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SEGÚN DIVERSOS ESTUDIOS

Casi 7 de cada 10 trabajadores en España se sienten mal pagados y el 80% reclama mayor transparencia salarial en sus empresas

Un doble fenómeno sacude el mercado laboral: elevada insatisfacción con la remuneración y creciente exigencia de claridad salarial, según los informes de SD Worx y PayFit

Imagen de archivo de dos trabajadores de una industria.

Imagen de archivo de dos trabajadores de una industria. / ARCHIVO - EL PERIÓDICO

Marcos Rodríguez

Marcos Rodríguez

El mercado laboral español vive un momento dual. Por un lado, la energía de la creación de empleo sigue vigente; por otro, la percepción de los trabajadores sobre su remuneración está lejos de ser positiva.

Según una encuesta de SD Worx, el 66 % de los empleados afirma que su salario no es competitivo ni está en línea con lo habitual en su sector. Complementariamente, el estudio 'Nóminas: Descifrando un misterio moderno', realizado para PayFit por Ipsos entre 650 trabajadores, revela que el 80% de los empleados españoles reclama una mayor transparencia salarial en sus empresas.

Insatisfacción salarial generalizada

El dato de SD Worx subraya un dato relevante: casi siete de cada diez trabajadores consideran que lo que perciben no responde a lo que podrían obtener en el mercado. Esta sensación no es homogénea: los colectivos más críticos son los trabajadores de entre 55 y 60 años y los de la generación X (45-54 años). En cuanto al género, el 48% de las mujeres declara sentirse mal pagada, frente al 45% de los hombres.

El descontento se concentra en sectores específicos: el 60% de los profesionales de transporte y logística, y el 55% del sector TIC sienten que su salario no está a la altura. A la vez, sólo un 34% del total de empleados considera que su salario es competitivo frente al estándar del sector, cifra que ha caído desde el 40 % del año anterior.

Transparencia, la otra cara del descontento

La cuestión salarial no es solo cuánto se cobra, sino también cómo se comunica. El estudio de PayFit pone el foco en este segundo ángulo: el 58 % de los trabajadores apuesta por una transparencia total de los sueldos, el 16% por la publicación de escalas salariales y el 7% por difusión parcial del salario individual. Según SD Worx, solo el 28% de los empleados considera que su empresa es realmente transparente en materia retributiva. Por su parte, apenas un 55% de las compañías declara invertir activamente en políticas de transparencia salarial.

Este déficit de claridad no es inocuo: cuando las empresas no explican los criterios de subida, los rangos de salario o los beneficios, se genera desconfianza y se agrava la percepción de injusticia. Como destaca SD Worx: "la mayoría de las personas cree que cobra menos de lo que debería incluso cuando su salario está por encima del promedio de mercado".

¿Por qué ocurre este desajuste?

  • Las subidas salariales moderadas frente al alza del coste de la vida no consiguen revertir la sensación de pérdida de poder adquisitivo.
  • Muchas empresas no adaptan sus políticas retributivas al nuevo entorno de competencia por talento, transformación digital y mayor exigencia de flexibilidad.
  • La brecha de expectativas entre empleados y organizaciones se agranda. Según SD Worx, el 62% de las compañías considera que retribuye de forma justa, mientras cerca del 47% de los empleados opina lo contrario.
  • La falta de transparencia contribuye a que el salario pierda parte de su efecto motivador: si no hay claridad, el número deja de ser lo más relevante para el trabajador.

Subidas al ritmo de la inflación

Los empleados exigen subidas que lleven al menos el ritmo de la inflación, mayor claridad sobre los rangos salariales y una gestión más abierta de sus políticas de compensación. El estudio de PayFit muestra cómo el 80% demanda que las empresas muestren con claridad las escalas y criterios.

Las organizaciones, por su parte, deben entender que, para muchos empleados, el salario hoy en día no es solo una cifra: es un paquete de valor. Según SD Worx, las compañías que permiten a los empleados configurar parte de su paquete retributivo (flexibilidad, beneficios, bienestar) mejoran la percepción de justicia y competitividad interna. Además, adaptar la gestión salarial al contexto -pocos aumentos, pero bien comunicados- puede marcar la diferencia.

La conclusión es clara: en España, el empleo crece, pero los trabajadores no sienten que sus nóminas lo representen. Mientras el 66% afirma que su sueldo no es competitivo y el 80% exige mayor transparencia, las empresas se enfrentan a un doble reto: mejorar la retribución y abrir el proceso retributivo hacia sus empleados. Superar solo uno de los dos ámbitos no bastará: sin claridad no hay confianza, y sin subida apenas hay percepción de mejora. El telón de fondo es la nueva directiva europea que obligará a las compañías a informar sobre diferencias salariales. Una norma que refuerza la urgencia del cambio.

Por tanto, para que el crecimiento del empleo se convierta en crecimiento de renta percibida, será clave cerrar esa brecha entre lo que se cobra, cómo se comunica y lo que se espera.

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