Cultura

Ni feas, ni viejas: el poder desnudo de la mujer por Virginia Bersabé

La pintora expone estos días en Espacio Santa Clara de Sevilla, en el marco de las actividades por el 8-M

Las obras, con su abuela y su madre como referentes, proponen un cambio radical y comprometido de la mirada sobre el cuerpo femenino con el paso del tiempo en el arte

Un mural de Virginia Bersabé en la calle Sol de Sevilla.

Un mural de Virginia Bersabé en la calle Sol de Sevilla. / Cedida por la artista

Ana Carretero

Ana Carretero

De dónde tanta fuerza... Con ese verso suelto de la poeta argentina Alejandra Pizarnik, Virginia Bersabé (Córdoba, 1990) titula su nueva exposición en el Espacio Santa Clara de Sevilla. Una muestra programada por el Ayuntamiento en el marco de las actividades conmemorativas del 8-M, Día de la Mujer. Y su fuerza brota del legado de las de su familia, de su abuela, de su tía y de su madre. Porque, justifica la artista, esa fuerza, como la energía, "no se destruye, sino que se transforma".

Esta exhibición, que podrá visitarse hasta el próximo 31 de marzo, ocupa tres salas de Santa Clara, con una docena de pinturas, además de un tríptico con forma de biombo con otras tres obras independientes que componen una sola imagen, y su primera pieza en cerámica. Sobre ella, la historiadora del arte, Eugenia Tenenbaum, sostiene en el texto de presentación sobre cómo las mujeres mayores en el mundo del arte ha sido relegada a estereotipos vinculados con la pobreza, la fealdad, la desconfianza o el pecado, frente a la amplia representación de la masculina. "Reflexionar sobre la vejez femenina, es reflexionar también sobre la sociedad de la que formamos parte", afirma Tenenbaum.

Reflexionar sobre la vejez femenina, es reflexionar también sobre la sociedad de la que formamos parte

Eugenia Tenenbaum

Otra representación de las mujeres mayores es posible

En estos cuadros, Bersabé profundiza en la línea de trabajo sobre las mujeres mayores que ha caracterizado su obra en los últimos tiempos. Convierte en su principal sujeto artístico a uno de los grupos de población más vulnerables, como los lugares que habitan, sean lugares físicos o emocionales. Con su pintura desprejuiciada, "libre, abierta e inventando sobre la marcha", tal y como ella la ha descrito, Virginia Bersabé rompe con los tópicos asociados a la edad avanzada, y resignifica –desde la plasticidad de los cuerpos, de las arrugas y los pliegues de la piel– el rol de la vejez femenina en la pintura.

Este lienzo se pintó expresamente para el altar de la iglesia desacralizada de San Lorenzo, en Úbeda (Jaén).

Este lienzo se pintó expresamente para el altar de la iglesia desacralizada de San Lorenzo, en Úbeda (Jaén). / Virginia Besarbé

Una tendencia que cada vez tiene más arraigo en la calle, y que la autora confirma está más presente en la literatura, la poesía o el cine, de donde asegura que se nutre con frecuencia y dialoga en su propuesta. A la cabeza pueden venirse ejemplos recientes, como la película, Mamacruz, en la que una Kiti Mánver experimenta un despertar sexual a la tercera edad con la religiosidad como telón de fondo.

Las obras de De dónde tanta fuerza ponen boca abajo los cánones de la belleza más clásicos, sacudiéndolos, para dar con otra representación pictórica de las señoras mayores, que son mujeres, pero también amigas, madres y abuelas; cuidadoras, sufridoras y testigos de su tiempo.

En el plano más técnico, por otro lado, "esta exposición, que cuenta con un 80% de piezas nuevas o más recientes, trata de buscar más posibilidades. Incorporo grupos para aportar más narración y enriquezco la escena con otras técnicas, como tejidos u ocultaciones", detalla. "Al final soy pintora y, aunque explore otras fórmulas, la pintura es la materia que contiene esa emoción", reflexiona.

La muestra incluye un enorme lienzo que pintó expresamente para el altar de la iglesia desacralizada de San Lorenzo, en Úbeda (Jaén), hoy centro cultural. Su creadora tenía interés en "descontextualizarla para que genere otra narración", puntualiza.

La pintora Virginia Bersabé explica una de sus obras en el Espacio Santa Clara de Sevilla.

La pintora Virginia Bersabé explica una de sus obras en el Espacio Santa Clara de Sevilla. / Ayuntamiento de Sevilla

El paso del tiempo, el olvido y la memoria

La autora siempre vuelve a lo más cercano, a su casa, a las manos de su abuela, para relatar cuál es el germen de su obra: "pasé mucho tiempo con mi abuela en la niñez y la adolescencia. Cuando empecé a estudiar Bellas Artes, hablaba mucho con ella sobre la figura femenina en la pintura. Convencerla para que fuera mi modelo supuso todo un proceso".

De su abuela pasó a otras muchas mujeres, rememorando sobre el gran reto que ha supuesto "confrontar los estereotipos, los cánones de la belleza y la formación cultural" de cada una de ellas y lograr confianza y complicidad.

La representación del cuerpo en su obra traspasa el mensaje pictórico para dialogar con metáforas como la relación entre la vejez, el olvido, la memoria y cómo el paso del tiempo moldea la propia identidad de las modelos que protagonizan sus cuadros y murales. "Siempre me hago preguntas sobre el cuerpo. En la pintura, la presencia femenina está tan vinculada a determinados períodos, a los de la reproducción y la utilidad, que quiero destacar esa otra mirada", añade.

En la pintura, la presencia femenina está tan vinculada a determinados períodos, a los de la reproducción y la utilidad, que quiero destacar esa otra mirada

Virginia Bersabé

— Pintora

Hay mucho de convivencia intergeneracional y de una mirada claramente comunitaria en la obra de esta artista plástica. En esta línea, Besabé explica que conceptos como la evocación de sus vivencias o recuerdos están muy relacionados con las pérdidas de memoria literal que se producen cuando una persona se hace mayor: "Trabajé hace tiempo en una línea muy centrada en el alzheimer. Muchas de las modelos de mi entorno lo padecían. Al final no solo conversas con ellas, también con sus familias. Todo esto forma parte de lo que quiero contar", asegura. "Por una parte, está el olvido de la sociedad de las mujeres mayores. Por otro, su propio olvido", matiza.

Un hombre contempla uno de los cuadros de la exposición 'De dónde tanta fuerza'

Un hombre contempla uno de los cuadros de la exposición 'De dónde tanta fuerza'. / Ayuntamiento de Sevilla

Un nuevo mural en la calle Sol de Sevilla

Reivindicar la memoria para no cometer errores del pasado, también es el motor de esta joven muy comprometida con el tiempo que le ha tocado vivir: "comento mucho con compañeras de profesión y amigas, cómo se multiplica nuestro trabajo cuando llega marzo", afirma.

"Antes me indignaba, pero me he dado cuenta de que es necesario poner estos temas en la agenda. La obra de los hombres no se clasifica como obra masculina", completa. Según Bersabé, "aunque hay que hacer mucha pedagogía, observo cómo el pensamiento está cambiando y eso me relaja un poco", concluye.

Bersabé desarrolla su actividad con un pie en Andalucía y otro en Francia. Ampliamente conocida por los murales de su proyecto en las ruinas de antiguos cortijos, Perdidas en un cortijo andaluz, esta autora nacida en Córdoba, pero que ha vivido la mayor parte de su vida en la localidad sevillana de Écija, admite que la adrenalina y la espontaneidad con la que se enfrenta a una pared no es la misma que la manera en la que afronta un cuadro en la soledad del estudio.

Sus paredes pintadas pueden verse en las calles de ciudades y pueblos de Francia, Grecia, Kosovo y, próximamente, en Canadá. Ahora, también en Sevilla, porque además de esta exposición, De dónde tanta fuerza, los vecinos de la sevillana calle Sol han tenido la suerte estos días de contemplar cómo se enfrenta a un mural al aire libre Virginia Bersabé. Solo hay que echar un vistazo por la red social X para leer algunas de las emocionantes reacciones.

Más información

'De dónde tanta fuerza', Espacio Santa Clara de Sevilla.

Dirección: C. Becas, S/N, Casco Antiguo, 41002.

Horario: de 10 a 20 horas.

Web: https://icas.sevilla.org/espacios/espacio-santa-clara