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Más allá del seseo y el ceceo: un atlas pionero para describir cómo habla Andalucía

La investigación recoge 256.000 muestras de audio de 500 municipios de la comunidad, las analiza y las plasma en un minucioso mapa interactivo

El proyecto parte del primer atlas de este tipo, elaborado en los años 50 del pasado siglo y que apenas tuvo en cuenta a las mujeres

Prueba inicial del ALIAA / A. HERRERO DE HARO

Prueba inicial del ALIAA / A. HERRERO DE HARO / ECA

Ana Ordaz

Ana Ordaz

Cuando en los años 50 del pasado siglo tres lingüistas decidieron investigar las particularidades de las hablas andaluzas, lo hicieron desplazándose en burro a pueblos remotos, transcribiendo fonéticamente y a mano las conversaciones con los habitantes y sin tener en cuenta cómo hablaban las mujeres. A partir de aquel primer atlas, un investigador de la Universidad de Granada ha retomado el proyecto y trabaja para actualizarlo.

El lingüista Alfredo Herrero de Haro, natural de Almería e investigador en la Universidad de Granada, se ha propuesto dibujar el mapa de la variedad de colores de las hablas andaluzas. Un proyecto que se plasmará en el Atlas Lingüístico Interactivo de los Acentos de Andalucía (ALIAA), un titánico a la par que minucioso proyecto. A partir de 256.000 grabaciones de audio procedentes de andaluces y andaluzas de 500 municipios de toda la comunidad, un modelo computacional desarrollado por el investigador permitirá estudiar, clasificar y dibujar los distintos acentos y particularidades.

[Si eres de Andalucía, puedes contribuir en la elaboración del Atlas de los Acentos de Andalucía completando una encuesta oral de 25 minutos, a través de este enlace]

Las sociedad evoluciona, el Atlas también

El de Herrero de Haro pretende ser una actualización del primer proyecto de este tipo, publicado en 1973. En los años cincuenta del siglo pasado, tres lingüistas visitaron 230 localidades de la comunidad, entrevistaron a los vecinos y transcribieron fonéticamente sus formas de hablar. El resultado de aquel trabajo fue el Atlas Lingüístico y Etnográfico de Andalucía. Sin embargo, la elaboración de aquel atlas contó con limitaciones y sesgos que el investigador almeriense se propuso actualizar.

Uno de los mapas del Atlas lingüístico y etnográfico de Andalucía (1973)

Uno de los mapas del Atlas lingüístico y etnográfico de Andalucía (1973) / Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes

El principal cambio sustancial es la propia metodología de trabajo. Para la recogida de muestras del primer Atlas, los investigadores se desplazaban físicamente a los pueblos, "a los pueblos de la Sierra de Málaga o de la Alpujarra Granadina iban en burro", ejemplifica Herrero de Haro. En la actualidad, gracias a los avances tecnológicos, las personas participantes sólo tienen que grabarse hablando desde su teléfono móvil. Los audios se analizan por ordenador y un algoritmo estudia las frecuencias para analizar estadísticamente cada fenómeno lingüístico.

Pero las limitaciones derivadas del trabajo analógico no son las únicas que actualizará el ALIAA. El perfil mayoritario de los encuestados para el atlas de 1973, explica el lingüista almeriense, eran hombres de entre 40 y 60 años. "El perfil que se buscaba era un hombre cuya familia fuera del pueblo, que no hubiese salido del pueblo, ni siquiera para la mili, que tuviera todos los dientes (o cuantos más dientes mejor), que se dedicara a las labores locales y, al ser posible, que no supiera ni leer ni escribir. Se supone que esto último era para evitar que su pronunciación estuviese influenciada por la escritura", apunta el experto.

Así, la edad media de las personas entrevistadas es otro de los factores en los que el proyecto de Herrero del Haro se diferenciará de su predecesor. Las entrevistas de aquel Atlas se llevaron a cabo entre 1952 y 1958 y la edad media de los entrevistados era de 50 años, por lo que plasmó las formas de hablar de personas nacidas en torno al año 1900. Un mapa lingüístico que ha evolucionado desde entonces.

Además, aquel proyecto fue elaborado bajo un importante sesgo de género. Como explica el investigador de la Universidad de Granada, "los Atlas tradicionales de Europa tenían en común que el habla de las mujeres se tenía muy poco en cuenta". Y ahonda: "Algunos de los autores de atlas pasados decían cosas como que las mujeres se cansaban demasiado pronto en las entrevistas, o que los hombres contestaban con la razón, y las mujeres con el corazón. Como podemos ver, toda esta visión y planteamiento han cambiado, y el atlas que se está llevando a cabo refleja esos cambios".

Un modelo pionero

Los avances tecnológicos no sólo han permitido desarrollar una elaborada metodología de recogida y análisis de las muestras. Herrero del Haro explica a El Correo de Andalucía que los mapas definitivos mostrarán los acentos andaluces por código postal. Una presentación del proyecto única y pionera, una organización "que no se ha hecho antes" y que ya ha despertado el interés de otros investigadores internacionales para replicar el modelo en sus respectivos países. 

La representación del mapa final permitirá ver la extensión a lo largo y ancho del territorio de fenómenos concretos (como el ceceo, el seseo, el heheo o el tipo de pronunciación del sonido "ch") y también consultar las variaciones de una misma palabra en distintas zonas de Andalucía. A nivel sociolingüístico, adelanta el investigador, también se incorporarán algunos detalles de fenómenos concretos, analizados por género y edad. "Es un proyecto muy ambicioso", reconoce, ilusionado.

Prueba inicial del ALIAA

Prueba inicial del ALIAA / A. Herrero de Haro

Aunque el proyecto ha tenido una muy buena acogida y ha contado con mucha participación,  para que el Atlas sea lo más rico y completo posible es necesaria la participación de andaluces y andaluzas de todo el territorio, especialmente de zonas rurales y municipios pequeños. "Se necesitan más hablantes de pueblos. Cuanto más pequeño el pueblo, mejor", subraya el investigador.

En cuanto a la continuidad del proyecto, el investigador almeriense explica que el Atlas Lingüístico Interactivo de los Acentos de Andalucía será una publicación fluida a la que se podrán incorporar actualizaciones. Y, al igual que su proyecto ha retomado el de 1973, Herrero de Haro cuenta que espera que "alguien dentro de cincuenta o sesenta años haga otro atlas" a partir del suyo. Por ahora, todas las personas de Andalucía que quieran contribuir sólo necesitan un teléfono móvil y dedicar menos de media hora a completar el cuestionario oral.

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