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Opinión | Tribuna - Elecciones a Rector en la Universidad de Sevilla

Sevilla - Catedrática del Departamento de Administración de Empresas y Márketing

Descentralización, transparencia y eficiencia para transformar la universidad que viene

Uno de los patios del Rectorado de la Universidad de Sevilla.

Uno de los patios del Rectorado de la Universidad de Sevilla. / Jorge Jiménez

La Universidad de Sevilla se encuentra en una encrucijada histórica. En un contexto de cambio social, científico y tecnológico, debemos repensar el modelo de gestión para responder con agilidad, equidad y visión a los desafíos del presente y del futuro. Desde el programa de gobierno que presento, propongo una transformación profunda, basada en tres pilares: la descentralización efectiva, la transparencia radical y la eficiencia en el uso de los recursos. No se trata de una reforma cosmética, sino de una nueva manera de entender la gobernanza universitaria: más democrática, cercana y responsable.

La descentralización que defiendo no es una fórmula administrativa, sino una decisión estratégica basada en la confianza, la responsabilidad y la proximidad. Estoy convencida de que los Centros, Departamentos e Institutos son los espacios donde se produce el conocimiento, donde se forma el talento y donde se construye la universidad cada día. Por eso, deben ser los espacios donde se toman las decisiones. Mi propuesta es clara: ceder a estas estructuras académicas la capacidad de decidir sobre sus infraestructuras, sus espacios y sobre los presupuestos que los sustentan. Esta cesión de competencias irá acompañada de los recursos necesarios para que puedan ejercerlas con solvencia. No delego tareas, sino que reconozco y respaldo el liderazgo de quienes hacen la universidad.

Esta descentralización exige también una revisión profunda de la estructura de gobierno. Si trasladamos el poder de decisión a los Centros, no tiene sentido mantener una jerarquía centralizada y abultada. Por ello, propongo una estructura más ágil y mejor coordinada. Apuesto por una reducción significativa del número de vicerrectorados y direcciones generales, lo que permitirá liberar recursos para las estructuras académicas y reforzar la interlocución directa entre el equipo rectoral y las Conferencias de Decano/as y Directores/as de Escuelas y Departamentos. Esta coordinación se basará en el diálogo continuo y en la construcción colectiva de soluciones.

Apuesto por una reducción significativa del número de vicerrectorados y direcciones generales, lo que permitirá liberar recursos para las estructuras académicas y reforzar la interlocución directa entre el equipo rectoral y las Conferencias de Decano/as y Directores/as de Escuelas y Departamentos

La transparencia es el segundo pilar de este programa. En una institución pública, la transparencia no es una opción: es una obligación. Sin embargo, actualmente no podemos conocer con claridad la situación financiera de la Universidad de Sevilla. La información económica, el presupuesto y las cuentas anuales no están disponibles en el portal de transparencia, lo que impide a la comunidad universitaria conocer el estado real de la institución. Esta opacidad es inaceptable. De este modo, propongo una política de transparencia radical, que incluya la publicación detallada de todos los datos económicos, la planificación de concursos de traslado y promoción, los temarios y cualquier información relevante para el personal docente, investigador y de administración y servicios. Además, como muestra de compromiso, invito a todas las candidaturas a hacer público en qué se ha gastado el dinero de esta campaña electoral. La transparencia empieza por dar ejemplo.

El tercer pilar de mi propuesta es la eficiencia en el uso de los recursos. Aunque no contamos con datos oficiales disponibles, todo apunta a que la situación financiera de la Universidad de Sevilla requiere medidas urgentes. No se trata de recortar por recortar, sino de gastar mejor. Propongo una revisión profunda de los gastos superfluos, de los acuerdos marco que generan sobrecostes y de las subcontratas que no aportan valor añadido. También defiendo una estructura de gobierno más austera, coherente con el modelo descentralizado que propongo. Esta racionalización permitirá liberar fondos para la docencia, la investigación y la vida universitaria, que son mis prioridades. También va a permitir obtener más fondos a través de proyectos, contratos y relaciones fluidas con las instituciones.

La Universidad que viene será más democrática, porque confiará en sus estructuras académicas para tomar decisiones. Será más transparente, porque pondrá toda la información al alcance de la comunidad universitaria. Y será más eficiente, porque gestionará sus recursos con responsabilidad y visión de futuro. Esta transformación no será fácil, pero es necesaria. Requiere valentía, compromiso, no tener ataduras y una voluntad firme de cambiar las cosas. Desde esta candidatura, asumo ese reto con humildad, con convicción y con la certeza de que la Universidad de Sevilla merece un nuevo modelo de gobernanza.

La Universidad de Sevilla necesita agilidad, necesita confianza en sus profesionales, necesita transparencia y necesita eficiencia

La universidad no puede seguir funcionando como una maquinaria pesada, lenta y centralizada. Necesita agilidad, necesita confianza en sus profesionales, necesita transparencia y necesita eficiencia. Necesita una rectora y un equipo que escuchen, que dialoguen y que construyan soluciones desde abajo hacia arriba. Esa es la universidad que propongo, y que podemos construir juntas y juntos con el apoyo de la comunidad universitaria.

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