Grandes maestros del arte contemporáneo: Juan Antonio Huguet Pretel

Grandes maestros del arte contemporáneo: Juan Antonio Huguet Pretel

Grandes maestros del arte contemporáneo: Juan Antonio Huguet Pretel / Teresa Lafita Gordillo

Teresa Lafita Gordillo

Uno de los maestros imprescindibles del panorama de la pintura sevillana

Si alguien que no conociera al autor ni a su numerosa obra, puede que creyese que se encontraba ante uno de los pintores italianos del Renacimiento, un representante del Barroco español y concretamente sevillano, un modernista internacional, un paisajista decimonónico que se ha inspirado en interiores cercanos a ámbitos orientalistas y en exteriores luministas, postimpresionistas y plenairistas, a cada uno de esos estilos o a una mezcla de todos ellos en una misma obra, en un mismo cuadro.

Huguet Pretel dando los últimos toque a una de sus últimas obras reales, basadas en sus recuerdos, en lo que su imaginación le dicta: FOTO: T. L.

Un pintor en cualquier caso en el que se hace evidente desde el primer momento, que ha conocido de cerca a los impresionistas franceses, que ha estudiado la antigüedad clásica, que se ha acercado al retratismo desde un punto de vista contemporáneo pero sin perder nunca de referencia los precedentes, los grandes maestros del pasado internacional de los muchos lugares estudios y museos que ha recorrido.

Él mismo bien puede considerarse Maestro en el doble sentido de la palabra. Primero porque ha ejercido como docente en la Facultad de Bellas Artes de Sevilla (de donde también fue alumno), para simultanear la docencia después en la Escuela de Artes, Oficios y Bellas Artes, como se llamaba antes a la Escuela de Artes.

También, en la acepción del término magistral, en el sentido de que su arte lo es porque es atemporal, intemporal, del que se pueden y podrán seguir extrayéndose muchísimas lecciones, simplemente observando sus creaciones.

Unas creaciones que han tenido en cuenta la representación del cuerpo humano, sus proporciones, siempre sin salirse de las dimensiones, las normas, la dicción del canon apolíneo en el que a veces introduce el contraposto, la serpentinata, los ejes de simetría vertical u horizontal.

A continuación, se hace palpable a todas luces su manera de componer dando lugar con ellas a todas las posibilidades que ofrece además del cuerpo femenino o masculino, los bodegones, los paisajes, la minuciosidad de la disposición de las formas en el espacio del lienzo teniendo en cuenta la distancia y sus dimensiones.

Sigue con las luces desde la que se basa en colores fuertes, brillantes y vibrantes, hasta las que se dirigen hacia un claroscuro donde las sombras y los medios tonos completan las siluetas y volúmenes.

Por supuesto que estas luces, no van a ocultar nunca sino todo lo contrario, a reforzar, los trazos de dibujo oculto que las mantiene.

Desde el punto de vista del estilo además de los anteriores, se hacen evidentes el detenido estudio que ha realizado con el expresionismo, los realismos, algún que otro esbozo de cubismo que subliminalmente introduce entre las formas, las perspectivas, los toques de color, las pinceladas, capas con o sin veladuras sino mezclando las gamas afines y contrarias, los fondos y los planos,...

Porque por todo ello Juan Antonio Huguet Pretel tiene toda esa serie de cualidades en unas obras que pueden fragmentarse, analizar la geometría interna que poseen, el orden jerárquico que le impone el tema, y la obra entera en definitiva.

Una exuberancia de elementos figurativos, reales y fantásticos, ...que cohabitan como si las naturalezas muertas de los objetos y elementos reflejados, estuvieran o fueran plasmadas para la posteridad y por eso mismo, siempre vivas.

Nada se deja al azar. Todo tiene una razón, un momento clave, una atmósfera que le dota personalidad sea un retrato real, una alegoría de la Danza, unos poceros abriendo un pozo en un campo, ...y todo rezuma a Velázquez, a Zurbarán, a sus maestros personales que él escogió de referentes.

El hecho de traerlo a esta “GALERÍA VIRTUAL DE GRANDES MAESTROS DEL ARTE CONTEMPORÁNEO SEVILLANO”, es un acto de reconocimiento y gratitud hacia todos los que le conocen a él o a su obra, y se les queda guardado en su memoria y desde luego a él, a quien tanto le debemos las generaciones siguientes o más jóvenes, como ejemplo de sinceridad artística total. En él hay pintura-pintura. Pintura pura. Pintura, pintura y sólo y después pintura.