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Misión Esperanza

La Esperanza que salió de los azulejos: Un reencuentro con el pasado anhelado por Triana

Han tenido que pasar 63 años para que Triana volviera a ver a la Esperanza caminar hacia Sañ Jacinto. Un templo que sirvió como refugio y hogar de la devoción a la Esperanza el pasado siglo

Vídeo | La Esperanza de Triana camina a San Jacinto bajo una lluvia de pétalos

La Esperanza de Triana camina a San Jacinto bajo una lluvia de pétalos / Pablo García Torrejón

Pablo García Torrejón

Pablo García Torrejón

Sevilla

Cuando los gitanos salieron de la cava hacia las Tres Mil Viviendas, muchos se llevaron de recuerdo estampas de la Esperanza de Triana cuando aún residía en el convento dominico de San Jacinto. Hoy la Dolorosa de la calle Pureza se ha reencontrado con la que fue su casa durante algo más de un siglo y por el que tanto trianeros pasaron para venerarla.

Se notó un descenso de público al ser un día entre semana y laborable. No obstante, las calles estaban engalanadas a más no poder con gallardetes y cadenetas de flores de papel e incluso lámparas de araña. De los balcones colgaban las mejores colchas y colgaduras de los vecinos y el ambiente era de auténtica fiesta en la calle Pureza. Cinco minutos antes de la hora establecida para la salida, comenzaba a sonar la camerata de la Banda de Música de las Cigarreras con la marcha “Triana, tu Esperanza” de José De la Vega para que la Virgen se aproximara al dintel de la Capilla de los Marineros.

Un repertorio solemne y clásico hizo acompañó a la Esperanza que avanzaba a un ritmo parsimonioso pero constante hacia el Altozano. A la altura de Casa Mora y hubo una lluvia de pétalos mientras la Virgen cruzaba el arco de flores de papel realizado por jóvenes devotos. Entre lágrimas, oraciones y ofrendas florales cruzó la Esperanza de Triana la plaza central de Triana para adentrarse en la particular Gran Vía del arrabal que es la calle San Jacinto.

La Hermandad de la Estrella abrió la puerta de su capilla para la llegada de la Esperanza. Allí esperaba en el altar mayor la imagen de San Juan Pablo II, quien otorgó el rango de pontificia a la Coronación de la Esperanza en 1982 y que casualmente, hoy era su festividad. En la pequeña sede de la corporación del Domingo de Ramos se juntaron las dos grande devociones marianas históricas de Triana y que compartieron durante años techo en San Jacinto. El coro de la Estrella brindó plegarias a la Esperanza emocionando al público allí presente.

En San Jacinto permanecerá sobre su palio hasta el próximo sábado cuando cruce de nuevo el dintel de la parroquia dominica para emprender camino a la Catedral en una mañana que a buen seguro, pasará a los anales de la historia cofrade de la ciudad.

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