Dos Hermanas impulsa su plan para entrar en los circuitos turísticos

¿Qué hay que ver en Dos Hermanas? Sorprende que sean precisamente los oriundos de este municipio quienes con mayor facilidad no sepan qué aconsejar al visitante que llega con interés por conocer la que es ya la novena ciudad de Andalucía y una de las principales ciudades de España, con más población que Cádiz, Toledo o Tarragona, por citar algunos ejemplos.

Pero, al margen de su dimensión y su peso económico en la provincia, ¿es realmente Dos Hermanas un destino turístico? Desde el Ayuntamiento nazareno se trabaja desde 2017 para situar a la ciudad en el mapa de la provincia. Y justo al inicio de la pandemia se aprobó un plan de grandes ciudades, cofinanciado con la Junta de Andalucía y con un presupuesto de cinco millones de euros para cuatro años. La primera fase, dotada con 1,9 millones de euros, está en estos momentos en desarrollo. “Dos Hermanas es una ciudad productiva y residencial, que tiene un papel estratégico en el área metropolitana de Sevilla y un contexto muy favorable para desarrollar el turismo como un nuevo segmento económico”, comenta Carmen Gil, delegada de Promoción Económica e Innovación, área de gobierno donde se incluye ahora la gestión turística.

El Ayuntamiento es consciente de que el espectacular crecimiento de la población, de un 30% en sólo dos décadas hasta superar los 140.000 habitantes, así como el hecho de que sea el espacio económico, industrial y terciario más desarrollado de Andalucía son fortalezas para avanzar en este plan. No es la única: a ello se une la situación financiera de las arcas municipales, con un bajo nivel de endeudamiento que se convierte en una ventaja competitiva para invertir y un buen nivel de comunicaciones, por autovía y red de cercanías, y de equipamientos deportivos y culturales, desde un hipódromo integrado en el circuito nacional de carreras de caballos, a un gran auditorio al aire libre, además de su proximidad a la capital. Pero, aparte de una ciudad para vivir (y bien), como rezaba un antiguo eslogan municipal, ¿es Dos Hermanas una ciudad para visitar?

Respondiendo a la pregunta, la localidad puede parecer un municipio moderno y actual, una prolongación de Sevilla, pero sus orígenes se remontan a la Edad Antigua, a la época turdetana y a la ciudad de Orippo, que llegó incluso a acuñar su propia moneda. En su núcleo urbano hay restos de lo que fueron alquerías árabes, de cuando el enclave se conoció como Al-Madain, torres que pasan inadvertidas para los ojos de la mayoría, como la Almona, hoy convertida en centro cultural. Y hay fiestas que trascienden fronteras, como la Romería de Valme, declarada de interés turístico nacional y Bien de Interés Cultural, la segunda en importancia de Andalucía, que congrega a más de 200.000 peregrinos cada octubre y que permite además trazar un relato muy completo para conocer la historia de la ciudad, remontándose a tiempos de la reconquista.

O sea, hay mimbres. La cuestión está en ir creando productos, según comentan los técnicos municipales de Turismo. Un equipo que trabaja desplegando rutas y, sobre todo, ejerciendo una labor muy necesaria de concienciación primero, sobre la población local. “Ésa es una de las claves en esta primera fase del plan, despertar también ese sentimiento de arraigo y de identidad entre la población que, en un alto porcentaje, viene de otros puntos, pero también entre los que han nacido aquí y viven poco la ciudad y tampoco reivindican su atractivo porque creen que el turismo es algo ajeno a la economía nazarena”, explica la delegada.

Primeros pasos

Para ello se ha habilitado recientemente un quiosco en el centro de Dos Hermanas, en la Plaza de la Mina, que supone una primera toma de contacto con la ciudadanía y el visitante y donde los técnicos están comprobando las fortalezas y debilidades que tiene el municipio en materia turística. En la segunda fase se creará una oficina de turismo, donde atiende uno de los técnicos municipales que, además, es guía y gran conocedor de la historia local, Javier Mena. “La oferta de recursos monumentales aquí es más reducida que la de otros municipios de la provincia, no somos Carmona ni Osuna, pero tenemos una decena de haciendas que suponen nuestro principal activo patrimonial, histórico, etnológico y paisajístico, dotan de identidad a este territorio”, explica el técnico. El principal problema con el que se encuentran es que éstas son propiedad privada y que, en un alto porcentaje, se dedican a bodas y eventos sociales, lo que condiciona el acceso y el calendario de posibles visitas.

Hay otros elementos patrimoniales que tienen un gran valor histórico, pero que son de difícil interpretación y compleja visibilidad, como las ruinas de la ciudad romana de Orippo, yacimiento donde se asienta el origen de la localidad y que, hasta ahora, ha tenido más interés para la investigación que para el turismo. En dicho recinto se encuentra una de las torres defensivas de la ciudad, la Torre de los Herberos que, además, aparece en el escudo de Dos Hermanas y sobre la que actualmente se está actuando.

Es uno de los Bienes de Interés Cultural (BIC), pero no el único, también las torres de las haciendas de Quintos, donde la Junta de Andalucía tiene un museo vivo del olivar con más de 180 especies, y la de Doña María. Incluso otras que están en ruina, como la torre de Mochuela de la Hacienda del Maestre, la torre de la Corchuela o el Castillo de la Serrezuela, de época musulmana. Otra hacienda en estado ruinoso es Ibarburu, del siglo XVIII, sobre la que pesan unas diligencias policiales después de varios incendios intencionados y expolios.

En el centro de la ciudad se encuentra la Hacienda la Almona, de la que se conserva una parte y está en uso cultural. Y otras de las más destacadas en el término municipal y su entorno, como es la de San Miguel de Montelirio, también de los siglos XVII y XVIII, otro BIC en uso que antes fue residencia de la Compañía de Jesús, el Hospicio de las Indias y que cuenta con una interesante colección privada de carruajes. Igualmente protegido está el Cortijo de Tixe, del que no se conserva el interior; la Corchuela, que es más reciente, del siglo XIX bien restaurado y convertido en lugar de eventos. Otras son Los Molinos del Maestre, San Juan del Hornillo, Bujalmoro, Pie del Gallo, La Florida, Berdentona, Villanueva del Pítamo, Meñaca o el cortijo de Lugar Nuevo.

Por algunas de ellas se han ido organizando visitas guiadas que se complementan con otras actividades en industrias aceiteras y picaderos, prácticamente a demanda, y también para la población local, empezando por los colegios. “Es importante que los niños lo conozcan y se lo descubran a sus familias, esto no es una labor que se consiga de un día para otro”, comenta Carmen Gil desde cuya delegación se coordina también con la red de ciudades de Andalucía Film Commission, pues es un entorno también para rodajes. De hecho, en el catálogo hay una localización, la hacienda Al-Baraka, edificio de estilo arábigo de nueva construcción.

El caballo y el aceite son dos elementos del patrimonio etnográfico sobre los que gira la estrategia turística de Dos Hermanas y que tienen mucha potencialidad para segmentos turísticos como el MICE y para el desarrollo de rutas de turismo industrial. De hecho, también se organizan visitas a empresas locales como Ybarra o la láctea Váleme.

Dos Hermanas cuenta también con un patrimonio religioso, en el que destaca la parroquia de Santa María Magdalena, de estilo barroco aunque tiene origen mudéjar, como la iglesia de Santa Ana. Imágenes de interés como la de la Virgen de Valme del siglo XIII y la propia ermita de Valme, del siglo XIII y que ha sufrido varias remodelaciones. Son recursos que permiten explicar con detalles la historia de la ciudad.

También hay una arquitectura regionalista, de estilo neomudéjar, que sorprende al visitante en el Palacio de Alpériz o la Alquería del Pilar donde sobresale también la actual Casa de la Cultura.

Además, desde el Ayuntamiento nazareno se han organizado jornadas para dar a conocer la estrategia entre los agentes económicos y sociales, para favorecer sinergias comerciales, la última en el pasado mes de noviembre.

Escasa oferta hotelera

Una de las debilidades es precisamente la escasa oferta hotelera: cinco hoteles y tres pensiones y hostales que no suman 600 plazas y que, en realidad, están enfocados a alojar a turistas que vienen a Sevilla capital por ocio o negocio; además de otras tantas plazas en viviendas de uso turístico y un camping de tres estrellas con 529 plazas. “Confiamos en que infraestructuras ya en marcha, como la torre que se construye en Entrenúcleos, sean un atractivo para que en ella se ubique algún establecimiento hotelero”, comenta la delegada. Esta zona, exponente de la Dos Hermanas moderna y en continuo crecimiento, alberga un palacio de congresos, la nueva ciudad deportiva del Betis, el hipódromo y la Universidad Loyola. La existencia en término nazareno de dos universidades, la citada además de la Pablo de Olavide, se convierte claramente en una gran oportunidad para conectar la vida académica y del campus con el desarrollo turístico.

A la ciudad le falta también un tipo de alojamiento singular que aproveche el patrimonio propio de Dos Hermanas. Y, sobre todo, más actividades de promoción. En ello se trabaja especialmente en los últimos meses. De hecho, ya se ha licitado un concurso para la creación de una marca turística que refuerce esta estrategia y se buscan hitos en la agenda cultural y deportiva. Este año se ha patrocinado un premio en la carrera que cierra la temporada de carreras del hipódromo, el 28 de febrero, Día de Andalucía.

Uno de los ejes del plan turístico que se está desarrollando tiene, como hilo conductor, la presentación de Dos Hermanas como el “recreo de Sevilla”. Una suerte de “Versalles de Sevilla” porque, según recuerdan los técnicos, así lo fue durante los siglos XIX y principios del XX y testigo son los jardines, villas y huertas que están vinculadas en la localidad a figuras como Fernán Caballero, Antonia Díaz o José Lamarque de Novoa.

Paisajes agrarios de campiña

Dos Hermanas fue un recreo históricamente, pero también es un recreo de la capital, pues aporta paisajes agrarios de campiñas, haciendas de olivar, caballos y aceite. Y cuenta también con espacios de recreo para actividades de naturaleza, con humedales de gran valor como el Brazo del Este o la Laguna de Fuente del Rey, además de sus instalaciones deportivas para un turismo activo, muy demandado actualmente, que discurre por senderos, por la Corchuela y el río, un territorio todavía por explotar pero que figura en los planes municipales. El turismo gastronómico también está entre los planes de Dos Hermanas, que cuenta con un restaurante en la guía Michelín, Los Baltazares. “Todo es un añadido para el turista que llega hasta Sevilla, no vamos a competir con la capital, sino que vamos a ofrecer un complemento que nos beneficia a ambos, por eso firmamos en 2023 un acuerdo con el Ayuntamiento de Sevilla, para impulsar esta estrategia”, recuerda la delegada.

Hay una veintena de acciones previstas en el plan, que se están acometiendo, y que se dirigen a la mejora de los recursos turísticos, muy pocos valorados por la población, y la creación de nuevos productos. Pero hay otra tarea pendiente, la de seguir dinamizando al sector y fortaleciendo la red turística local. Y aquí es clave la colaboración público-privada y el establecimiento de sinergias, también con municipios del entorno. “Dos Hermanas es la cabeza tractora del área metropolitana”, apunta Carmen Gil convencida, junto a su equipo, de que en la ciudad hay mucho que descubrir y ofrecer en el futuro.

El potencial futuro palacio de exposiciones y congresos

“El crecimiento tan acelerado que tiene Dos Hermanas hace que esta estrategia que empezamos a trabajar hace ya cinco años tenga que adaptarse, por ejemplo, para que el plan incluya en una segunda fase al palacio de exposiciones y congresos que está en construcción y muy avanzado”, comenta la delegada municipal, que señala al segmento MICE como uno de los focos de potenciales turistas para la ciudad.

Dos Hermanas está construyendo cuatro pabellones -el primero está ya totalmente concluido- que suman 22.000 metros cuadrados y que sacudirán, sin duda, la oferta para el turismo de negocios en Sevilla. Forman parte del desarrollo urbanístico que la ciudad está abordando en la zona de la SE-40 y suponen una gran ventaja competitiva si se unen a la oferta cultural y, sobre todo, de deportes que tiene la ciudad.