Las disputas internas sacuden a Reform UK, el partido del populista Nigel Farage

Las recientes disputas en el partido Reform UK, liderado por el populista Nigel Farage, han provocado un terremoto interno sin precedentes. La tensión ha ido en aumento en los últimos días tras las polémicas declaraciones de uno de los cinco diputados de la formación, Rupert Lowe, quien criticó el rumbo del partido y cargó contra Farage, a quien acusó de tener actitudes "mesiánicas". Lowe ha sido expulsado del grupo parlamentario por un presunto caso de acoso y de amenazas que ya está siendo investigado por la policía, pero el ya exdiputado niega las acusaciones y atribuye la decisión a una "caza de brujas" dentro del partido. 

En una reciente entrevista, Lowe aseguró que Farage debería aprender a delegar y calificó a Reform UK como un partido de "protesta". Algo que ahondó todavía más la brecha con el líder del partido, quien afirmó poco después que las palabras de Lowe eran "completamente equivocadas" e insinuó que su subordinado pretendía ocupar su lugar. "Quizá quiera ser primer ministro, la mitad de la Cámara de los Comunes quiere serlo" explicó en una entrevista al canal Talk TV.   

La tensión entre Farage y Lowe se inició hace unos meses, cuando el multimillonario estadounidense Elon Musk, asesor del Gobierno de Donald Trump, amagó con hacer una donación de 100 millones de libras (120 millones de euros) a Reform UK pero finalmente se echó para atrás al considerar que Farage "no tiene lo que se necesita" para liderar la formación. Musk ha expresado su simpatía por Lowe e incluso se estaría planteando apoyar económicamente a un partido alternativo, según el 'Financial Times'. Algo que supondría un importante espaldarazo para el diputado, quien ha asegurado estar estudiando la posibilidad de representar a otras formaciones de derechas en la Cámara de los Comunes tras su expulsión del grupo parlamentario de Farage.

Encuestas a favor

Las disputas internas amenazan con desestabilizar a Reform UK en su momento más dulce. El partido de Farage sigue ocupando el primer puesto en las encuestas en intención de voto, con un 26% de los apoyos, frente al 25% del Partido Laborista y al 22% del Partido Conservador. Estos datos suponen un aumento de 12 puntos desde las elecciones del pasado julio y han confirmado al partido como una seria amenaza para las dos grandes formaciones, que temen una importante subida en el número de representantes de la derecha populista en las próximas elecciones generales en el Reino Unido, previstas para 2029.

La polémica de los últimos días, sin embargo, ya ha tenido sus primeras consecuencias negativas para el partido. La formación ha registrado cerca de 2.000 solicitudes de baja desde finales de la semana pasada, según informó el 'Daily Express', y el descontento de una parte de sus bases ha ido en aumento desde entonces. El número de militantes se mantiene por encima de las 200.000 personas, según datos del propio partido, pero la voluntad de Farage de mantener un liderazgo férreo podría comprometer el apoyo de los suyos y frenar su ascenso en las encuestas en los próximos meses.