Banega celebra su gol al Granada junto a Reyes, uno de los destacados del partido. Foto: EFE. FOTOGALERÍANo está bien el Sevilla, eso es evidente. El 5-1 frente al Granada puede indicar otra cosa, pero es la realidad. El equipo de Emery anda perdido y sólo la salida de Reyes al campo, con media hora por delante, convirtió los silbidos en aplausos. Dos asistencias de gol marca de la casa del canterano y Unai que salva un encuentro que ya lo señalaba como principal culpable.Primera parte horrenda del conjunto nervionense, que se marchó a la caseta con empate a un gol y la sensación de que algo tenía que cambiar. La segunda parte fue otra cosa. Con Reyes en el campo se subieron las revoluciones y los goles llegaron en cascada hasta sumar la manita. Bacca, por partida doble, Banega, Mbia y Gameiro. Victoria importante para el Sevilla y un poco de paz ante tanto ruido. Los Biris no animaron, pero el público del Sánchez-Pizjuán demostró que sabe llevar a su equipo en volandas. Una comunión alejada de los ultras.