Joaquín Leguina: «Bildu es una secta y el PNV un grupo de aprovechateguis»

El histórico dirigente del PSOE y único presidente de la Comunidad de Madrid socialista, suspendido de militancia por la actual ejecutiva, habla con ‘El Correo de Andalucía’ justo antes del inicio del curso político

Joaquín Leguina

Joaquín Leguina / Ezequiel García

Ezequiel García

Para muchos, encarna los valores del viejo y exitoso PSOE de los 80 y 90. Para otros, alguien que “debe dar un paso al lado”, escorado a la derecha, un político cuyo tiempo “ya pasó”. Sin embargo, él se sigue considerando un socialdemócrata. Hablamos de Joaquín Leguina (Villaescusa, Cantabria 5 de mayo de 1942), el único presidente socialista que ha tenido la Comunidad de Madrid (y primero) entre 1983 y 1995.Hace unos meses, en diciembre de 2022, fue noticia tras ser expulsado del PSOE después de manifestar públicamente su apoyo a Isabel Díaz Ayuso, con la que guarda una buena relación. Crítico con las políticas de Pedro Sánchez al frente del PSOE, ya manifestó entonces que no se iba a quedar “ni quieto, ni callado”. Y así ha sido.Hoy nos atiende gustosamente desde su Cantabria natal, a orillas del Cantábrico, donde nació. Y no se ha mordido la lengua ni un ápice.

Le tengo que preguntar por la actualidad. ¿Quo vadis, Hispania?

No tengo una bola de cristal, pero no deja de preocuparme que el próximo presidente del Gobierno caiga en manos de tipos tan detestables como Puigdemont u Otegi.

¿Piensa usted que es capaz Pedro Sánchez de ceder a todas las pretensiones de los separatistas y nacionalistas?

Los antecedentes de Sánchez son pésimos, pero recemos para que entre él y los separatistas amparados por Conde-Pumpido no destrocen nuestra Constitución y con ella nuestra democracia.

¿Cómo ha sido posible que el mismo PSOE que en 2016 echara a Sánchez, porque quería hacer lo que ha hecho hoy, haya dado un giro de 180º?

Porque después de las mal llamadas primarias ganadas por Sánchez, éste convocó un congreso en el que se destruyeron las instituciones internas de debate y decisión. Y Sánchez se convirtió así en caudillo que solo atiende a las bases que, por cierto, carecen de voz.

Me comentó el otro día en una entrevista Mikel Buesa que la presencia de ETA en el País Vasco y Navarra “es palpable”. Y ciudadanos navarros ven cómo el nacionalismo está ganando terreno, no sólo en el norte, sino en la Ribera. ¿Seguirá creciendo el apoyo a EH Bildu y al PNV? ¿Por qué?

No soy tan pesimista. Bildu es una secta y el PNV un grupo de aprovechateguis. Yo no creo que, por ejemplo, en la Ribera navarra estén dispuestos a que les impongan el euskera.

Por otro lado, Alejandro Rojas-Marcos, que se encontraba en el Congreso en 1979, afirma que “el nacionalismo españolista es imposible y las dosis de independentismo son inevitables. Se podría sedar, no eliminar y, sobre todo, no provocar porque crecería y sería ingobernable”. ¿Está de acuerdo con él?

No del todo. El nacionalismo periférico toma permanentemente decisiones anticonstitucionales; los jueces así lo confirman en sus sentencias... y el Gobierno no hace nada para que se cumplan. Ese es el problema.

¿Le dolió que le suspendieran de militancia en el PSOE?

Me lo esperaba, y nos veremos las caras en el juzgado.

¿Ha hablado en los últimos años con Pedro Sánchez?

No.

Entonces, ¿Cómo fue la última conversación con él?

La última vez, hace ya mucho tiempo, hablamos de su padre. Una persona valiosa.

¿Cree usted que tras sucesivos triunviratos esté fomentando su ex partido un sempiterno Augusto?

Espero que Augusto no vuelva.

Haciendo un símil literario, usted, que ha padecido en sus propias carnes los desgarros de Víctor Frankenstein para componer un “gobierno idílico”, ¿duda de que al final lo que se esté zurciendo sea un monstruo babélico, fracturado, terrorífico y, por ende precipitado al vacío?

Tengo, sí, miedo de a dónde pueda llevar Sánchez al país de la mano de los separatistas y apoyado desde dentro por personas como Francina Armengol, que por encima de la medicina que han de recibir los baleares puso la lengua propia.

Sin embargo, el PSOE per se, no baja del 27%. Habrá que reconocerle a Pedro Sánchez algo de mérito, ¿no?

El PSOE, algo milagrosamente, ha mantenido (e incluso ha subido) su suelo electoral. ¿Por qué? Porque todavía hay muchos votantes de izquierdas que se creen esa patraña de que lo importante es defender el bloque progresista (con PNV y Puigdemont dentro) frente al bloque neo franquista.

¿Por qué Europa mira para otro lado?

-Aún es pronto.

Hablemos de Alberto Núñez Feijóo. Parece como si recuperar casi medio centenar de diputados y de ganar con mayoría absoluta el Senado no haya sido suficiente. ¿Por qué?

Feijóo ha ganado las elecciones y ha sacado al PP del agujero. Además, el 28 de mayo el PP arrasó en municipios provincias y comunidades autónomas.

Hagamos un repaso a su trayectoria personal. Durante su etapa juvenil en el Chile de Allende, vivió numerosas aventuras. Pronto se cumplirán cincuenta años de su caída. ¿Cómo fueron aquellos años?

Duros. Muchos españoles lo pasaron mal con Pinochet matando a cuantos se le ponían por delante, y algunos compatriotas salvaron la cabeza gracias al embajador de España en Chile, el Sr. Hernández. No se me olvidará lo que nos dijo a otro español (mallorquín, por cierto) y a mí cuando fuimos a pedirle ayuda: “Tened mucho cuidado con estos militares, que son peores que los nuestros”. Era 1973 y él, cuando era joven, había sido alférez provisional del ejército de Franco durante la Guerra Civil.

¿Cómo fue su evolución política durante su etapa en la Comunidad de Madrid? ¿E intelectualmente?

“Uno cree que no cambia y que cambian los demás” pero no creo que yo haya cambiado mucho. Menos sectarismo que durante mi juventud y más experiencia.

Tal como le indican muchos socialistas. ¿Se siente usted hoy un hombre de derechas?

No, no soy un hombre de derechas. Creo que soy un socialdemócrata sin orejeras

.La última. ¿Qué piensan los dirigentes históricos del PSOE acerca del futuro más inmediato de España?

Más o menos, lo mismo que yo.