La Recogía

Supersticiones de Semana Santa: ¿Pisar la rampa del Salvador con el pie izquierdo trae suerte?

La rampa del Salvador: un símbolo de la Semana Santa de Sevilla la monta la familia Mendoza

Qué hacer al pasar por la rampa si no quieres que llueva en Semana Santa

Montaje rampa en plaza Divino Salvador

Montaje rampa en plaza Divino Salvador / El Correo de Andalucía

Manolo Ruiz

Manolo Ruiz

A dos lunes del Lunes Santo y a tan solo 13 días del Domingo de Ramos, la Plaza del Salvador se engalana con su alfombra mágica: la rampa. Esta estructura, conocida cariñosamente como la 'rampla del Salvador', es uno de los pregones no escritos que anuncia la inminente llegada de la Semana Santa en Sevilla.

La familia de Antonio Mendoza, campanero de la Iglesia Colegial del Salvador, dirige el montaje e instalación de la rampa. Los cofrades anhelan que la pisen tanto los niños que corretean por ella en las últimas tardes de Cuaresma como las hermandades que residen en el templo: la procesión infantil de la Borriquita y los cuatro pasos que forman los cortejos del Amor y la cofradía de Pasión.

Montaje rampa plaza Divino Salvador

El Correo de Andalucía

La rampa y la lluvia

Según el recordado escritor José Antonio Garmendia, en sus habituales conversaciones en la Taberna El Traga y apuntado en su cuaderno escrito con rotuladores, si se desea que no llueva en Semana Santa, cuando pases junto a la rampa, hay que pisarla con el pie izquierdo, santiguarse y dejar una propina en el cepillo del retablo del Amor. ¿Lo sabías?

No habrá vallas en la rampa y los niños podrán corretear por ella

Unas declaraciones de Antonio Mendoza a El Llamador de Canal Sur Radio, levantaron la polémica nada más conocerse el inicio del montaje: A la finalización de la instalación de la rampa del Salvador, 'la rampla' estaría rodeada de vallas para que "no correteen los niños por ella", noticia que enseguida tuvo una fuerte contestación en redes sociales.

Fuentes del Ayuntamiento de Sevilla han confirmado a El Correo de Andalucía,  que las vallas que hay en la plaza del Salvador corresponden a una obra, y que su uso final no es el de limitar el libre acceso a los niños para jugar en la rampa, y para que los sevillanos puedan libremente tentar la suerte con su pie izquierdo.