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Domingo de Ramos

La Paz tiñe de blanco las calles bajo un sol abrasador: "Vamos a despertar Sevilla"

Con total normalidad, la Hermandad de la Paz ha sacado sus pasos a la calle en su estación de penitencia en una jornada de pronósticos inciertos

La Paz tiñe de blanco las calles bajo un sol abrasador

Rocío Soler Coll

Rocío Soler Coll

Rocío Soler Coll

Sevilla

A las 11 de la mañana de este Domingo de Ramos la calle San Salvador de El Porvenir se teñía de blanco.  Cientos y cientos de túnicas blancas entraban y salían de la Iglesia de San Sebastián, la agilidad de los devotos caminando por las calles hacía presentir el nerviosismo de los fieles. "Es como revivir lo del año pasado, incertidumbre hasta el último momento", lamentaba María, hermana de La Paz y madre de un nazareno de 17 años.

Pese al cielo encapotado, los vecinos de El Porvenir no han dejado de acercarse hasta la calle Río de la Plata horas antes de que el Señor de la Victoria y la Virgen de la Paz coparan de "fe e ilusión" las calles del barrio sevillano. La juventud era protagonista en la primera calle que pisaban los pasos, cientos de rostros jóvenes que, un año más acudían a su cita con la Hermandad de la Paz.

“Tengo 16 años y llevo 16 viniendo a verlos”, afirmaba Ainhoa desde la primera fila del pasillo de la calle Río de la Plata, será una de las primeras devotos en verle el rostro al Señor de El Porvenir. 

Escasos minutos antes de que marcaran las 13 del mediodía, la hora prevista de salida, la junta de Gobierno confirmó que, al igual que el año pasado, los pasos saldrían a la calle. Diez minutos más tarde de lo previsto, las puertas del templo se abrían y el barrio se fundía en aplausos celebrando que por fin las túnicas blancas iban a estar en la calle. 

"Está delante nuestro el hermano mayor, esta levantá va por él. Muy tranquilos, con mucho mimo, vamos a despertar Sevilla. ¡Todos por igual, valientes!", arengó a sus costaleros el capataz, Ernesto Sanguino, en el atrio de la iglesia. 

El silencio se hizo en la calle. Los rayos iluminaban la cara del Señor. La Banda Municipal de la Encarnación de San Benito se apoderaba del ambiente, el paso aceleraba, las lágrimas brotaban de los fieles y los móviles se alzaban para inmortalizar el momento. El Señor de la Victoria ya está en camino para encontrarse con miles de devotos que lo esperan en algún enclave de Sevilla. 

A las dos y media de la tarde la Virgen de la Paz dejaba atrás el atrio del templo de El Porvenir para descubrir su rostro ante cientos de fieles. Las nubes se asomaban pero el calor dejaba claro que esta Semana Santa no se repetiría la estampa del año pasado. 

Fue el teniente general de las Fuerzas Terrestres del Ejército el encargado de dar el tercer martillo para los costaleros en su segunda levantá en el patio de la iglesia. "¡Por España y los españoles!", animó el capataz. 

Las flores blancas del paso de la Virgen y su manto de tisú de plata liso iluminaban el camino de los más de 2.500 nazarenos que este Domingo de Ramos salían con la hermandad. 

Sin ninguna complicación y con total normalidad, el paso de palio se paseó por su barrio, que lo recibían con las calles y los balcones abarrotados de gente. 

A su paso por la calle Brasil, la Banda Municipal de la Puebla del Río sorprendió a los devotos tocando "Siempre Esperanza" y el paso de la Virgen dejó atrás su barrio para adentrarse en el Parque de María Luisa.  Altísimas palmeras, ficus, acantos y plátanos de sombra acogían a la comitiva, que andaba a buen ritmo..  Este año, los fieles borrarán el amargo recuerdo de la última semana grande de la capital andaluza. La paz se ha hecho en Sevilla.

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