Elecciones europeas

Los ultras alemanes, atrapados con un líder bajo sospecha de servir a China y Rusia

Las listas para los comicios ya están bendecidas por la Comisión Electoral y solo en casos extremos -como defunción- pueden modificarse

Maximilian Krah, de Alternativa para Alemania (AfD), se dirige a la prensa tras ser acusado de espionaje.

Maximilian Krah, de Alternativa para Alemania (AfD), se dirige a la prensa tras ser acusado de espionaje. / EP

Gemma Casadevall

"No voy a retirarme porque no tengo nada que reprocharme", aseguró Maximilian Krah, eurodiputado y cabeza de lista en las elecciones europeas por la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). Fue tras la reunión de crisis con los co-presidentes del partido, Timo Chrupalla y Alice Weidel, precipitada por la detención del presunto espía para China y colaborador de Krah, Jian Guo.

Krah compareció solo, mientras la dirección del partido comunicaba que su cabeza de lista no participará en el arranque de la campaña para las europeas. La estrategia de Weidel y Chrupalla consiste en "esconder" a un cabeza de lista manchado por las actividades de su colaborador que, según la fiscalía, filtraba a Pekín información del Parlamento Europeo y sobre opositores al régimen. Desde los servicios de espionaje alemanes se han advertido "crecientes intentos ilegítimos" por parte china para hacerse con información política, económica o científica, a través del espionaje "clásico" o de ciberataques. En solo una semana han sido detenidos cuatro presuntos espías, incluido el colaborador de Krah.

El nombre de Krahn llevaba ya semanas ocupando titulares por presunta complicidad con intentos desestabilizadores del Kremlin de cara a las europeas. Las sospechas afectan también al segundo en la lista de la AfD, Petr Bystron. Ambos han intervenido en plataformas y supuestamente percibieron dinero por ello. 'Der Spiegel' maneja la cifra total de 500.000 euros. Según ese medio, hay grabaciones con la voz de Bystron, quien lamenta que una de esas entregas fuera en billetes de 200 euros, difíciles de cambiar.

Unas listas manchadas, pero casi intocables

Al partido de los autoproclamados "patriotas alemanes" les han surgido así dos lamparones que además no puede eliminar fácilmente. Las listas para los comicios ya están bendecidas por la Comisión Electoral. Solo en casos extremos -como defunción- pueden modificarse, puesto que de otro modo se invalidaría la lista en su totalidad.

El caso es que la AfD parece atrapada con dos esos nombres, cuya designación meses atrás fue controvertida. A Krah se le atribuían "cercanía" tanto con Pekín como con Moscú, pero fue designado por representar al ala "patriota". A Bystron, de origen checo y diputado en el Bundestag (Parlamento federal alemán), se le conocen también vínculos con Moscú, en un partido que, como otros de la familia ultraderechista europea, practica la "comprensión" hacia Vladímir Putin y rechaza el apoyo militar a Ucrania.

Bajón en las encuestas

La AfD empezó a perder ímpetu en los sondeos con la aparición de otra formación populista, pero identificada como izquierda radical y liderada por la mediática Sahra Wagenknecht. Hace unos meses a la AfD se le pronosticaba más de un 20%, mientras que ahora está en el 16%. Ya no ocupa la segunda posición en solitario, tras el 30% que se pronostica a la oposición conservadora, sino empatada con los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz.

Al margen de las europeas, para la AfD son cruciales los comicios regionales del próximo septiembre en el este del país. En Turingia, donde lidera el partido el radical Björn Höcke, aspira a ser por primera vez la fuerza más votada a escala regional. Contra Höcke se abrió la semana pasada un juicio por usar consignas nazis en un acto público. No parece que vaya a quedar inhabilitado para concurrir como candidato. Pero puede perder fuerza entre el llamado "voto de castigo" menos identificable como ultraderechista.