Carmona aguarda a otro Viernes de Dolores servita

Que la Semana Santa de Carmona es una de las más imponentes de Andalucía no hace falta repetirlo año tras año. Declarada Fiesta de Interés Turístico de Andalucía, aún es una gran desconocida para muchos visitantes. A tan solo 25 minutos del epicentro cofrade mundial, la capital alcoreña sigue siendo una mezcla en estos días de pasión de tradición, innovación y estampas de otros siglos. La Orden Seglar de los Siervos de María, una antigua corporación con más de seis siglos de historia en la ciudad gracias a la bula del papa Martín V un 16 de marzo de 1424, se prepara para su procesión otro Viernes de Dolores más. Sin capirotes ni túnicas, pero con hábitos. Esta orden -que no hermandad- desfila solemnemente junto a la hermosa talla de la Virgen María bajo la advocación de los Dolores, atribuida a Juan Bautista Petroni en su palio de ocho varales.

La devoción mariana ha sido un pilar fundamental en la historia de Carmona, y Los Servitas han desempeñado un papel destacado en mantenerla viva. Sin embargo, su compromiso va más allá de la Semana Santa; así pues, se han adaptado a los tiempos modernos, incorporando nuevas prácticas y una fuerte presencia en redes sociales para mantener relevante su labor espiritual en la comunidad.

El Prior de la Orden, -equivalente al hermano mayor de una hermandad-, Fernando J. de la Maza, enfatiza la importancia de mantener la esencia de la devoción mariana mientras se abrazan los cambios modernos: "Nuestro objetivo es preservar nuestra herencia espiritual mientras nos adaptamos a las necesidades y expectativas de las generaciones actuales. Es crucial encontrar un equilibrio entre la tradición y la modernidad para seguir siendo relevantes en la vida de nuestra comunidad”, afirma.

Una de las principales iniciativas de la orden ha sido la revisión de su Regla de Vida, aprobada por la Santa Sede en 1995. Esta actualización permitió una reinterpretación contemporánea de las prácticas devocionales, facilitando la integración de nuevas generaciones en la Orden y promoviendo una mayor participación comunitaria. Y desde aquel año, los jóvenes están siendo parte fundamental de la vida de la corporación, cuya sede canónica se encuentra en la antigua iglesia jesuita de El Salvador.

Además de sus actividades religiosas, han ampliado su presencia en el ámbito cultural y académico. El VI Centenario de su Regla ha sido conmemorado con simposios internacionales y exposiciones artísticas, explorando el diálogo entre el arte contemporáneo y la tradición mariana. Esta apertura a nuevas expresiones culturales ha fortalecido los lazos de la orden con la ciudad y ha atraído la atención de un público más amplio.

Con todo esto, uno de los puntos fuertes de la procesión de hoy viernes es la incorporación del Niño Jesús del Dulce Nombre al cortejo procesional. Esta imagen, ligada desde hace siglos al culto de la Virgen de los Dolores, representa un esfuerzo por mantener viva la iconografía pasionista y adaptarla a las necesidades espirituales contemporáneas.

La procesión será una oportunidad para la Orden de mostrar los resultados de su continua renovación. Desde faldones bordados con diseños renacentistas hasta joyas centenarias restauradas, cada detalle refleja el compromiso de la Orden con su legado histórico y su visión de futuro. Su capacidad para adaptarse y renovarse mientras mantiene viva la esencia de su tradición espiritual es un testimonio de su relevancia continua en la vida de la comunidad de Carmona y más allá. Y un pistoletazo de salida a una Semana Santa de una ciudad que aspira a ser Patrimonio de la Humanidad.