Opinión

Gabriel Ramírez

¿Y si Pedro Sánchez, esta vez, tiene razón?

¿Y si Pedro Sánchez, esta vez, tiene razón?

¿Y si Pedro Sánchez, esta vez, tiene razón? / Gabriel Ramírez

Existen decenas de razones para estar enfrente de Pedro Sánchez; se pueden comprender las posturas ultra críticas con el presidente del Gobierno de España porque está haciendo cosas incomprensibles, intolerables y peligrosas; pero lo que hace bien hay que reconocérselo. Y algunos no parecen que estén por la labor.

Pedro Sánchez, durante su visita a Israel, ha hecho algo que deberían copiar el resto de líderes políticos de todo el mundo. Porque ante una guerra cruel sólo cabe una postura. Sólo una y todos sabemos que no es precisamente la de apoyar o justificar la violencia de las armas.

Pedro Sánchez no defiende el terrorismo. Ni lo hace él ni lo ha hecho ninguno de los presidentes españoles en democracia. Ni ellos ni una sola persona con los pies en el suelo y un mínimo de sensibilidad ante los derechos humanos, la moral y la ética. Se pongan como se pongan los que niegan el pan y la sal a Pedro Sánchez, la defensa del terrorismo no es uno de su pecados. Lo que hizo Sánchez en Israel fue decir claro a Benjamín Netanyahu que la muerte de civiles palestinos es algo insoportable. ¿Usted, querido lector, no está de acuerdo? ¿Usted al ver las imágenes en televisión no siente que la condición humana es, a veces, tremenda?

Ni siquiera en la guerra debería valer cualquier cosa. Y si uno de los contendientes es un estado democrático menos todavía. No se puede destruir un país haciendo que la población civil se desplace sin lugar de destino, no se puede dejar a millones de personas sin luz, sin agua y sin combustible; no se puede bombardear de forma indiscriminada a la población civil. Y no hay más debate posible.

Lo que hizo Hamás el pasado 7 de octubre fue una salvajada, pero eso no puede ser excusa para hacer cosas iguales o peores. Además, el pueblo palestino no es Hamás. Por tanto, lo que ha dicho Pedro Sánchez es algo más que coherente y lógico. Otra cosa es que los intereses internacionales estén en contra de esas actitudes. Otra cosa es que el Gobierno de Israel no acepte nada que no sean felicitaciones por la puntería que tienen sus artilleros.

El que escribe también cree que la violencia genera más violencia, que deberíamos cambiar las armas por la voluntad de construir un mundo esperanzador para todos y que matar niños y mujeres provoca arcadas. Y eso es lo que ha dicho Sánchez. Esta vez me apunto.