Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Opinión | El lugarico

Sevilla

El seguro médico

Urgencias de un hospital.

Urgencias de un hospital. / EFE

Recibo el siguiente wasap de mi amiga Manoli:

Hola Paco, como te interesaste por los resultados de mi revisión te digo que todo ha ido bien y que, al parecer, estoy más sana que una pera. Aunque no puedo dejar de referirte todo lo ocurrido en torno a la cita en el hospital que desde hace algún tiempo atiende a los abonados de mi seguro médico, que por cierto me han dado una subida de precio fuerte a primeros de año, según me dijeron por la edad que ya tengo.

Bueno, las pruebas que me hicieron están razonablemente bien, pero no te puedes ni imaginar cómo estaba la sala de espera atestada de enfermos para ser atendidos. Mi hija que me acompañaba me dijo con toda razón que si en su día contraté un seguro privado para huir de la masificación de la Seguridad Social, esto empezaba a ser más de lo mismo. Y es tan cierto que las pruebas me las he podido hacer a los casi dos meses de pedir cita, y ahora para que las vea mi médico tendré que esperar otro tanto. Y tampoco me consuela la ventaja de hace años de ser atendida como si estuvieras en una consulta privada, porque el doctor tiene tanta gente esperando como en el seguro de enfermedad y te despacha rápidamente para poder atender a todos los que están aguardando su turno.

Por otra parte, si tienes que hacerte alguna prueba ándate con cuidado porque también van tan ligeros que en pocos minutos terminan casi sin tiempo de que se te haya pasado el efecto de la anestesia. Y no se te ocurra decirle al doctor que te han prescrito una prueba por rutina, porque entonces con cualquier excusa te dice que mejor que vayas otro día dentro de unos meses. O sea, que ante la presión de la lista van al galope y, sin dudar como no dudo de su profesionalidad, el ritmo de trabajo les empuja a ir quitándose enfermos de encima para tener tiempo de verlos a todos.

Amigo Paco: a lo mejor te parece exagerado esto que te cuento, pero te aseguro que ese es el ambiente a revienta calderas que hay en el Hospital y, claro, hay que volver a preguntarse que qué diferencia existe ya entre el seguro médico y la SS. Porque además no puedes quejarte a nadie: por teléfono te atiende una máquina que te remite a la web del paciente con un endemoniado formulario del que desistes persuadido de que no servirá para nada. Y en el mismo hospital nadie sabe ni contesta. O te dan buenas palabras.

Estas compañías de seguros médicos se han pasado de listas. Han cogido a miles de clientes que saturan sus posibilidades de atención y los cabezas de huevo, sus directivos, tratan de solucionarlo pagándole a los médicos una miseria por consulta y dando cita a muchos enfermos para que no se les disparen más las listas de espera.

Con el pastón que me está costando a mi edad la póliza anual, me lo estoy pensando. A ver tú, amigo Paco, que me recomiendas.

Un abrazo de Manoli.

Tracking Pixel Contents