Opinión | Limón & Vinagre

Verónica Fumanal: líderes y esquemas

El poder de la influencia' es el sueño de la analista en forma de libro. Lo arma con las bases de cómo se construye un liderazgo

Veronica Fumanal en 'Todo es mentira'.

Veronica Fumanal en 'Todo es mentira'. / MEDIASET

Si tú no tienes la pelota, la tiene el contrario. Esta máxima de Johan Cruyff, con la que cohesionaba equipos y sobre la que tanto se ironizó en su momento, imitando el acento y la personal construcción gramatical del holandés, sirve también para el baloncesto. Pedro Sánchez lo sabe porque fue jugador del otro gran deporte, en el que la posesión es clave porque equivale a control y dominio.

Así puede interpretarse la jugada personal de cinco días que mantuvo en vilo a la ciudadanía, convertida en afición conteniendo el aliento pendiente de la decisión de un presidente. Cosa distinta es si, tras la expectativa, su pase del balón a la sociedad a modo de reflexión colectiva deriva en el debate imprescindible que le aúpe en el líder que, además de ver el peligro, llama a rebato y convoca a la regeneración democrática. También está por ver si la continuación del encuentro seguirá la estrategia pretendida o su actual falta de concreción dará al traste con el partido en el que nos ha metido y que hace una semana era impredecible. Y como las casualidades no existen, como nos gusta decir a los periodistas, el tiempo dirá si el ya ausente Paul Auster, maestro de lo inesperado, también en esto llevaba razón: “teníamos todas las piezas desde el principio pero nadie supo encajarlas”.

Sostiene Verónica Fumanal Callau (Huesca, 12 de Marzo de 1982) que Pedro Sánchez es el anti líder. La reconocida politóloga y asesora de comunicación se basa en la demostrada capacidad del secretario general del PSOE para romper los esquemas y la predictibilidad, que es una de las cosas que más se admira de los líderes. Pero así lo ha hecho siempre. Lo demuestran su currículum personal y sus hazañas políticas.

Fumanal sabe de lo que habla. No sólo por su formación teórica, también y sobre todo, por su experiencia profesional detrás de los disfraces de algunos de los referentes del país en todos sus ámbitos. Y Pedro Sánchez está entre ellos. Fue Verónica quien estuvo a su lado desde el principio de la proyección pública de quien añadía un estilo político distinto a su legítima ambición personal. Y fue ella quien, enfundada en su casco de motorista, pasó desapercibida ante la muchedumbre congregada frente a Ferraz, saliendo sobre dos ruedas del garaje de la sede socialista un minuto antes que el coche de su defenestrado secretario general.

Sucedió tras su primer y exitoso lanzamiento de otro político, Albert Rivera, a quien presentó en sociedad como el cuerpo libre que se suponía que Catalunya entonces necesitaba. Las decisiones tomadas después por cualquiera de ellos dos no hacen responsable a Fumanal ni de sus éxitos ni de sus fracasos porque, volviendo a Auster, “cambiar de opinión es una de las cosas más hermosas que la gente puede hacer”. Y allá cada uno con su responsabilidad.

'El poder de la influencia' es el sueño de la analista en forma de libro. Lo arma con las bases de cómo se construye un liderazgo, se aleja de los chismes, teoriza sobre lo que sabe, compara y desarrolla un argumentario que ayuda a entender las decisiones que, tomadas por cualquiera referente, reclaman nuestra atención en un momento dado para acompañarles a trazar rutas y marcar caminos. No en vano “el liderazgo es un proceso en el que están implicados de forma recíproca el líder, los partidarios y la coyuntura”. Amén.