Medida contestada

Maduro anuncia un polémico aumento del ingreso básico a tres meses de las elecciones

Los bajos salarios, en especial de los trabajadores estatales, se convertirán en uno de los temas dominantes de la campaña electoral

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, durante el acto para celebrar el 1 de mayo.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, durante el acto para celebrar el 1 de mayo. / EFE

Abel Gilbert

Nicolás Maduro convirtió el 1 de mayo en un capítulo adelantado de su campaña con vistas a las elecciones presidenciales del 28 de julio. "He decidido subir el ingreso mínimo integral de los trabajadores a 130 dólares el mínimo", dijo, y de inmediato se esparció una ola de sospecha en un país donde ha crecido la conflictividad laboral y el choque de un sector del movimiento obrero con el Gobierno. Según la oenegé Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (Provea), durante la era madurista han sido arrestados 120 dirigentes sindicales "arbitrariamente". La buena nueva informada por el mandatario no provocó demasiado alborozo más allá del Gobierno. Desde hace 777 días, el salario mínimo, de unos cuatro dólares, se mantiene congelado. El Estado compensa esa paga magra con dos bonos, uno alimentario, de unos 40 dólares, y otro que se llama "de guerra económica" de Estados Unidos contra el Palacio de Miraflores que, en virtud de los anuncios, saltará de los 60 a los 90 dólares. Esas sumas no inciden en las prestaciones sociales de 5,5 millones de empleados.

Los bajos salarios, en especial de los trabajadores estatales, se convertirán en uno de los temas dominantes de la campaña electoral. En 2021, Maduro ha puesto en marcha un plan ortodoxo con restricciones del crédito y el gasto público. Eso le ha permitido reducir sostenidamente la inflación. El primer trimestre de 2024 arroja un aumento del 4,1%. En los últimos 10 meses, el coste de la vida tuvo tasas de un dígito. La política antinflacionaria no ha resuelto una cuestión medular. A finales de 2023 se necesitaban más de 500 dólares para adquirir lo que se conoce como la canasta familiar con 60 productos esenciales.

El presidente, cuya popularidad será medida pronto en las urnas y que, según sondeos, no es mayor al 20%, recordó a sus seguidores que el Gobierno "hace mucho con poco" debido a las medidas coercitivas de Washington. A pesar de esas limitaciones, ha dado "otro paso" en la "recuperación del ingreso de los trabajadores".

Críticas opositoras

Mauro Zambrano, coordinador de la Red Sindical (RSV), calificó de "burla" el anuncio presidencial. Lo que Maduro ha llamado incremento es, dijo, una compensación de coyuntura que no modifica el problema de fondo y "nos sumerge aún más en la desesperación y la desigualdad". La Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), distante del Palacio de Miraflores, reclamó por su parte un salario de 500 dólares, en sintonía con la canasta familiar. Henrique Capriles, el excandidato presidencial en dos oportunidades, inhabilitado para participar de la contienda del 28 de julio, también criticó la novedad oficial. "¡Van más de dos años sin aumento! Y encima se hace llamar ‘defensor de los trabajadores’. ¡Son el peor Gobierno de la historia!".

La Plataforma Unitaria Democrática (PUD), que promueve en las elecciones la candidatura de Edmundo González Urrutia, también habló de un nuevo ataque "al bolsillo del trabajador". "Una cosa hay que tener bien clara, un bono no es salario. Más de 700 días estuvieron los trabajadores sin respuesta a sus justas reivindicaciones, y ahora salen con el cuento de ingreso integral indexado. Los bonos no inciden en las prestaciones sociales, en las pensiones, en el mérito al conocimiento". La PUD llamó a "todos" los asalariados de Venezuela a "materializar el cambio político" en las urnas, un "paso decisivo a la recuperación de la economía del país y del salario". González Urrutia realizó la misma exhortación en su cuenta en la red social X.

La posición de Estados Unidos

"Las sanciones del 18 de abril tenían un objetivo, impedirnos el primero de mayo dar otro paso en la recuperación del ingreso de los trabajadores, pero no pudieron imperialistas, ni podrán", señaló Maduro, y denunció el "chantaje permanente" de Estados Unidos. Según el presidente, debido al restablecimiento de las sanciones se perderán unos 2.000 millones de dólares en el sector petrolero. "Hicieron daño, pero ya vamos remontando y, con esfuerzo propio, nada ni nadie nos va a detener". De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el PIB se incrementaría un 4,2% este año electoral.

En este contexto, la Casa Blanca dejó abierta la posibilidad de revisar las medidas impuestas contra Venezuela a mediados de abril, cuando revocó una de las licencias petroleras alegando un incumplimiento del acuerdo de Barbados con la oposición para garantizar unos comicios transparentes y sin proscripciones. El subsecretario de Estado para Occidente, Brian Nichols, sugirió que se podría volver al punto anterior a las sanciones porque finalmente González Urrutia pudo constituirse en candidato de la PUD. Nichols dijo que EEUU se vio "obligado" a suspender licencias a las petroleras, pero sigue "muy comprometido con el proceso de apoyar unas elecciones competitivas". En ese sentido, consideró que la presencia de un "candidato opositor unificado" y su "aceptación por parte de las autoridades electorales" es "un paso positivo muy importante". A su vez destacó que "el acuerdo sobre observación internacional en Venezuela, con la Unión Europea y el Centro Carter" es otro gesto "positivo".