Real Betis

La pasión de Jesús

Este aficionado bético vive en una furgoneta y tiene un sueño: acompañar al Betis por toda España.

"Me partí la clavícula y me perforé el pulmón. La fe en el Gran Poder me dio la vida"

Jesús, el aficionado al fútbol con dos pasiones: Betis y Gran Poder

Jesús, el aficionado al fútbol con dos pasiones: Betis y Gran Poder / Álex Mérida

Álex Mérida

Álex Mérida

Jesús es un aficionado verdiblanco nacido en Sevilla y criado en el municipio cordobés Peñarroya-Pueblonuevo, que tuvo que cambiar de aires para encontrar trabajo hace 21 años.

Se marchó a Ayamonte, a trabajar a la costa en la construcción. A los cuatro meses se cayó de un tercer piso durante su jornada laboral. Su vida corrió peligro, pero salió adelante y con aquel trance cambió su forma de afrontarla. Todo ocurrió el 15 de mayo de 2002, el día en que el Real Madrid consiguió la novena Copa de Europa en Glasgow con la histórica volea de Zidane.

"Fue un accidente bastante complicado. Me partí la clavícula izquierda, siete costillas perforaron el pulmón izquierdo, una gavilla me atravesó el pie izquierdo... Llevo dos vértebras de titanio, más tres reforzadas, tengo una lesión medular irreversible", rememora este bético.

"No todo el mundo puede decir que ha estado en su casa don Manuel Pellegrini firmándole"

La fe que profesa Jesús al Señor del Gran Poder afloró en aquellas dos semanas que pasó en la Unidad de Cuidados Intensivos del Virgen del Rocío: "Pasé 14 días en la UCI entre la vida y la muerte, completamente reventado, pero nunca perdí el conocimiento. Me enteraba de todo lo que me estaban haciendo los médicos, y en una conversación con mis padres escuché cómo les decían que, si yo salía con vida, lo haría en una cama o en una silla de ruedas como mucho".

Aquella conversación se le quedó grabada. Se dirigió al médico y le dijo con plena convicción: "Que va, yo de aquí voy a salir de pie, me voy a tatuar el cristo del Gran Poder y voy a estrenar un traje de buzo que me compré un día antes de tener el accidente". 

Veintiún años después de aquella promesa, Jesús ha cumplido su palabra: salió de pie del Virgen del Rocío, apoyado en un andador, se tatuó en Señor del Gran Poder en su omóplato izquierdo y ha estrenado ya tres trajes de buzo.

"Que va, yo de aquí voy a salir de pie, me voy a tatuar el cristo del Gran Poder y voy a estrenar un traje de buzo que me compré un día antes de tener el accidente”

Jesús

— Aficionado del Real Betis

Betis y Gran Poder, devociones que no se pueden explicar

Criado en Córdoba, en Peñarroya-Pueblonuevo, sin referencia alguna al Gran Poder, Jesús no encuentra un vínculo con el señor de Sevilla "más allá del Betis con don Manuel Ruiz de Lopera".

Jesús Furgoneta Real Betis

Álex Mérida

De hecho, este aficionado al club de las trece barras, sólo siente ese pellizco y se le eriza la piel al entrar en la Basílica de Jesús del Gran Poder o al verlo procesionando por las calles de Sevilla cuando ha tenido la ocasión de vivir una Madrugá: "Entro en la capilla de La Macarena, de Triana, en El Rocío, con todo el respeto, pero no siento lo mismo, le tengo muchísima fe al Señor del Gran Poder".

La conexión entre el Real Betis y el Gran Poder sólo se explica, para Jesús, a través de la fe: "Le tengo mucha devoción al Gran Poder y mucha afición al Betis y no sé de dónde me sale, sinceramente”.

Quizá el origen esté en la familia que tiene en el sevillano barrio de Bami, Octavio y Esperanza, familiares del pueblo donde se crio que, recuerda este bético, “siempre” le llevaban “algún detalle del Betis".

Jesús luce el pelo que donará a oncología

Jesús luce el pelo que donará a oncología / Álex Mérida

Un gesto futuro tras la próxima operación

21 años después, Jesús tiene que volver a pasar por quirófano por no haber seguido las recomendaciones de los doctores cuando todo sucedió. “Mala vida”, reconoce Jesús. "Decidí no cortarme el pelo con la idea de que, cuando salga del quirófano, donaré el pelo a oncología para alguien que le haga falta una peluca y no se lo pueda costear".

Jesús nunca ha llegado a ser abonado del Real Betis porque “económicamente” no ha podido, pero siempre que ha tenido ocasión ha estado dentro del Benito Villamarín o disfrutando de las previas.

Tras la operación, la idea de este loco por las trece barras es recorrer toda España en su furgoneta siguiendo al equipo de sus amores, el Real Betis Balompié. Lleva viviendo en su furgoneta cuatro meses, desde diciembre: "Una vez que pase por quirófano y todo salga bien, mi objetivo es viajar por toda España acompañando al Betis”. Su plan es ir parando por los pueblos e ir enseñando los sitios de interés en sus redes sociales.

Sueño verdiblanco en furgoneta

Este sevillano decidió abrirse una cuenta de TikTok (@a_donde_vayas_voy) cuando empezó a darle forma a su sueño: "Pillé esta furgoneta abandonada, estaba para el desguace y me propuse repararla y acondicionarla para poder vivir en ella y seguir al equipo. Donde vaya el Betis quiero ir, de ahí el nombre”. Tenía claro su objetivo: darse a conocer a través de las redes para salir en televisión "y que la gente pudiera ver el proyecto que estaba creando".

Ni por asomo se pensaba Jesús que se iban a bajar todos los jugadores y hasta Manuel Pellegrini a firmar en las lamas de su furgoneta. "Cuando yo vi a los jugadores firmando en la pared de mi casa rodante me emocioné mucho, es algo que no tiene precio. No todo el mundo puede decir que ha estado en su casa don Manuel Pellegrini firmándole", presume.

La anécdota con Joaquín

Hace dos años, a la salida de un entrenamiento del Real Betis, Jesús se quedó esperando para ver a uno de sus ídolos, Joaquín Sánchez. Al portuense le pidió que le serigrafiara en una servilleta para ir esa misma tarde a tatuarse en su mano derecha su firma. Cumplió y lo hizo. Así fue el momento y así lo luce con orgullo en su piel.

Jesús con el tatuaje de Joaquín

Jesús con el tatuaje de Joaquín / Álex Mérida