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¿Qué son las Atarazanas?: Así son los astilleros medievales que mandó construir Alfonso X El Sabio

El próximo espacio cultural de Sevilla ocupará las naves mandadas a levantar en en el siglo XIII donde se construían galeras para la Corona de Castilla y que siglos más tarde tuvo un papel clave como almacén de mercancías en las ruta comercial con América

Reales Atarazanas de Sevilla

Reales Atarazanas de Sevilla / Jorge Jiménez / ECA

Patricia Godino

Patricia Godino

Sevilla

En el corazón del barrio del Arenal, junto al río Guadalquivir, las Reales Atarazanas de Sevilla se erigen como un coloso de la arquitectura industrial medieval que atesora siglos de historia, que ya ha empezado la cuenta atrás para su inauguración como uno de los grandes espacios culturales de la ciudad. Este conjunto de naves gótico-mudéjares, iniciado en 1252 por orden de Alfonso X el Sabio, nació como astillero para construir y reparar las galeras de la Corona de Castilla, esenciales para la defensa y el comercio marítimo en una época de expansión naval.

Con imponentes bóvedas de ladrillo sostenidas por arcos ojivales, este edificio es fiel reflejo de la ambición de una Sevilla que ya despuntaba como epicentro del poder marítimo. Las Atarazanas no solo fueron un astillero. Con el paso de los siglos, su función evolucionó, adaptándose a las necesidades de la ciudad. En el siglo XVI, tras el Descubrimiento de América, se convirtieron en almacén clave para la Carrera de Indias, resguardando mercancías que cruzaban el Atlántico. Más tarde, en el siglo XVIII, sirvieron como sede de la Real Maestranza de Artillería, fabricando cañones y armamento.

Esta versatilidad convirtió al edificio en un testigo privilegiado de la historia sevillana, desde la Reconquista hasta la era colonial. Sin embargo, el paso del tiempo trajo abandono y modificaciones que alteraron su estructura original. De las 17 naves iniciales, solo siete sobreviven, tras demoliciones y usos diversos, como el almacenamiento de grano o incluso un mercado.

En el siglo XX, el edificio fue declarado Bien de Interés Cultural, pero su deterioro llevó a la Junta de Andalucía a adquirirlo en 1993 al Ministerio de Defensa para su restauración. Sin embargo, ese empeño se ha demorado más de 30 años. Desde entonces, las Atarazanas han sido objeto de intensos debates sobre su conservación y reutilización. Proyectos como el CaixaForum, propuesto por la Fundación La Caixa, enfrentó a la asociación conservacionista Adepa con la Junta, iniciando una batalla judicial que ha llegado hasta fechas recientes.

Aunque el proyecto cultural que albergará este emblemático edificio está todavía por definir, la recuperación de un espacio como gran plaza pública de un centro cultural que conecte la historia marítima de Sevilla con su legado americano.

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