Gastronomía

Cinco recetas típicas de Semana Santa para cocinar en casa

Te enseñamos a hacer varios platos típicos de esta época: espinacas con garbanzos, pavías de bacalao, bacalao en tomate, potaje de vigilia y torrijas

Un plato de espinacas con garbanzos de Casa Ricardo

Un plato de espinacas con garbanzos de Casa Ricardo / EL CORREO

Cuando pasa el Miércoles de Ceniza vuelven algunas recetas clásicas de Cuaresma a miles de casas. Porque esta época del año, además de sus procesiones, marchas y rezos, también cuenta con una gastronomía propia y tradicional.

Este recetario cuaresmal está determinado, claro, por sus orígenes religiosos. La costumbre católica de no comer carne los viernes previos al Domingo de Ramos ha hecho que durante años se preparasen multitud de platos con la ausencia de proteína procedente del cerdo, vaca, pollo o pavo como elemento común. De todos ellos, en El Correo de Andalucía hemos seleccionado los cinco más representativos de la cocina de Cuaresma y Semana Santa:

Espinacas con garbanzos

Una de las recetas clásicas de estas fechas es sencilla, vegana y asequible: espinacas con garbanzos.

Ingredientes

  • 900 gramos de espinacas
  • 400 gramos de garbanzos cocidos
  • Dos rebanadas de pan
  • Cinco dientes de ajo
  • Un puñado de almendras
  • Pimentón
  • Comino
  • Vinagre de Jerez

Para esta elaboración, muy extendida en Andalucía, se saltean las espinacas y los garbanzos cocidos en una sartén junto a un majado elaborado con almendras, el pan y los dientes de ajo -previamente pasados por el fuego-, pimentón, comino y vinagre de Jerez, según el blog Cocinando entre olivos.

Pavías de bacalao

Ingredientes

  • 1,2 kilos de pescado
  • 500 ml de leche
  • 200 ml de agua
  • Una pizca de impulsor químico
  • Una cucharadita de bicarbonato
  • Harina
  • Aceite de oliva

Siguiendo la receta publicada por la web gastronómica El Comidista, para 12-16 pavías se corta el pescado “en tiras de uno o dos dedos de ancho y cuatro o cinco de largo”. Aparte, se mezcla la leche, el agua, una pizca de impulsor químico y una cucharadita de bicarbonato con harina hasta conseguir “una textura de batido”. Luego se baña el bacalao en la masa y se fríe en aceite de oliva a 180 grados durante unos tres minutos.

Bacalao en tomate

Este pescado blanco también protagoniza otro de los clásicos cofrades: bacalao en tomate.

Ingredientes

  • 450 gramos de lomo de bacalao
  • Tomate frito
  • Aceite de oliva

Directo al Paladar explica que elaborar esta receta para tres comensales es tan fácil como freír en aceite de oliva 450 gramos de lomo de bacalao previamente enharinado, “y a continuación dejarlo cocinarse durante unos minutos sumergido en salsa de tomate frito”. Como es evidente, si preparamos la salsa en casa en lugar de comprarla envasada, mucho mejor.

Potaje de vigilia

El potaje de vigilia es el símbolo del cuchareo en Cuaresma.

Ingredientes

  • Una cebolla
  • Dos dientes de ajo
  • Un pimiento verde
  • Dos tomates maduros
  • 400 gramos de garbanzos cocidos
  • Una cucharadita de pimentón
  • 750 ml de agua
  • 150 gramos de espinacas
  • 300 gramos de bacalao

Para preparar en casa cuatro raciones, se pocha la cebolla con los dientes de ajo y un pimiento verde en una cazuela durante unos minutos. Luego, según la web Bon Viveur, se añaden dos tomates maduros rallados, sal al gusto y se cocina a fuego lento “hasta que el agua que desprende el tomate se haya evaporado y el sofrito quede concentrado”. Cuando se alcance este punto, se agregan los garbanzos cocidos, una cucharadita de pimentón, 750 ml de agua y se deja cocer. Por último, se echan las espinacas y el bacalao, se tapa y se deja 10 minutos más.

Torrijas

Y para el postre, cómo no, el dulce cofrade por antonomasia: torrijas.

Ingredientes

  • Un litro de leche
  • Una rama de canela
  • Piel de limón
  • Azúcar
  • Aceite de oliva
  • Tres huevos
  • Canela molida

El blog Pequerecetas recomienda infusionar un litro de leche con una rama de canela, piel de limón y cuatro cucharadas de azúcar. Cuando empiece a hervir, se retira del fuego y se vierte sobre las rebanadas de pan. Posteriormente se pasa el pan por tres huevos batidos y se fríe en aceite de oliva. Una vez fritas, se impregnan en azúcar y canela molida.