Agricultura

Respiro para los algodoneros de Sevilla: las lluvias y el desembalse previsto hacen prever una buena cosecha

A las precipitaciones caídas sobre todo en Semana Santa se suma la previsión anunciada por el presidente de la CHG de "casi triplicar" el agua disponible para riego respecto a 2023, hasta "los 1.000-1.100 hectómetros cúbicos"

El algodón sevillano volverá tras dos campañas prácticamente en blanco.

El algodón sevillano volverá tras dos campañas prácticamente en blanco. / Espalgodón

Clara Campos

Clara Campos

Desde Lora del Río hasta Las Cabezas de San Juan, los algodoneros sevillanos han comenzado esta semana a sembrar. Las últimas lluvias han supuesto "un respiro tremendo" para este cultivo, uno de los que más ha padecido los últimos años de sequía. El año pasado se vieron abocados a sembrar "en seco", como asegura el presidente de la Organización Interprofesional del Algodón -Espalgodón-, Enrique González. Ahora, al hacerlo con la tierra húmeda, las posibilidades de prosperar son "mucho mayores".

A ello se va a sumar el agua para riego, prácticamente inexistente en los dos últimos años, que fueron "nefastos" para el algodón. Es por ello que reciben como un "premio" las declaraciones realizadas este miércoles por el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Joaquín Páez, en una entrevista en Canal Sur Radio, en las que prevé "casi triplicar" el agua disponible para los regantes con respecto al año anterior, y en este sentido ha afirmado que el desembalse "será de en torno a 1.000-1.100 hectómetros cúbicos".

Unos 120 millones de kilos

"Si conseguimos tener dos o tres riegos durante la campaña la cosecha será buena", augura González, que también es presidente de la Cooperativa Las Palmeras de El Trobal. En este sentido, ha previsto que se plante el 60% de lo que sería una campaña normal, lo que supondría entre 120 y 130 millones de kilos de producción de algodón, que se recogerá en septiembre.

"Esta semana hemos empezado a plantar -antes se ha semabrado, pero muy poco- aprovechando el estado de la tierra", explica el presidente de la Interprofesional. "Esta previsión de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir son buenas noticias, mucho mejores de las que teníamos antes de Semana Santa", abunda.

Comisión de Desembalse

Habrá que esperar hasta el 24 de abril para ver el reparto de las dotaciones, ya que será en esa fecha cuando se reúna la Comisión de Desembalse y se den los datos exactos en este sentido. En ese encuentro se decidirán las dotaciones de riego. "Entre todos nosotros haremos una propuesta técnica y entre todos decidiremos si esa propuesta va hacia adelante. Yo creo que va a ser fácil alcanzar un acuerdo porque venimos de donde venimos", ha apuntado Páez.

En cualquier caso, el escenario presenta "mejoras" respecto a la campaña de 2023, que presentaba restricciones de más del 80%, mientras que este año se trabaja para que las limitaciones se sitúen en torno al 40%.

El arroz, a la espera del 24 de abril

A entonces esperan los arroceros antes de hacer ninguna valoración. "Veremos cómo queda el reparto y a partir de ahí valoraremos si el dato es positivo o no", argumenta Eduardo Vera, director gerente de la Federación de Arroceros de Sevilla.

Asimismo, explica que en estos momentos en el Bajo Guadalquivir se están llevando a cabo las labores para preparar la tierra "y nos adaptaremos a lo que nos digan". Tras las lluvias de Semana Santa, valoraron que se garantizaba al menos el 50% de la siembra del arroz.

De hecho, el propio presidente de la CHG ha reconocido este miércoles que "no vamos a alcanzar la normalidad" y que "seguimos en sequía". Páez ha recordado así que el año pasado "se desembalsaron 380 hectómetros cúbicos". "Fue uno de los peores años del regadío en la demarcación del Guadalquivir. Afortunadamente las lluvias de las últimas borrascas han aliviado la situación", ha subrayado.

Obras pendientes

En cualquier caso, los agricultores insisten en la necesidad de llevar a cabo las obras pendientes más allá del comportamiento meteorológico en un entorno marcado por el cambio climático. Este martes, la CHG, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, presentó una inversión de 34,5 millones de euros la reparación del tramo origen del Canal de Bajo Guadalquivir en una longitud de 27.700 metros, entre los municipios de Palma del Río (Córdoba) y Lora del Río y Carmona en Sevilla.

A ello se suma el anuncio de este organismo a principios de año sobre la licitación de la redacción de los proyectos de cinco actuaciones -que cuentan con una inversión de 240 millones de euros- que repercutirán directamente en el cultivo del arroz por parte del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, así como la licitación de una obra enfocada a la rehabilitación del tramo origen del Canal del Bajo Guadalquivir.

Las previsiones que baraja la CHG apuntan a que estas obras estén finalizadas en unos cinco años, es decir, en 2029. Estas intervenciones permitirán transportar agua procedente de la presa de Peñaflor (Sevilla) a la zona arrocera de las marismas a través del recrecido del Canal del Bajo Guadalquivir para aumentar su capacidad de transporte desde esa presa. Además, se acometerán nuevos canales de distribución de la zona arrocera de la margen derecha.

Esto permitirá que el agua llegue con una salinidad bastante inferior a la procedente de la desembocadura del río. Hay que tener en cuenta que, hasta Alcalá del Río, las mareas afectan a dicha salinidad del Río Guadalquivir y, por tanto, a los cultivos.