Champions League

El Barça desaparece y se estrella ante el Chelsea

El equipo de Jonatan Giráldez cae derrotado en Montjuïc ante el conjunto de Emma Hayes (0-1) y deberá ir a Londres a remontar la eliminatoria

Cuthbert marca el 0-1 para el Chelsea en Montjuïc.

Cuthbert marca el 0-1 para el Chelsea en Montjuïc. / JORDI COTRINA

Laia Bonals

El Barça emudeció. Ese tesón y ritmo que lo ha llevado a coronarse como campeón de Europa no se personó en Montjuïc. Ante el Chelsea (0-1), les culés fueron a cámara lenta ante el irreverente inglés, al que le bastó un gol de Cuthbert para volverse a Londres por delante en la eliminatória. El Barça deberá remontar en Stamford Bridge si quiere ser en la final de Bilbao.

Hay días en que lo tienes todo de cara. Que la gente responde (36.428 espectadores), que tienes a casi toda la plantilla disponible, que recuperas a tu mejor jugadora (Caroline Graham Hansen) de lesión y todo ello ante un rival que no te ha ganado nunca. Condiciones perfectas para cuajar un partido sólido. Al Barça le tocaba hacer lo que siempre hace. Sin embargo, ante el Chelsea sufrió una desorientación inexplicable.

No era cosa del césped ni del riego, pero el balón rodaba lento en Montjuïc. Las culés, propietarias indiscutibles del esférico, no conseguían hacerlo viajar con la velocidad habitual. Era como si el futbol estuvieron condenado a ir a cámara lenta. Sin esa verticalidad y desparpajo que suelen derrochar. Contra el Chelsea, el Barça enmudeció. Se quedó perplejo. Puede que por el escenario o simplemente porque a veces la cabeza va más rápido que las piernas.

Las culés lo intentaron con menos ocasiones de lo que también es habitual. Durante el primer tiempo el Barça no tuvo ni un solo disparo claro entre los tres palos. El balón casi ni pasó por las botas de Graham Hansen, hecho totalmente sintomático del desgobierno que reinaba en el equipo local. El Chelsea copió esa mala dinámica. Abonadas al contraataque y totalmente huérfanas de estilo propio, las inglesas sucumbieron al plan de partido que plantaba el Barça. Sin embargo, ni a las mismas culers les acabó saliendo como querían.

Y, tras un cúmulo de despropósitos, el Chelsea se desquitó poco antes del descanso. La defensa culé estuvo blanda. Tanto Irene Paredes como Ona intentaron rechazar el balón, que quedó en tierra de nadie, perfecto para que el Chelsea se hiciera con él. Nusken se lo adjudicó en la frontal, habilitando a Erin Cuthbert, que bombeó el balón enroscándolo por la esquina superior de la portería. Ni el estironcillo de Cata Coll ni la oposición de Engen pudieron hacer titubear un disparo que sentó como un jarro de agua fría. No porque el Chelsea no hubiera avisado, sino porque confirmaba los peores presagios.

El Barça se marchó a vestuarios estupefacto. Todo se complicaba y mucho tenía que cambiar y remar el equipo de Jonatan Giráldez si quería darle la vuelta al panorama. Lo intentó nada más reprenderse el partido, con un chut cruzado de Patri Guijarro desde la central. La mediocentro quería otro gol marca de la casa, de esos que van directos al museo. Sin embargo, Buchanan la interceptó con el brazo.

La colegiada señaló penalti y Mariona corrió hacia el balón. Lo cogió con mimo y lo posó sobre el punto que marca los once metros. Mientras se recolocaba la zamarra, ajustándosela por la espalda y se ajustaba la goma del pelo, un run run empezaba a despertar en Montjuïc. Stéphanie Frappart se llevaba la mano al pinganillo y, instantes después, arrancaba a correr hacia el VAR. El fuera de juego posicional de Salma Paralluelo frustró la oportunidad más clara que tenía el Barça de igualar el marcador.

Con la desdicha llegaron los cambios. Alexia Putellas se colocó el brazalete cuando reemplazó a Ingrid Engen. La capitana marcó un nuevo tempo para el partido en sus primeros minutos. Sin embargo, el Chelsea se abonó a las pérdidas de tiempo que desesperaron al público del Estadi Olímpic. Casi la mitad de la plantilla sufrió curiosamente una molestia en la última media hora del encuentro. Entre silbidos de sus aficionados el Barça se desesperaba. No había manera de encontrar portería. El 0-1 ajusticiaba a la culés, que no pudieron hacer más que mirar al marcador con semblante desesperado cuando la colegiada señaló el final del encuentro.

Puede haber sido un susto a tiempo o la primera estocada para que el Barça se quede fuera de la Champions. Tocará lucharlo en Stamford Bridge, y más le vale a este Barça reacondicionarse si quiere mantener la corona.