Ha muerto Concha Velasco; ha muerto mi novia de niñez y juventud

Siendo muy, muy, pequeño (y, ahora, estoy a punto de cumplir 60 años) me dejó patidifuso ver a un grupo de actrices haciendo de ‘chicas de la cruz roja’. Me enamoré inmediatamente de una muchacha morena, atractiva a más no poder, muy guapa y con un deje en la voz muy castizo. Ella era vallisoletana aunque la vida en Madrid inundó todo lo que era. Era Concha Velasco (si no recuerdo mal en aquellos tiempos se referían a ella como Conchita Velasco). Me parecía algo así como la representación de la mujer de mi vida.

Por si era poco, cantando «Chica ye ye» Cocha Velasco se convirtió en mi novia de niñez, en esa chica que me enamoraba cada vez que aparecía en las pantallas de televisión, del cine, o sobre el escenario. Y así lo sentí siempre. Mi admiración por Concha Velasco siempre ha sido enorme y lo seguirá siendo por siempre jamás.

Nos ha dejado una mujer vital, simpática, profesional hasta la médula, guapa y coherente. Nos ha dejado una actriz inolvidable para varias generaciones de españoles. Porque no sólo fue una ‘chica de la cruz roja’ o ‘una chica yeyé’. Concha Velasco se subió al escenario miles de veces, muchas de ellas para decir ‘Mamá, quiero ser artista’; participó en películas como ‘La Colmena’ o ‘Esquilache’ y presentó varios programas de televisión (¿recuerdan el programa que se llamaba ‘Queridos padres’?). La lista de películas y obras de teatro en las que participó es muy extensa y el arco dramático de Concha Velasco fue amplio y robusto.

Hoy siento una pena enorme porque con Concha Velasco se va buena parte de mi niñez y de mi juventud. Aunque, al mismo tiempo, me siento afortunado por haber podido disfrutar de una actriz maravillosa de la que pude enamorarme sin esperar nada a cambio.

Buen viaje, Concha.