuel Figueruela, CEO de Regemat 3D, aparece a la derecha de la imagen junto a tres personas del equipo de esta empresa granadina: Iván López, coordinador de laboratorio; Sara Mico, especialista de producto; y Shanti Sagy, desarrollo de negocios.

Manuel Figueruela, CEO de Regemat 3D, aparece a la derecha de la imagen junto a tres personas del equipo de esta empresa granadina: Iván López, coordinador de laboratorio; Sara Mico, especialista de producto; y Shanti Sagy, desarrollo de negocios. / El Correo

Juan Luis Pavón

Juan Luis Pavón

Sevilla

La impresión en tres dimensiones aplicada a avances en la salud humana está avanzando a gran velocidad. Una de las empresas pioneras a nivel internacional en idear y materializar soluciones es la granadina Regemat 3D. Pyme tecnológica que tiene relación con más de 300 centros de investigación, universidades, clínicas y empresas de 36 países: la mayoría de los europeos, más Estados Unidos, China, Australia, India, Canadá, Arabia Saudí, etc. Sus bioimpresoras usan células de los pacientes para producir de modo personalizado piel, cartílago, hueso, córnea.

Algunos ejemplos, sintetizados por su director general ejecutivo, Manuel Figueruela, granadino de 41 años de edad: “Con la Facultad de Medicina de la Universidad de Sidney (Australia) hemos conseguido regenerar tejido cardiaco necrosado, es decir, la parte del corazón que se 'muere' tras un infarto. Con la Facultad de Medicina de las Fuerzas Aéreas de China se están regenerando huesos de mandíbula. Con la King Abdullah University de Arabia Saudí tenemos un proyecto en marcha para la liberación de fármacos en la región del colon. En Colombia tenemos un proyecto de investigación con la Universidad CES, de Medellín. Es una ciudad con graves problemas de contaminación ambiental, quieren imprimir biopulmones para estudiar cómo les afecta, y en base a eso desarrollar posibles soluciones”.

Regemat 3D comienza en 2015 a partir de la empresa Breca Health Care, fundada en Granada en 2011 por José Manuel Baena para el diseño y fabricación de implantes y prótesis personalizados, con el objetivo de mejorar ostensiblemente las prestaciones de las prótesis estándar, en las que son los pacientes quienes han de adaptarse a las medidas de las prótesis fabricadas y no al revés.

Células madre para cartílagos

Esas prótesis personalizadas comenzaron elaborándose con materiales sintéticos. Y con la Universidad de Granada surgió la oportunidad de innovar aún más. Como recuerda Manuel Figueruela, “fue a partir de un proyecto para utilizar la grasa subrotuliana, la que está debajo de la rótula, aprovechar sus células madre, y convertirlas en otro tipo de células, que se llaman condrocitos, con el fin de regenerar el cartílago dañado. Tenían dificultades durante el proceso de conversión de las células y plantearon el reto de desarrollar una herramienta que permitiera trabajar con las células en tres dimensiones. Y creamos una bioimpresora 3D. Ese fue el punto de partida de Regemat”.

Con José Manuel Baena como presidente, Regemat 3D empezó a vertebrarse como una empresa de ingeniería para desarrollar una máquina, con ingenieros de software, ingenieros electrónicos, ingenieros industriales, etc. Pocos años después, ya no solo trabajaban en el diseño de las máquinas, sino que también tienen un grupo de investigación, con su propio laboratorio, en el que están desarrollando numerosos proyectos, con un equipo multidisciplinar, centrados principalmente en la regeneración de cartílagos, de piel, de nervio periférico y de médula espinal.

Izar Gorroñogoitia, de Leartiker, aparece a la derecha de la imagen junto con Lucía Marani, Sara Román e Iván López, del equipo de laboratorio de Regemat 3D. Leartiker ha colaborado en el desarrollo de un modelo in vitro de cartílago bioimpreso en tres dimensiones.

Izar Gorroñogoitia, de Leartiker, aparece a la derecha de la imagen junto con Lucía Marani, Sara Román e Iván López, del equipo de laboratorio de Regemat 3D. Leartiker ha colaborado en el desarrollo de un modelo in vitro de cartílago bioimpreso en tres dimensiones. / El Correo

Para entender cómo funciona una bioimpresora, por ejemplo para resolver una lesión de cartílago en la rodilla de una persona, el director general ejecutivo de Regemat 3D lo detalla: “Se estudia la documentación del paciente, que para lesiones de rodilla suele incorporar una resonancia, e identificamos la lesión. La bioimpresora imprime un constructo con las mismas dimensiones que tiene la zona lesionada, e incluye las células del paciente convertidas en condrocitos, y le añadimos proteínas, factores de crecimiento, etc. Se implanta en la rodilla y en menos de dos años, en función del tamaño de la lesión, conseguimos regenerar el cartílago de la rodilla. No se producen rechazos de los materiales, porque estamos utilizando células del paciente, y su cuerpo los reabsorbe. Para órganos se usan otras células. Para regenerar tejido del corazón utilizamos cardiomiocitos”.

Biorreactor para artrosis y artritis de rodilla

Para la artrosis y la artritis de rodilla, enfermedades degenerativas y dolorosas que afectan a cientos de millones de personas de la población mundial por encima de 65 años, Regemat 3D tiene patentada una alternativa que empieza a aplicarse en Core, centro de ortopedia y medicina regenerativa en la ciudad mexicana de Querétaro, con el que se han asociado, y que ya aplica a pacientes estas innovaciones. “Imprimimos en tres dimensiones un modelo idéntico de la rodilla del paciente. Implantamos dentro de esa rodilla el constructo con las células, y en el laboratorio reproducimos todas las condiciones que se dan en el funcionamiento de la rodilla del paciente: movimientos de andar, de suspensión, de rotación, carga, etc. Estamos consiguiendo que en 21 días se generen cartílagos para implantarlos en el paciente”.

Regemat 3D empezó a vertebrarse como una empresa de ingeniería para desarrollar una máquina, con ingenieros de software, ingenieros electrónicos, ingenieros industriales, etc. Pocos años después, ya no solo trabajaban en el diseño de las máquinas, sino que también tienen un grupo de investigación, con su propio laboratorio

La elección de México para dicho reto no es casual. “Es un país donde mostraron interés por nuestras investigaciones para regeneración de cartílagos, hicimos varios proyectos con su Instituto Nacional de Rehabilitación, y con el doctor José Luis Carrillo establecimos la colaboración clínica para trasladar a la atención a pacientes estos descubrimientos. Además, descubrimos que la legislación en México permite tramitar de modo más rápido la aplicación práctica de los resultados de este tipo de investigaciones, respecto a los plazos fijados en Europa y Estados Unidos”.

La biompresión también se enfoca a ayudar a mejorar la oncología. “Por ejemplo, cuando se detecta una molécula diana, que al final de un proceso de investigación y ensayos puede ser la base de un nuevo fármaco, en muchas ocasiones los resultados que se obtienen en modelos animales no se reproducen igual o similarmente en modelos humanos. Y se descarta continuar con esa posible creación de un fármaco. Gracias a la bioimpresión, el reto es imprimir un tumor humano, aplicar las moléculas diana sobre ese tumor, y que los resultados para orientar la fase de ensayos clínicos con pacientes sean más rápidos y con más garantías que mediante el tradicional uso de animales. Esto es importante, y además permitirá reducir el uso de animales en laboratorios, que estará totalmente prohibido en Europa en el año 2030”.

Regenerar lesiones medulares

Con la Universidad de Granada también están implicados en su proyecto para médula espinal. “No solo trabajamos en nuestro laboratorio para ser capaces de imprimir médula, sino para todo el proceso de regenerar lesiones medulares. Igual que ya tenemos validado un biorreactor para cartílago, estamos haciendo otro biorreactor para médula espinal. Y para eso hemos desarrollado una biotinta donde se meten las células con el fin de darles todo lo que necesitan. Hemos creado la biotinta con la empresa española Graphenano y con la belga Tessenderlo”.

La joven investigadora Sara Román, en el laboratorio de Regemat 3D preparando un hidrogel para uno de los proyectos internos de I+D en dicha empresa.

La joven investigadora Sara Román, en el laboratorio de Regemat 3D preparando un hidrogel para uno de los proyectos internos de I+D en dicha empresa. / El Correo

“Como en la regeneración de médula espinal hay que tener en cuenta los impulsos eléctricos que se producen, lo que hemos desarrollado, y tenemos la exclusiva a nivel mundial, es una biotinta a la que hemos añadido fibras de grafeno, nanomaterial que favorece la conductividad. La biotinta transmite los impulsos eléctricos para que las células que podemos utilizar como biorreactor en este proyecto, que se llaman astrocitos, permitan generar en el laboratorio esa médula espinal funcional”.

Uno de sus proyectos sobre regeneración de piel es un modelo trilaminar de piel, “en el que estamos reproduciendo las distintas láminas de la piel, el objetivo es aplicarlo a pacientes que han sufrido quemaduras, o patologías como la dermatitis bullosa, que en algunos bebés y niños causa una enfermedad rara llamada 'piel de mariposa'”. Por otro lado, en el testado de fármacos y cosméticos, también están investigando las transferencias que se producen entre las distintas capas de la piel, cuando se aplica una crema analgésica, o un cosmético.

Uno de sus proyectos sobre regeneración de piel es un modelo trilaminar de piel, “en el que estamos reproduciendo las distintas láminas de la piel, el objetivo es aplicarlo a pacientes que han sufrido quemaduras, o patologías como la dermatitis bullosa, que en algunos bebés y niños causa una enfermedad rara llamada 'piel de mariposa'”.

Regemat 3D logró dos millones de ingresos como facturación en 2024 y está aumentando la intensidad de su crecimiento. “Somos 26 personas en plantilla, se han incorporado dos al departamento de desarrollo de negocio, y dos doctorados más para el equipo de investigación en laboratorio”. Hasta la fecha, han conseguido ya millón y medio de euros de financiación pública nacional o internacional para algunos de sus proyectos de investigación, desarrollo e innovación aplicada.

El balance de cierre del ejercicio 2024 indica que el 70% de sus ingresos se generan con la comercialización de sus bioimpresoras y biorreactores. “Otras líneas de negocio van a ir teniendo más peso poco a poco. Además de los nuevos biomateriales y biotintas que hemos lanzado en 2025, pronto vamos a tener otra; una plataforma de realidad virtual, a disposición de cualquier grupo de investigación, para que aproveche nuestros conocimientos, y los protocolos de laboratorios que ya tenemos validados, y pueda realizar más rápidamente todos los pasos para imprimir tejidos humanos, con el fin de llegar antes a la fase de ensayos clínicos”.

Objetivo: 11 millones de ingresos en 2027

Para seguir avanzando, Regemat 3D logró realizar dos rondas de financiación de capital privado a campañas de micromecenazgo, el crowdfunding. Explica Manuel Figueruela que “en la primera conseguimos casi medio millón de euros y en la segunda otro medio millón, aumentando la valoración de la empresa de 15 a 18 millones. Ahora queremos articular otra ronda más grande, con el objetivo de ir preparando la posible salida de la empresa al mercado bursátil. Estamos en contacto con varios inversores que en esta tercera ronda quieren entrar en el capital de la empresa”.

Regemat 3D participa en congresos médicos y foros empresariales de alto nivel internacional. En la imagen, Manuel Figueruela hablando como ponente en la feria tecnológica MEDICA, en la ciudad alemana de Düsseldorf.

Regemat 3D participa en congresos médicos y foros empresariales de alto nivel internacional. En la imagen, Manuel Figueruela hablando como ponente en la feria tecnológica MEDICA, en la ciudad alemana de Düsseldorf. / El Correo

Manuel Figueruela precisa que “en nuestro plan estratégico, involucrando a inversores para financiar ensayos clínicos que se lleven a cabo con los protocolos de la Agencia Europea del Medicamento y de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, y con el crecimiento escalable de lo que tenemos en marcha, nos hemos marcado como objetivo conseguir en el ejercicio 2027 llegar a facturar 11 millones de euros. “Y en los años posteriores alcanzar un incremento exponencial de la generación de ingresos, para situarnos por encima de los 50 millones de euros”.

En nuestro país, la mayoría de los inversores solo siguen apostando por proyectos turísticos e inmobiliarios, les sigue dando miedo invertir en lo que hacemos empresas como nosotros. Si hubiéramos tenido más inversores, ya tendríamos materializados los resultados de proyectos que, por ir más lentos, se completarán dentro de tres años

Manuel Figueruela apela a reflexionar sobre el cambio de mentalidad que se necesita en España: “De todos los inversores que conseguimos en las dos pequeñas rondas de financiación, solo el 10% son españoles. En nuestro país, la mayoría de los inversores solo siguen apostando por proyectos turísticos e inmobiliarios, les sigue dando miedo invertir en lo que hacemos empresas como nosotros. Si hubiéramos tenido más inversores, ya tendríamos materializados los resultados de proyectos que, por ir más lentos, se completarán dentro de tres años. Tenemos muchas más peticiones desde otros países para impartir conferencias o realizar presentaciones, mientras que en España persiste el desconocimiento sobre el potencial de lo que hacemos desde Granada”.

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