Titania marca tendencia en innovación aeronáutica, en igualdad de género y en compromiso social

“Hace 20 años no hubiera podido ni imaginar lo que hemos conseguido. Estamos acreditados como laboratorio por las cuatro empresas que lideran la fabricación de aviones para vuelos comerciales: la europea Airbus, la norteamericana Boeing, la canadiense Bombardier y la brasileña Embraer. Un hito que nos facilita el acceso al mercado internacional y recibir encargos desde empresas de 30 países. Y todo ha sido paso a paso, reto a reto”. Testimonio de Miguel Angel Rodríguez Chacón, gaditano de 52 años de edad, al frente de Titania, radicada en el Parque TecnoBahía (El Puerto de Santa María). Con 100 trabajadores y 5.000 metros cuadrados de laboratorios con alta tecnología para su especialidad: el estudio de los materiales para las aeroestructuras y el control de calidad sobre sus características y su aplicación al funcionamiento de los aviones.

“Quien se sube a un avión comercial y, cuando siente el movimiento del despegue, piensa en cómo deben ser de especiales los materiales con los que está construido, acierta con ese razonamiento: son muy especiales. En Titania analizamos que cumplan todas las necesidades y características para las que fueron diseñados. Desde las solicitaciones mecánicas, o cómo resisten las inclemencias meteorológicas, o si un pájaro choca con el avión, o si choca con piedras, o cómo la luz ultravioleta podría degradar el material, o el efecto de la humedad, o el del ambiente salino,...”.

El primer nivel de desarrollo de Titania se ha basado en su servicio de control de calidad de los materiales, para su seguridad y su uso de larga duración. “No hay ningún material de los que se use en la aeroestructura que no se estudie en Titania para analizar cómo soporta cualquier opción de deterioro. Materiales metálicos, materiales compuestos (hoy en día el 50% de los materiales se hacen con fibra de carbono, que es una materia plástica con una resistencia similar a la del acero y ha reducido mucho el peso de los aviones), los materiales relacionados con prevenir la corrosión química (pinturas, sellantes, ), los materiales para encolar, los adhesivos de alta resistencia,...”.

En su evolución, Titania también se dedica a estudiar los nuevos materiales que necesita aplicar la industria para reemplazar a otros que son productos químicos contaminantes para el medio ambiente o tóxicos para las personas. Y además ya tiene clientes en un tercer nivel: los fabricantes de las materias primas para esos nuevos materiales. “Así trabajamos tanto para los constructores de aviones como para quienes necesitan la validación de aquéllos para ser sus proveedores”.

Muchas de las personas que lean este reportaje recordarán la película Erin Brockovich, protagonizada por Julia Roberts, cuyo argumento pivota sobre el problema para la salud de los trabajadores de una fábrica por un producto esencial para la industria pero contaminante, como el cromo-6. Rodríguez Chacón comenta que “muchos de nuestros proyectos de I+D están orientados a analizar alternativas de nuevos compuestos para reemplazar al cromo-6. Tenemos varias plantas pilotos montadas para colaborar en ese objetivo”.

Laboratorio de Corrosión y Protección

Toda la trayectoria formativa y profesional de Miguel Angel Rodríguez Chacón está vinculado a la investigación y a los laboratorios. Cursó la carrera de Química en la Universidad de Cádiz. Entró en su Laboratorio de Corrosión y Protección, compaginando su labor investigadora con algún contrato de profesor a tiempo parcial.

Fue importante para él ampliar su perspectiva trasladándose durante tres años a Asturias para trabajar en el Instituto Tecnológico de Materiales de Asturias (Fundación ITMA). Recuerda que “regresé a la Universidad de Cádiz para poner en marcha relaciones de colaboración con industrias, me inspiró para crear Titania con visión de laboratorio de investigación y desarrollo”.

Es consciente de que los discursos de autoridades políticas, académicas o patronales están repletos de alusiones a las bondades de la transferencia de conocimiento entre ámbitos universitarios y empresas, “pero se hace pocas veces. Para quienes lo intentan supone complicarse la vida, y faltan voluntarios para dar ese paso, y faltan medidas que lo favorezcan. Titania es una realidad gracias a la tenacidad y generosidad del profesor Francisco Javier Botana, de quien dependíamos como investigadores, y gracias a la visión proactiva de algunos directivos de la empresa Construcciones Aeronáuticas para externalizar los servicios de laboratorio en la Universidad de Cádiz”.

Eran tiempos en los que Construcciones Aeronáuticas, la empresa pública que después se integró en Airbus, con sus fábricas en Madrid, Sevilla y Cádiz, trasladó la que tenía en la capital gaditana en el barrio de Puntales, para ubicarla en terrenos de El Puerto de Santa María. “Nos pidieron resolver estudios y análisis sobre procesos muy concretos, como los problemas que tenían con las pinturas como sellantes. Supimos adaptar nuestra forma de trabajar en un departamento universitario a lo que necesita una industria. Fuimos en España el primer laboratorio universitario de materiales validado por la Entidad Nacional de Acreditación”.

Las trabas burocráticas

Cuando ya eran diez personas dentro de la universidad dando servicio a Airbus y a su cadena de subcontratación, el funcionamiento administrativo era un embrollo y la opción era crear una empresa- “Fue un choque para un químico como yo, que no tenía formación empresarial. Con mis dudas, me fui a la oficina de un vivero de empresas y constituí Titania. Lo tuve que hacer como único socio, porque al profesor Botana no le autorizaban por su rol de funcionario. Seis años después, en 2012, él ya consiguió la compatibilidad y los dos somos los socios y propietarios”.

Precisa Rodríguez Chacón que “para crear la empresa no tuvimos ayudas públicas ni inversores. Mi forma de proceder ha sido simple: la industria acudía a nosotros con sus demandas, y hemos reinvertido al 100% el beneficio para ser capaces poco a poco de dotarnos de medios con los que afrontar nuevas peticiones. Somos independientes, y no hemos querido ser absorbidos para formar parte de un grupo empresarial más grande”.

Otro de los criterios básicos que han mantenido es “concentrar toda nuestra actividad y nuestro crecimiento en una sola sede, y en la Bahía de Cádiz. Y no dispersarnos abriendo sedes en Sevilla o Madrid, que son polos aeronáuticos mucho más potentes. Eso nos ha permitido combinar en una sola ubicación el uso de muchas tecnologías que son complejas y diferentes. Es emocionante para nosotros que en Malasia una empresa decida que su plan de ensayos se lo hagan desde Cádiz”.

Airbus es su principal cliente, por envergadura y por proximidad. “Somos el laboratorio que tiene el mayor número de acreditaciones aprobadas por Airbus de todos los que trabajan para ellos en cualquier lugar del mundo. Cada año nos piden un nuevo reto, y ahí estamos nosotros para ponerlo en marcha. La diversificación que hemos ido consiguiendo, con clientes tan variados, nos permite ver el futuro con menos grado de incertidumbre”.

Titania logró una facturación de 5 millones de euros en 2024, el 50% de los ingresos proceden de encargos desde fuera de España, y están satisfechos por el rendimiento de su oficina comercial en el Reino Unido, la única que tienen en el exterior. “Ahora es el país en el que más exportamos, por delante de Francia y Alemania, que antes eran los dos principales. Trabajamos tanto para plantas de Airbus en Reino Unido como para muchas empresas británicas que son proveedores de materias primas, como las que se utilizan para los materiales compuestos”, señala Rodríguez Chacón.

También han desarrollado trabajos para otros sectores, como el naval, el de energías renovables o el metalúrgico, “pero en su conjunto representan un pequeño porcentaje en nuestra cifra de negocio. Para nosotros es mucho más fácil internacionalizarnos como empresa aeronáutica que entrar en otros sectores en España”, asegura Rodríguez Chacón. “Sí hemos conseguido altas tasas de éxito en formar parte de proyectos que han recibido financiación pública nacional y europea, sobre la afectación a los materiales por el uso de hidrógeno verde como fuente de combustión, en lugar de quemarse diesel o gas natural. Los gases de la combustión, y los compuestos que generan, interactúan químicamente con los materiales, y el cambio de energía obliga a plantear un posible cambio de materiales, o de sus características, para evitar igualmente los procesos de corrosión. Tiene una dimensión transversal, interesa a muchos sectores industriales”.

Cantera para una plantilla paritaria

Llevan a gala apostar por el talento de su entorno geográfico, “y nos va muy bien, porque cuando sales fuera y te relacionas, y puedes comparar, se te quitan los complejos. Para tener los profesionales que necesitamos, nuestro criterio es fomentar la cantera, en alianza con la Universidad de Cádiz y con institutos de Secundaria y de FP del entorno. Siendo conscientes de que hemos de dedicarles muchas horas de formación, porque no es realista pensar que en el mercado laboral vamos a encontrar a personas que fichar con todo sabido sobre lo que requerimos hacer”.

El director de Titania explica que “hacemos un riguroso proceso de selección para elegir a jóvenes con buenos fundamentos, cada año elegimos a 20 en régimen de prácticas, y de ahí, aprendiendo en la empresa, ha salido casi toda la plantilla, que está formada al 50% por licenciados con titulación superior (químicos, ingenieros químicos, ingenieros mecánicos, ingenieros aeronáuticos...) y el otro 50% proceden de módulos y grados tecnológicos de Formación Profesional: de laboratorios, de mecanizado, de montaje,...”.

Rodríguez Chacón también está muy satisfecho de hacer realidad que sean mujeres el 50% de la plantilla de una empresa industrial y tecnológica. “Cuando se empezó a hablar en España sobre la implantación de planes de igualdad para alcanzar esa paridad, comprobamos que de cada 10 personas que aspiraban a trabajar en Titania, 7 eran hombres y 3 mujeres. Por causas como la reticencia de muchas adolescentes a estudiar las carreras científicas y tecnológicas. Hicimos un plan específico para que el aumento de la plantilla tuviera en cuenta ese objetivo, y lo logramos. Ahora el siguiente paso es aumentar el porcentaje de mujeres en los puestos de responsabilidad”.

Apoyo económico a entidades sociales y a estudiantes

Titania también tiene prestigio por ser una empresa que colabora con entidades sociales implicadas en mejorar las condiciones de vida de personas desfavorecidas en materias como igualdad, inmigración, educación, salud y protección del medio ambiente. Ha estructurado su Programa Compromiso Social, con convocatorias anuales a las que se pueden presentar entidades y asociaciones para aspirar a sus ayudas económicas. Y la selección es realizada por la plantilla de la empresa, mediante votación interna decide quiénes son los 12 que deben ser apoyados. Pueden aspirar cada año tanto quienes ya han sido beneficiarios como quienes aún no han recibido ayudas.

Entre las entidades gaditanas respaldadas están, entre otras, Cruz Roja Cádiz, la Asociación de Esclerosis Múltiple Joaquín Argente, la Asociación Red de Mujeres con Discapacidad en la Provincia de Cádiz, Fundación Centro Tierra de Todos, Asociación Museke, Fundación Entreculturas, Asociación Gaditana de Espina Bífida e Hidrocefalia y Discapacidades Afines. Además, en noviembre del pasado año, decidieron ayudar económicamente a Xipixop y El Samaruc, dos escuelas infantiles de municipios valencianos que quedaron destrozadas por la dana.

Otro programa de compromiso social que han puesto en marcha es Talento Joven, con ayudas a proyectos de emprendimiento científico-tecnológico promovidos por grupos de estudiantes. Ya han apoyado a Fórmula Gades, el equipo que diseña un monoplaza; el equipo UCA & Air de aeromodelismo; y el proyecto Sevilla Ciudad del Diseño que lleva a cabo la Asociación de Estudiantes de Diseño Industrial de Sevilla (AEDI).