La Estación de las Letras

Fernando Preto: “La participación en el Premio Planeta fue por mi parte una gamberrada monumental”

El primer finalista descalificado en la historia del galardón literario presentó la novela con la que optó al premio en ‘Estación de las Letras’ de La Rinconada

Fernando Preto acompañado por Raquel Vega, delegada municipal de Cultura de La Rinconada (izquierda) y Macarena Garcelán (derecha), amiga del autor y encargada de entrevistarlo en la presentación

Fernando Preto acompañado por Raquel Vega, delegada municipal de Cultura de La Rinconada (izquierda) y Macarena Garcelán (derecha), amiga del autor y encargada de entrevistarlo en la presentación / Ayuntamiento de La Rinconada

Si es difícil ganar un certamen literario, cuánto más el Premio Planeta. Y no ya ganarlo, sino quedar entre los diez finalistas antes de la criba final. Pero si todo eso es complicado, más aún ser descalificado al mismo tiempo de ser seleccionado en la decena final. De hecho, solo ha ocurrido una vez en los más de 70 años de historia del galardón. Un “honor” que ostenta el sevillano Fernando Preto, que este martes hizo parada en la ‘Estación de las Letras’ de La Rinconada, su pueblo adoptivo, para presentar su novela finalista descalificada, ‘La niña del castillo de los almendros en flor’.

Preto no tiene formación literaria ni ha asistido a clases de escritura creativa. Es graduado en Turismo y su carrera profesional ha ido por derroteros distintos a los de los libros, ya que desde hace 14 años trabaja en una cadena hotelera. Conocer el funcionamiento y la relación con los huéspedes le ha proporcionado historias que, con el parón de la pandemia, se lanzó a dar forma.

l autor, sevillano afincado en La Rinconada, presentó su primera novela en el ciclo de Encuentros con autores locales de la ‘Estación de las Letras’

El autor, sevillano afincado en La Rinconada, presentó su primera novela en el ciclo de Encuentros con autores locales de la ‘Estación de las Letras’ / Ayuntamiento de La Rinconada

Novela escrita con estilo de “ficción verosímil”

El autor explicó que escribe “ficción verosímil, que cuesta creerlo pero que pueda ser verdad”. Así, ambientada en Sevilla, la novela transcurre en un momento de auge local por la celebración de unos premios internacionales – una premonición de lo que luego serían los Latin Grammy de 2023 –, y en el que confluyen de una parte los intereses políticos y sociales para que todo salga perfecto, y los personales y económicos para que todo salga mal de otra. Con la flor y nata de estos premios alojada en el hotel donde arranca la novela se produce un crimen, lo que hace tambalearse todo. Una periodista frustrada, Valeria López, “de casualidad se ve envuelta, y su carácter curioso le hace profundizar”, e iniciar una investigación al margen de la policía, envuelta en suspense y misterio.

De esta obra destacan, además de la trama, la cuidada documentación y las prolijas descripciones de lugares de Sevilla en los que se desarrolla la obra y de las cuestiones policiales. Los personajes se inspiran en personas reales – como la protagonista, que toma nombre y personalidad de su sobrina –, en compañeros y jefes que han ido dejando en Preto buenas vivencias y en “muchos demonios profesionales con los que he ido lidiando”.

Con título largo, lo tuvo antes que trama, salido de la etimología del topónimo del pueblo granadino Iznalloz. Nombre que proviene del árabe y significa “castillo de los almendros en flor”, que encierra la leyenda del sultán que cuajó la localidad de estos árboles para que al florecer recordasen a su amada los paisajes nevados de su tierra natal.

Con esta primera novela Preto ha sido el primer finalista descalificado en la historia del Premio Planeta

Con esta primera novela Preto ha sido el primer finalista descalificado en la historia del Premio Planeta / Ayuntamiento de La Rinconada

Primer finalista descalificado en la historia del Premio Planeta

La ópera prima de Preto fue una de las diez finalistas que optaban al Premio Planeta de 2022 de entre las 846 presentadas a la edición del concurso. Aventurarse fue “como el que no ha hecho crossfit en su vida y se apunta al campeonato mundial”, comparó con humor. “Existen un millón de certámenes y premios literarios a los que cualquier autor novel se puede presentar. Supone un proyecto demencial que una persona con tan pocos recursos lo haga al certamen literario más importante y con mayor remuneración del mundo”. Con ello, no dudó en reconocer que “la participación en el Premio Planeta fue por mi parte una gamberrada monumental. Lo he hecho para hacer la gracia, lo último que me espero es que me llamen para decirme que de 900 obras estoy entre los 10 finalistas”.

Explicó que “el error fue que, como a todo escritor le hace ilusión su nombre y su título en papel, la única manera que se tiene sin ser conocido y sin tener promoción ni publicidad es a través de una plataforma digital, te autopublicas, y a mí se me ocurrió la genial idea de hacerlo”. Algo que iba en contra de las bases del concurso, aunque reconoció que “tenían tres folios y me leí solo uno”.

Portada de ‘La niña del castillo de los almendros en flor’

Portada de ‘La niña del castillo de los almendros en flor’ / Ayuntamiento de La Rinconada

Presentado “a pecho descubierto”, sin seudónimo, “nadie se imaginaba que yo iba a cometer semejante torpeza y ni siquiera al jurado el dio por comprobar si había sido autoeditado, se dieron cuenta a posteriori, cuando el listado de finalistas ya había sido publicado”. Fue entonces cuando recibió la llamada para informarle. “A mí no me llaman para decirme que soy finalista, sino para que estoy descalificado. Y ahí me entero de que he sido finalista”. Eliminado del concurso, “por primera vez en la historia de los Premios Planeta, en 2022 hubo 9 finalistas en lugar de 10”.

Ha tenido más repercusión por la descalificación que la finalista del premio

Aseguró que “cuesta digerir” haber sido capaz de “captar la atención de un jurado” – conformado en su edición por autores de la talla de Fernando Delgado, Juan Eslava Galán, Carmen Posadas o Rosa Regàs, entre otros – que valoran tantas obras, “entre ellas títulos de escritores de renombre”. Y aunque reconoció que “fue muy agridulce”, reconoció que, si bien “dicen que fue un golpe o de mala suerte o de torpeza”, la repercusión que generó “fue muchísimo mayor que el título de la finalista”.

Con la experiencia de lo vivido, el aval del éxito de su libro, la promoción aparejada a ser el primer finalista descalificado, y fichado por una editorial, ya prepara un segundo libro. Como sus compañeras de edición Luz Gabás y Cristina Campos – ganadora y finalista del Planeta 2022 –, que visitaron la ‘Estación de las Letras’ en 2023, este año lo ha hecho Preto, quien no dudó en agradecer el apoyo del Ayuntamiento de La Rinconada porque “la visibilidad que se le da a los autores es la posibilidad para que la pluma siga funcionando”.

Preto explicó la inspiración, la escritura y la autoedición del libro, así como su participación en la edición de 2022 del Premio Planeta, en la que llegó a ser finalista por un breve espacio de tiempo

Preto explicó la inspiración, la escritura y la autoedición del libro, así como su participación en la edición de 2022 del Premio Planeta, en la que llegó a ser finalista por un breve espacio de tiempo / Ayuntamiento de La Rinconada