Agricultura

La sombra del producto de Ucrania no empaña un buen año para el cereal andaluz "en calidad y cantidad"

Las cosechadoras ya trabajan con intensidad en la campiña sevillana en la que será una gran campaña para el trigo, solo ensombrecida por la presión de cereal ucraniano libre de aranceles hasta junio de 2025

Cosechadora trabajando en la campiña sevillana.

Clara Campos

Clara Campos

Tras un vibrante fin de semana en Carmona, que ha celebrado su Feria de Mayo, las cosechadoras han empezado a trabajar a destajo en la campiña sevillana para recoger el trigo. Una recogida que ya había arrancado aunque de manera más pausada estas semanas atrás y que se perfila "buena" después de que el año agrícola (que comenzó en septiembre de 2023) haya estado marcado por las lluvias mensuales constantes hasta abril. Esta circunstancia se suma a otros aspectos que han beneficiado al campo y al cultivo en particular: no ha habido fuertes vientos de levante ni golpes de calor acusados, como ha sucedido en otras ocasiones.

"La campaña va a ser buena en cantidad, pero también en calidad; va a ser un buen año", vaticina Ramón García, secretario provincial de COAG Sevilla. Esta situación contrasta con el año pasado e incluso el anterior, cuando la calidad y la cantidad de la producción fue baja. Por eso, ahora en la campiña miran al cielo, pero no para que llueva, sino para justo lo contrario. Otras zonas de España como el Levante, en concreto la margen derecha del Ebro, no van a tener cosecha este año.

"La campaña va a ser buena en cantidad, pero también en calidad; va a ser un buen año"

Ramón García

— Secretario provincial de COAG en Sevilla

Según el informe de Avances de Superficies y Producciones de abril que publica la Junta de Andalucía con carácter mensual, "las estimaciones sobre la superficie sembrada de trigo blando y duro en 2024 indican que serán similares a las que hubo en 2023". A este respecto, apunta que, si comparamos la superficie total sembrada de trigo con la media de los años 2019-2022 presenta unas cifras superiores de trigo total, siendo inferior la de trigo blando y superior la de trigo duro.

Precios altos

"Si nos lloviera ahora perdería calidad", subraya García, que apunta a que el precio del trigo actualmente está al alza. "2022 ya tuvo precios muy altos que repercutió en el coste de alimentos como el pan, pero luego cuando bajó, todo se quedó igual, perjudicando a consumidores y agricultores", explica García. Este año se podrían recoger entre 4.200 y 4.800 kilos por hectárea. En cualquier caso, García recuerda que el precio del trigo es muy voluble. "Es una montaña rusa", subraya.

En Andalucía, el trigo se cosecha principalmente en las provincias de Sevilla, Córdoba y Cádiz. España es históricamente un país que tiene que importar cereal porque no genera el suficiente que se demanda en el país y, sin embargo, planea la sombra de la dificultad para colocar la producción en el mercado.

"La preocupación está presente, porque la Unión Europea ha prorrogado un año más las importaciones de Ucrania sin aranceles, concretamente hasta junio de 2025, lo que hace que caiga el precio y que no podamos competir en igualdad de condiciones", añade el secretario provincial de COAG Sevilla, que asegura que mucho trigo se quedó almacenado en silos por la entrada del cereal del país centroeuropeo.

No en vano, este fue uno de los motivos por los que las organizaciones agrarias y cooperativas eligieron el Puerto de Sevilla para protagonizar una de las protestas del calendario de movilizaciones que desplegaron entre los meses de febrero y abril, En este sentido, García recuerda que el precio de los inputs sigue al alza. Fertilizantes, herbicidas o gasóleo continúan suponiendo un alto coste para el agricultor. "No competimos con las mismas condiciones", subraya.

Trigo duro

Durante la celebración de la XIV edición de la Andalusian Commodity Exchange, que tuvo lugar el pasado abril en Sevilla, se predijo que Andalucía liderará en 2024 el sector del trigo duro con una cosecha prevista de 1,1 millones de toneladas, seguida a gran distancia por Aragón, con algo más de 200.000.

En Sevilla hay una superficie importante de trigo duro, la que va destinada fundamentalmente a la producción de pasta y cuscús. La mayor parte de exporta a Italia para la fabricación de pastas mientras que el norte de África, que era uno de los principales mercados receptores del producto andaluz, pero cuya exportación ha caído notablemente en los últimos años porque buscaron otros mercados como el canadiense "y ahora es complicado recuperarlo", indica García.

En el caso del trigo blando, hay dos tipos: para piensos (que no se exporta porque lo consume la cabaña ganadera nacional) y el denominado trigo de calidad, que se usa para mejorar otros trigos que viene de fuera y no son tan buenos.

Otros cultivos

En lo que se refiere a otros cereales, a superficie de cebada total presenta también cifras similares a la superficie sembrada de la campaña precedente. Aunque la superficie de cebada de 2 carreras es un 5% superior y la de 6 carreras un 6% inferior a la campaña anterior. En relación con la media de los cuatro últimos años la cebada total presenta un descenso del 10%. Según estos avances que se manejan este mes, tenemos descensos de la superficie de triticale y ligeros aumentos de la superficie sembrada de avena y centeno, según el informe de Avances de Superficies y Producciones de abril de la Junta.

Por su parte, en cuanto a los cultivos de secano, el girasol "tiene también buenas perspectivas porque la lluvia le ha venido muy bien porque es un cultivo cuyas raíces pueden profundizar bastante", mientras que las leguminosas -como las habas o los guisantes- presentan "una buena campaña".