Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

En el Senado

El dueño de Servinabar niega haber sido adjudicatario de obra pública "sin concurso" y se acoge a su derecho a no declarar

Antxon Alonso rechaza responder a las preguntas relativas a su amistad con Santos Cerdán y su intermediación para ponerle en contacto con Arnaldo Otegi

El administrador único de Servinabar 200, Joseba Antxon Alonso Egurrola, en el Senado.

El administrador único de Servinabar 200, Joseba Antxon Alonso Egurrola, en el Senado. / Jesús Hellín / Europa Press

Ángeles Vázquez

Ángeles Vázquez

Madrid

El administrador único de Servinabar, el empresario Joseba Antxon Alonso Egurrola, amigo del ex secretario general del PSOE Santos Cerdán, llegó al Senado con la intención de no contestar a ninguna pregunta en la comisión en la que se investigan irregularidades en adjudicaciones de obras en las que habría intervenido Koldo García Izaguirre, quien fue asesor del exministro José Luis Ábalos. El compareciente se amparó para ello en su condición de imputado en el Tribunal Supremo por los mismos hechos, aunque, para cuando llegó el turno del portavoz del PP, ya no pudo aguantar más, y decidió intervenir de forma escueta: pidió respeto a los senadores y negó haber sido adjudicatario de obra alguna "sin concurso público".

Probablemente porque se conoce mejor que nadie había pedido al presidente de la comisión, el senador del PP Eloy Suárez, suspender la vista o permitirle ausentarse. Suárez le advirtió de que debía escuchar las preguntas de los senadores y argumentar por qué no contestaba cada una de ellas, a lo que Alonso respondió que "ninguna ley obliga a declarar".

Aguantó en silencio a los primeros senadores. La del Grupo Mixto María Mar Caballero se refirió a su relación con el líder de EH Bildu Arnaldo Otegi, que reconoció en rueda de prensa que sirvió de intermediario entre él y Santos Cerdán, lo que culminó en la investidura del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Pero el compareciente se mantuvo firme en su silencio.

Al principio se mantuvo firme. No quiso pronunciarse sobre el contrato privado que firmó con Cerdán en el que le vendía el 45% de las acciones de Servinabar y que, según ambos, nunca tuvo validez, porque no se consumó, aunque firmaran ambos todas sus páginas, una explicación que no convenció ni al juez del Tribunal Supremo que instruye el caso, Leopoldo Puente, ni a los senadores que siguieron formulándole las preguntas que tenían preparadas.

Eso hizo posible que el socialista Ramón Morales se remitiera al caso Montoro para calificar la comisión del caso Koldo de "paripé" y acusarla de "nacer viciada". Reprochó a los 'populares' que "no les preocupe la corrupción ni quieran solucionarla", momento en que el presidente de la comisión le reconvino a reconducir su discurso; ante la negativa del senador a dejar de referirse a la treintena de imputados que hay en la causa abierta por presuntos pagos para lograr rebajas fiscales para las empresas que contrataban el despacho que había fundado el exministro del PP, le retiró la palabra.

Tensión

Para cuando le llegó el turno del senador del PP Salvador de Foronda, se notaba que a Antxon Alonso ya no le quedaba paciencia. "Sorprendidísimo", se declaró con la primera proyección sobre la actividad empresarial de Servinabar que proyectó el portavoz del PP en la comisión y acabó pidiendo respeto por parte de los senadores hacia él, porque "no se había cachondeado de nadie".

"Sin concurso público no", intervino otra vez, sin éxito, porque el diputado del PP le respondió que entonces "habría sido a dedo", porque se sabía con antelación que sería el adjudicatario. Cuando el senador le preguntó si tenía "ganaderías", en referencia a cómo uno de los empresarios implicados en el caso llamaba a los "partidos", el compareciente señaló que si se refería a sociedades tenía dos, lo que dio pie al político a decirle que "de una cobraba el PSOE y de otra, el PNV", lo que le permitió introducir la presunta financiación ilegal del partido socialista a través del caso Koldo, argumento al que recurrió durante todo su turno.

El empresario le respondió reclamándole "rigor con los datos", y aunque se dio cuenta de que el que se estaba "equivocando al contestar" era él, no pudo dejar de seguir haciéndolo. Así corrigió un apellido y negó conocer al ingeniero Jesús Polo Soriano, que entre 2020 y 2024 presidió las mesas de contratación del Gobierno navarro, aunque el senador le dijera que cómo podía ser si se trataba de "una institución en Navarra".

Ante el silencio de Alonso, el senador del PP utilizó Servinabar y la cooperativa Noran Coop, que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil conectan con Koldo y Santos Cerdán, para asegurar que entre ambas se "registraron transferencias tras la adjudicación" del túnel de Belate, obra que de momento no está incluida entre las investigadas por el Tribunal Supremo. Entre las preguntas que dirigió a Alonso se incluía el destino del dinero: si se destinó a financiar irregularmente al PSOE, sus primarias, o sirvió para enriquecer a determinadas personas.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents