Confirmado por la Unión Europea: el nuevo límite para pagar en efectivo entra en vigor este día

Tras décadas de disparidad entre cada uno de sus países miembros, la Unión Europea ha decidido poner un límite máximo de 10.000 euros para los pagos en efectivo que sea común para las 27 naciones que la conforman. Una medida que nace con el fin de fomentar los métodos de pago electrónicos, considerados más seguros y transparentes, y luchar contra actividades ilegales como el blanqueo de capitales, la evasión fiscal y la financiación del terrorismo.

Hasta la fecha, cada país gestionaba de forma independiente los límites que imponía a este tipo de transacciones, lo que dejaba el panorama internacional con territorios como España o Francia, con una limitación más estricta de 1.000 euros y 500, respectivamente; y con otros como Alemania, Irlanda, Países Bajos o Austria sin ningún tipo de restricción a la hora de realizar pagos en efectivo.

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Una disparidad que la Unión Europea espera erradicar con esta nueva medida ya que, según indica, perjudica a los estados con controles más estrictos, mientras que facilita el turismo fiscal y las operaciones ilegales en los países sin límites debido a que dinero en efectivo no deja rastro digital y es difícil de rastrear.

La Unión Europea será quien imponga ese límite máximo de 10.000 euros, pero cada país podrá reducir esa cifra aún más si así lo desea para establecer un mayor control. Lo que ninguno de ellos podrá hacer es fijar un tope máximo de transacciones en efectivo superior a los 10.000 euros fijado por la UE.

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Tal y como asegura el Centro Europeo del Consumidor, esta medida no solo busca luchar contra los fraudes económicos, sino que también nace con la intención de reducir la vulnerabilidad frente a las actividades ilegales e incentivar una economía "más formalizada y trazable".

La medida de la UE busca luchar contra el blanqueo

Los países aún cuentan con tiempo para planificar este cambio, ya que no será hasta 2027 cuando se ponga en marcha este límite de 10.000 euros para los pagos en metálico. Esta novedad forma parte de un amplio paquete de medidas que se aprobó en julio de 2023 para luchar contra el blanqueo de capitales y que, además, busca equilibrar la normativa entre los países europeos.

Esta modificación ha despertado diversidad de opiniones entre los países afectados. Así, mientras que los que ya cuentan con controles en el pago en metálico ven con buenos ojos esta medida y aseguran que se trata de un paso necesario hacia la transparencia financiera; los que anteriormente no tenían techo máximo de pago en efectivo lo rechazan por considerarlo "una intromisión en las libertades individuales" y una reducción de la libertad de los ciudadanos para manejar su dinero.