Codorníu logra récord de ventas y beneficios a las puertas de la salida de Carlyle

En la carrera que desde hace dos o tres años está librando el mundo del vino, con los espumosos más de moda que nunca y con los vinos sin alcohol en pleno auge, Codorníu "ha encontrado el viento de cola" y ha cerrado la campaña de 2024-2025 con unos resultados de récord, ha asegurado este jueves su consejero delegado, Sergio Fuster. La compañía bodeguera ha alcanzado los 44 millones de euros de beneficios antes de impuestos (ebitda), un 13% más que el año pasado, y ha incrementado en un 3% sus ventas mundiales, hasta los 238 millones de euros. Todo ello, en un momento, en el que se ponen en marcha las conversaciones para que el fondo Carlyle, propietario del 68% de la compañía, ponga a la venta su parte del negocio.

La operación, ha señalado Fuster, "podría acabar de cerrarse en cuestión de meses, más que de años". De momento, la firma norteamericana ha contratado los servicios de Morgan Stanley y de Santander para iniciar los contactos con posibles interesados para hacerse con esa parte de Codorníu. "El proceso arranca ahora y solo cabe decir que estos años con Carlyle como capitalista han sido buenos años, años de grandeza para la empresa", ha subrayado el consejero delegado, que ha indicado que, en principio, el cambio en el accionariado, "no debería afectar al modo de funcionar y al proceso de elaboración de la compañía".

Los 44 millones de ebitda suponen el mejor dato de la historia del grupo vitivinícola, que crece un 120% respecto al ejercicio de 2019-2020. La cifra de ventas se cerró con 232 millones de euros de facturación bruta, y de 195 millones de facturación neta, lo que supone, a su vez, un crecimiento del 4% respecto a la campaña anterior. Esto sitúa a Codorníu Raventós con un resultado neto un 50% por encima del obtenido 12 meses antes, lo que es representa también un registro histórico. Para Fuster, estos resultados "reflejan la solidez" de la estrategia actual de la empresa.

Los aranceles de Trump

Las incertidumbres arancelarias de los últimos meses no han sido especialmente relevantes para Codorníu, ha indicado el directivo. Estados Unidos supone un 9% de las ventas del grupo catalán, "pero la mitad de ese volumen corresponde a la bodega que el grupo tiene en Napa, en California, con lo que no se ha visto afectado por las nuevas tasas". Del resto, una parte se produce en Argentina y otra en Europa, con lo que la aplicación de los gravámenes aprobados por la Administración de Donald Trump es desigual. "Lo que está claro es que durante estos meses ha habido mucha volatilidad, y que eso ha afectado posiblemente a lo que hubiéramos podido crecer", ha valorado Fuster.

Más allá de la situación en EEUU, el grupo ha registrado crecimientos a doble dígito en Reino Unido (22%), Japón (22%) y Canadá (12%), y ha incrementado su negocio en Suecia (6,5%) y China (7,7%). De hecho, el mercado internacional creció el pasado ejercicio un 6%, mientras que el español lo hizo en un 5,5% en ventas y evolucionó en positivo tanto en el canal hostelería (con un incremento del 5%) como en alimentación (6%). En cuanto al negocio digital a nivel mundial, las ventas aumentaron un 15%, mientras que el enoturismo avanzó un 5,5% y los eventos, un 11%. "El hecho de que el 75% de nuestro portafolio de productos esté integrado por espumosos o por vinos blancos y rosados ha evitado que la caída que ha habido de consumo nos afectase", ha subrayado Fuster.

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