Estas son las 7 zonas de Andalucía donde la contaminación por ozono es muy grave

El informe estatal sobre Ozono de Ecologistas en Acción revela que el calor estival ha disparado la contaminación por ozono que ha afectado a toda Andalucía, siendo especialmente grave en siete zonas de Andalucía donde se ha superado el límite legal. La contaminación por ozono es la causante de 2.500 muertes al año en España.

Estas son las 7 zonas de Andalucía donde la contaminación por ozono es muy grave

Estas son las 7 zonas de Andalucía donde la contaminación por ozono es muy grave / Ricardo Gamaza

Ricardo Gamaza

Toda la población andaluza ha respirado aire contaminado por ozono a causa del calor extremo de este verano, que se está prolongando más allá del período estrictamente estival. Esa es la principal conclusión del informe anual sobre la contaminación por ozono de Ecologistas en Acción.

El informe estatal sobre ozono elaborado por Ecologistas en Acción analiza los datos recogidos entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2023 en casi 500 estaciones de medición repartidas por todo el territorio español, entre ellas 59 situadas en Andalucía.

Según el informe de los ecologistas, durante 2023, los niveles de ozono han repuntado en Andalucía como consecuencia de la primavera y el tercer verano más cálidos desde 1961, con varios episodios cálidos entre abril y septiembre y cuatro intensas olas de calor en julio y agosto. El estudio ha tomado como referencia el valor diario recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), de acuerdo al cual el aire contaminado por ozono ha afectado en 2023 a la totalidad de la población y del territorio andaluces.

Las zonas donde en el trienio 2021-2023 se han registrado más contaminación por ozono llegando incluso a incumplir el objetivo legal para la protección de la salud en al menos una estación son la zona industrial de Huelva, núcleos intermedios y zonas rurales, donde viven 3,8 millones de habitantes. A estas tres áreas se suman otras cuatro zonas donde se habría superado el nuevo objetivo legal propuesto para 2030 por la Comisión Europea: Córdoba, Bahía de Cádiz, área metropolitana de Sevilla y Villanueva del Arzobispo suman 6,4 millones de habitantes. En total, siete grandes áreas donde la contaminación por ozono es especialmente grave.

La frecuencia de las superaciones de los estándares de la OMS y legal ha sido algo inferior a la de los años previos a la pandemia, con descensos de respectivamente el 7 % y el 12 % en relación al promedio de las registradas en el periodo 2012-2019, en el conjunto de Andalucía, aunque en 2023 se han producido dos superaciones del umbral de información en la ciudad de Sevilla, coincidiendo con la ola de calor del 11 de agosto, según indica el informe.

El ozono es un contaminante muy complejo, que no tiene una fuente humana directa, sino que se forma en la superficie terrestre en presencia de radiación solar por la combinación de otros contaminantes denominados precursores, emitidos por el transporte (en especial los vehículos diésel), las centrales termoeléctricas, ciertas actividades industriales o la ganadería intensiva. Se trata por tanto de un contaminante típico de primavera y verano y es el contaminante atmosférico que año tras año afecta a más población y territorio en el Estado español, estando estrechamente ligado al cambio climático, por su relación con la radiación solar.

El cambio climático se confirma como un factor determinante en el agravamiento de los episodios de mala calidad del aire por ozono, por el aumento de la radiación solar, el alargamiento progresivo de la duración del verano (estimado por la AEMET en un día al año) y la reducción de las precipitaciones, a sumar a otros “inconvenientes” ambientales entre los que en 2023 hay que destacar en España la intensa sequía primaveral, estival e incluso otoñal.

La contaminación por ozono debe abordarse como un problema sanitario de primer orden, que causa cada año en torno a 2.500 muertes en el Estado español, según la Agencia Europea de Medio Ambiente, afectando a niñas y niños, mayores, mujeres embarazadas y personas con enfermedades cardiorrespiratorias. Durante el verano de 2023, el Instituto de Salud Carlos III ha identificado en Andalucía 400 muertes por las elevadas temperaturas.

El coste sanitario y laboral de la contaminación por ozono fue de 5.000 millones de euros en 2013, un 0,33 % del PIB español, según el Banco Mundial, sin considerar los daños provocados sobre los cultivos y los ecosistemas naturales.

Las principales vías de actuación para reducir la contaminación del aire por ozono son disminuir el tráfico motorizado, Implementar las Zonas de Bajas Emisiones, sustituir los disolventes orgánicos por agua, el ahorro y la eficiencia energética, un despliegue ordenado de las energías renovables, ampliar el Área de Control de Emisiones adoptada para el Mar Mediterráneo, reducir el tráfico aéreo, penalizar fiscalmente a los vehículos diésel y una moratoria para las macrogranjas. Para lo puertos marítimos, sería necesario implantar el suministro eléctrico a los buques, para evitar la combustión de gasóleos, otra causa de generación del ozono “malo”.

Transcurridos nueve meses desde el fin del plazo para que los municipios de más de 50.000 habitantes establecieran zonas de bajas emisiones, para mejorar la calidad del aire y mitigar el cambio climático, sólo Córdoba, La Línea y Sevilla habrían cumplido formalmente esta obligación legal, pese a los fondos públicos que están recibiendo para su implantación.