Fraude

Comienza a declarar la excúpula de UGT-A, acusada de fraude en los cursos de formación

La vista encara una nueva fase con la comparecencia de los acusados tras haber declarado ya testigos y peritos

El ex secretario general de UGT-A, Francisco Fernández Sevilla a su llegada al juicio el día del inicio de la vista

El ex secretario general de UGT-A, Francisco Fernández Sevilla a su llegada al juicio el día del inicio de la vista / Francisco J. Olmo - Europa Press - Archivo

El Correo

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La Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla afronta desde este lunes una nueva fase del juicio promovido contra el ex secretario general de UGT-A Francisco Fernández Sevilla y otros cuatro antiguos responsables de la organización sindical, por presunto delito continuado de fraude de subvenciones en concurso con un delito continuado de falsedad en documento mercantil.

En concreto, a partir de este lunes comenzarán a comparecer los acusados, empezando por el ex vicesecretario de Organización y ex secretario general del sindicato Francisco Fernández Sevilla; toda vez que la causa se dirige además contra el que fuera secretario general de Administración de UGT-A, Federico Fresneda; la ex secretaria de Gestión Económica, María Charpín; la ex responsable del departamento de Compras de UGT-A, Dolores Sánchez; el consejero delegado de la entidad Soralpe I Mas P Asociados S.L., Enrique Goicoechea; y diez personas que actuaron como proveedores del sindicato a través de las empresas que representaban.

Según el titular del Juzgado de Instrucción número nueve, Juan José Vélez, entre 2009 y 2013 mediaron "procedimientos concertados entre los responsables de UGT-A y determinados proveedores", para que el sindicato contase con financiación propia gracias a subvenciones autonómicas destinadas a cursos de formación y que finalmente eran aplicadas a "fines distintos al destino que dichos fondos deberían haber tenido".

El extrabajador del departamento de Compras de UGT-A Roberto Alejandro Macías, condenado por un delito de descubrimiento y revelación de secretos al haber filtrado a medios de comunicación, pero no a la Policía o las instancias judiciales, "información reservada y sensible" de la trama ahora sometida a este juicio, testificaba en ese sentido que el sindicato orquestó un sistema de "facturas fraudulentas o falsas" con cargo a las subvenciones autonómicas, gracias al cual cosechaba un "bote" o "fondo de reptiles" con el cual sufragar gastos no imputables a las ayudas.