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VUELTA A LA RUTINA

Vacaciones: un oasis de desconexión que tan solo dura unas pocas semanas

Los expertos afirman que este descanso se prolonga, como mucho, 21 días tras la vuelta a la rutina, aunque la adaptación o saber ordenar las tareas ayuda a sacarle un mayor provecho

Vacaciones: Un oasis de desconexión  que tan solo dura unas pocas semanas

Vacaciones: Un oasis de desconexión que tan solo dura unas pocas semanas / Levante-EMV

Juanma Vázquez

València

El arranque de septiembre ha sido, para muchos ciudadanos, el momento de volver a la rutina tras las vacaciones de verano. Con mayor o menor intensidad, decenas de miles de empleados han regresado a su puesto de trabajo con las pilas cargadas. Sin embargo, para muchos, esa sensación de descanso se evaporará pronto azuzada por la carga de trabajo, los horarios largos o, sencillamente, por un agotamiento mental que acaba llegando inexorablemente. Pero, hasta que ese momento sucede, ¿cuánto tiempo nos suele durar este oasis de descongestión?

Aunque no es una estimación totalmente precisa, la psicóloga y directora del Instituto Valenciano de Ludopatía y Adicciones no Tóxicas, Consuelo Tomás, asegura que, "generalmente, el efecto de unas vacaciones dura entre una y tres semanas". No obstante, añade, depende "mucho de otras variables, como la personalidad". "Si una persona tiene más capacidad de adaptación o ve el retorno como una nueva etapa con proyectos que le motivan, acaba siendo más fácil", afirma la experta, que apunta también que, en esta duración de la ‘desconexión’, influye cuánto trabajo se quedó por hacer antes de irte de vacaciones. "Hay trabajadores que se dejan muchas tareas pendientes, mientras que otras se las han ordenado y saben lo que hay al volver. Eso también tiene importancia", remarca Tomás.

Otros factores

Del mismo modo, en el tiempo que durará el efecto de ese descanso hay otros elementos que beben directamente del periodo vacacional. "Hay personas que no han sabido desconectar y, cuando regresan, siguen con el mismo agotamiento mental que cuando se fueron". Entre las causas tras esta incapacidad de separarse del entorno laboral en verano, la psicóloga apunta a situaciones como "tener un exceso de responsabilidad", creer que son "trabajadores imprescindibles", haber estado "más agobiados" por la convivencia con familiares o hijos o, directamente, "tener una adicción al trabajo". Todas ellas variables que, muchas veces, pueden sacar a relucir con más facilidad un compañero poco deseable para quien ha vuelto a la rutina, el estrés. Sin ir más lejos, un informe publicado esta semana por la empresa especializada en recursos humanos Randstad señalaba que casi uno de cada cuatro trabajadores en la Comunitat Valenciana asegura sentirse estresado de manera frecuente o continúa por motivos profesionales.

Pero, ¿son la edad, el género o los ingresos otros de esos factores trascendentales a la hora de determinar cuándo nos volveremos a ‘cansar’ de nuestro empleo? Para Consuelo Tomás, estos elementos tienen menos trascendencia que la personalidad o las actitudes que tiene un trabajador, aunque sí señala que pueden tener su efecto. "La vuelta al cole y el gasto extra en vacaciones puede generar cierto agobio en la persona y eso influye también", señala la experta, que asimismo apunta al hecho de que –aunque "está cambiando" poco a poco– las mujeres "siguen asumiendo más responsabilidades domésticas y su jornada laboral no acaba cuando llegan a casa". O lo que es lo mismo, que sus momentos de desconexión son menores y sus posibilidades de cansancio, por tanto, mayores. "No es lo mismo irte de vacaciones con tus hijos a un hotel que ir a un apartamento y mantener la misma rutina allí", incide.

Volver progresivamente

No obstante, para contrarrestar al máximo todos estas consecuencias, Tomás también deja algunas claves. Si, por suerte, ese día de retorno todavía no ha llegado, la psicóloga recomienda "volver a la rutina progresivamente, dejando uno o dos días en los que poder recuperar los horarios". Si, por el contrario, el desembarco ha sido reciente, el argumento principal pasa "por mantener en la medida de lo posible los hábitos positivos que se tenían, como hacer ejercicio, estar con los amigos o leer y complementarlos con el trabajo". Del mismo modo, en ese intento de alargar el bienestar durante todo el año también incluye los beneficios de "descansar en diferentes momentos, porque eso genera más satisfacciones". Pequeños balones de oxígeno y de desconexión ante la siempre tan temida vuelta al trabajo.

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