Siniestralidad laboral

CCOO demanda a la empresa donde murió un trabajador de 24 años hace dos meses

El sindicato se ha personado este martes como acusación popular contra la empresa Sofitec y la familia de la víctima asegura que lo hará en breve

Imagen de las instalaciones de Sofitec, donde perdió la vida el joven de San José de la Rinconada

Imagen de las instalaciones de Sofitec, donde perdió la vida el joven de San José de la Rinconada / EL CORREO

Carlos Doncel

Carlos Doncel

Fue uno de los primeros fallecidos en accidente laboral de 2024 en la provincia de Sevilla. Se llamaba Faustino Gómez, tenía 24 años y era de San José de la Rinconada. Murió el 30 de enero mientras manejaba una máquina de estiramiento de chapa en las instalaciones de Sofitec, una compañía del sector aeronáutico con cerca de 400 empleados y situada en el parque logístico de Carmona. Y aunque quería irse, prefirió aguantar y quedarse hasta acabar su contrato en una corporación sin comité de empresa. Trabajadores de la empresa aseguraron a El Correo de Andalucía que hay denuncias contra la compañía y que existe "miedo a las represalias".

Aquella mañana a las 06:45 un compañero de Faustino avisó a Emergencias de lo ocurrido. Tuvo que ser él quien también contactara con la novia de la víctima para informarla. Ningún responsable de Sofitec comunicó nada a la familia, aseguran miembros de la misma. “La novia de mi sobrino llamó a la madre sobre las 07:15 diciéndole que iba para el hospital porque había tenido un accidente de coche”, comenta Raúl Barrera, tío del joven. “Un poco más tarde telefoneé a la empresa, me pasaron con Recursos Humanos, y lo único que me dijeron era que tenía pulso y que lo llevaban al Virgen del Rocío. Cuando llegué con el coche, el niño había muerto”, narra Barrera. Hasta el momento de la publicación de este reportaje, Sofitec no ha respondido a las preguntas de El Correo de Andalucía.

El único contacto con la compañía lo han tenido el día que fueron al juzgado a identificarse: “El de Recursos Humanos me comentó que la empresa tenía un seguro por el que le pertenecían mínimo unos 15.000 euros, y que estábamos en nuestro derecho de cogerlos. Me dio la mochila del niño y me dijo que el coche estaba allí aparcado. Y hasta el día de hoy”, afirma Encarnación Domínguez, tía de Faustino. De momento no han interpuesto una denuncia contra Sofitec, aunque, “tal y como se han dado las cosas, la idea es presentarla”, afirma Raúl Barrera. Por su parte, desde Comisiones Obreras informan que se han presentado este martes como acusación popular en el proceso.

Tras la tragedia, no se paró la producción, según reveló Carlos Aristu, secretario general de CCOO Sevilla, en la red social X. “Me enteré de que cuando falleció, limpiaron la sangre y la máquina siguió funcionando”, corrobora un empleado de la compañía que prefiere mantenerse en el anonimato.

“No quería seguir allí”

Faustino entró en Sofitec de prácticas en el verano de 2023 tras estudiar en su pueblo un grado medio de soldadura y un curso de trabajos en altura. Tres meses después, cuando las acabó, le ofrecieron un contrato que extinguía este mes de abril.

No estaba a gusto en la compañía, aunque quería esperar hasta esa fecha para marcharse: “Esa misma noche le dijimos: ‘Fau, si no quieres ir, no vayas más’. Y él nos respondió: ‘No, mamá, yo voy a terminar mi contrato, voy a salir por la puerta grande’”, cuenta a este medio entre lágrimas Sonia Domínguez, su madre.

“Días antes él me decía: ‘Mamá, es la máquina, la máquina está fallando mucho’. Yo le preguntaba si tenía que estar ahí, y él me contestaba: ‘No tengo que cogerla, pero es que nos hacen trabajar. Y tampoco tengo que estar en ese departamento, debería estar en otro’”, continúa Sonia. Su consejo era siempre el de cualquier otra madre: “Bueno, Fau, tú ten mucho cuidado con las máquinas”.

"Mamá, es la máquina, la máquina está fallando mucho", le dijo Faustino a su madre días antes del accidente

Raúl Barrera resalta que su sobrino era peón, no oficial, y que al poco tiempo de estar de prácticas “hacía ya el mismo trabajo”. Unas condiciones que no convencieron a Faustino: “No quería seguir porque no le gustaba la manera de trabajar de allí”, indica el tío de la víctima.

Según ha podido saber El Correo de Andalucía, no constan actas de denuncia de la inspección laboral con anterioridad a la fecha del accidente.

“Hace años que no recibimos formación en prevención de riesgos”

Sonia Domínguez, la madre de Faustino, recuerda que a su hijo no le gustaron las botas que le dieron cuando firmó el contrato: “Decía que no eran de seguridad, así que se compró unas propias”. Este detalle se enmarca en un contexto de prevención de riesgos mejorable, según algunos empleados: “No se suele impartir formación sobre este tema, hace años que no la recibimos. Muchas veces han llegado con exámenes de riesgos laborales y lo único que hemos hecho ha sido firmar”, confiesa uno de ellos.

Desde que se fue la encargada del recurso preventivo, no se volvió a impartir la formación. Además, se dejaron de hacer reconocimientos médicos y les pedían a los trabajadores que firmasen la renuncia al mismo”, asegura otra fuente interna de la empresa que, como la anterior, prefiere no revelar su nombre. “Muchos empleados del taller se quejaron de que no recibían formación en riesgos laborales, y eso es muy fuerte viendo lo que ha pasado ahora, porque tenían razón”, añade esta voz.

Demandas de los empleados

Hay empleados que han presentado demandas contra Sofitec. “Hasta el día de hoy se han puesto en contacto conmigo alrededor de 50 trabajadores de esta empresa, aunque no todos se atreven a tomar medidas por temor a lo que les pueda pasar”, explica un abogado laboralista que ha llevado varios casos contra esta subcontrata de Airbus.

"No todos los empleados que se ponen en contacto conmigo se atreven a tomar medidas por temor a lo que les pueda pasar", confiesa un abogado laboralista que ha llevado varios casos contra Sofitec

Hemos recibido irregularidades de todo tipo: realización de horas extra no pagadas, finiquitos no debidamente abonados, acoso laboral, despidos objetivos durante la pandemia, categorías inferiores a las que se realizan, concatenaciones de contratos temporales sin causa o modificaciones de contrato impuestas por la empresa”, detalla este letrado.

La dinámica de la empresa, en cuanto a reclamaciones judiciales y extrajudiciales, es dilatarla lo máximo posible, apunta el abogado. “Con esto entiendo que pretenden ejercer una presión sobre los empleados, los mantienen en esa situación de incertidumbre el máximo tiempo posible. En la mayoría de casos hemos llegado a conciliaciones, pero tratan de demorarlas hasta el último instante”, señala.

400 empleados y sin comité de empresa

Hay trabajadores que han acudido a la justicia porque dicen que a nivel interno no tienen donde acudir. En Sofitec, con casi 400 empleados, en las fechas del accidente mortal no existía comité de empresa.

Concentración en memoria de Faustino que convocaron los sindicatos mayoritarios el 20 de febrero en la puerta de Sofitec

Concentración en memoria de Faustino que convocaron los sindicatos mayoritarios el 20 de febrero en la puerta de Sofitec / CCOO Sevilla

En las auxiliares que le trabajan a la compañía matriz, Airbus, no es práctica habitual que no se respete la libertad sindical dentro de los centros de trabajo, aunque es cierto que hay algunos casos, y Sofitec es uno de ellos”, aclara Sergio Montero, secretario de Acción Sindical de CCOO Sevilla. “Hace años le solicitamos a la dirección, como hemos hecho en otros sitios, dar una asamblea, pero siempre se nos negó”, asevera Montero sobre una firma que no pertenece al clúster empresarial Andalucía Aerospace pese a su relevancia en el sector aeronáutico andaluz.

Ha habido intentos de sindicación, pero a las personas que lo han hecho, las han despedido”, asegura una fuente interna de Sofitec. “Esto da cuenta de cómo entienden las relaciones laborales. No podemos vender que tenemos una empresa puntera en el sector aeroespacial, que queda muy bien en marketing, cuando luego resulta que dentro se dan circunstancias que no son de recibo”, critica Sergio Montero.

El dolor de la pérdida de un compañero ha prendido una chispa dentro de la compañía. La indignación ha servido para reclamar un trato justo y digno con más fuerza que nunca. Ahora, según un empleado, “la gente está con ganas de montar un sindicato”. Incluso varios trabajadores se han unido para comenzar una acción sindical con la CGT. El miedo a las represalias parece que ha empezado a diluirse después de años de demandas, de despidos y del último y fatal episodio: la muerte de Fau, Faustino, aquella mañana del 30 de enero.