Opinión | Pensamiento Periférico

El PP atrapado entre Vox, Milei y “un tal Alvise”

La campaña de las europeas está atrapada por la polarización y los extremos, al PSOE le sirve para movilizar a su electorado pero Feijóo tiene un problema

El líder de VOX, Santiago Abascal y el presidente de Argentina, Javier Milei.

El líder de VOX, Santiago Abascal y el presidente de Argentina, Javier Milei. / A. Pérez Meca

Días atrás un dirigente del PP reflexionaba sobre lo difíciles que son en España las elecciones europeas para el centro derecha. Tradicionalmente su electorado es mucho más abstencionista que el resto en las citas con las urnas para decidir el Parlamento europeo. En comunidades como Andalucía jamás el PP ha ganado al PSOE en unas elecciones a la UE y en esta comunidad el censo suma 6,7 millones de votantes. Además asuntos como el campo incendian a buena parte de esos electores.

Lo peor que puede pasarle al PP, reflexionaba una voz autorizada del partido, es una campaña radicalizada y polarizada donde todo pase por un PSOE que se erija en el muro de contención de la ola “reaccionaria” que recorre Europa frente a un partido como Vox, aliado con el resto de la extrema derecha del viejo continente, erigiéndose en el único capaz de frenar la inmigración o la agenda 2030. Encima, reflexionaban desde las filas populares, en un sistema de circunscripción única donde candidaturas como “la del tal Alvise” puede darle un mordisco al PP de voto descontento o desmotivado con todo lo que huela a Bruselas. “Ese tipo de candidaturas estrafalarias nos pueden hacer daño”, reseñan los populares. Se refieren a la candidatura de Alvise Perez, donde se integra (en el puesto 57) Vito Quiles, ambos agitadores ultras profesionales unidos en ‘Se acabó la fiesta’, que el CIS ha asegurado que puede quedar como sexta fuerza en las europeas del 9 de junio. Podría sonar a chiste que estos activistas preocupen al PP pero parece que en Génova no hace ninguna gracia.

Si no querían caldo, toma dos tazas. Llegó Milei de la mano de Vox y montó el incendio político que necesitaba el PSOE para darle alas a su campaña. Se volvió el presidente de la República de Argentina a su país y dejó en España a Vox y Vito Quiles disputándose el papel de agitadores de las llamas. Posiblemente el Gobierno de Pedro Sánchez ha hecho lo que tenía que hacer si un mandatario extranjero viene a insultar a tu propia casa pero nadie duda de que para su campaña es un regalo. En medio de los dos extremos, un PP que se queda fuera de juego, equidistante, incapaz de reprochar a la derecha extrema de Vox, porque con ellos gobiernan ayuntamientos y comunidades autónomas. Un PP que se queda aislado del discurso de la campaña y que tiene difícil colar el suyo propio en tiempos de soflamas y mensajes incendiarios. “Quien impone el discurso y el marco mental, gana”, repiten los expertos politólogos y estrategas.

“El incómodo momento del vocero de Pedro Sánchez (…)” arrancaba un titular del periódico argentino Clarín. “Un periodista aprovechó para consultarle por qué no le pedía perdón a Javier Milei por haberlo llamado ‘fascista, drogadicto’. Y se quedó mudo”. El llamado periodista es Vito Quiles y el interpelado el portavoz del PSOE, Patxi López, retratados en una escena este martes en la sala de prensa del Congreso. Un video que además voló en las redes sociales. Una información periodística a todo trapo en el periódico más importante de Argentina y uno de los más vendidos en el mundo hispano. No encontrarán una cobertura similar sobre la posición de Alberto Núñez Feijóo y el PP. El artículo más reciente que menciona al líder de la oposición en Clarín es del 6 de mayo. Visto así, hacen bien en preocuparse los populares porque quizás haya algo más que ultras profesionales y fans de Donald Trump, Javier Milei y Nayib Bukele. No son caricatos sino candidatos.