Opinión

Nirek Sabal

OT, GHVIP, MasterChef... Realities a gogó

OT, GHVIP, MasterChef... Realities a gogó

OT, GHVIP, MasterChef... Realities a gogó / Nirek Sabal

Qué fatiga tanto reality. Cuando no son unos chiflados que se meten en una casa para convivir sabiendo que van a terminar a palos, son unos jóvenes que quieren ser cantantes y triunfar como David Bisbal. También los podemos encontrar frente a los fogones de otra casa en la que se encierran o en una isla llena bichos y arañas enormes o chicas y chicas bellísimas con las que puedes poner los leños a tu pareja. Existen realities para todos los gustos aunque todos tienen un mismo objetivo: sacar a relucir las miserias de los concursantes y acabar con la paciencia de los espectadores.

El caso es que la fatiga es grande y no apetece seguir todos esos programas. Además, es imposible puesto que las cadenas programan de forma que coincidan unos y otros. Son unas alhajas.

Sea como sea, la pregunta del millón es ¿qué aportan estos programas a los espectadores; a los jóvenes que pasan horas mirando la pantalla? Ya les voy adelantando la respuesta: nada, cero patatero. Ni aprenden a cantar, ni a cocinar, ni a convivir. Pierden el tiempo a todo perder. Y los menos jóvenes, lo mismo. Ni uno de esos programas aportan nada a los individuos que miran como si estuvieran descubriendo un universo paralelo.

El interés que tiene asistir a una discusión barriobajera entre dos personas, o al cocinado (sin conocer recetas, ni tiempos, ni secuencia en el trabajo ni nada) de un plato que nunca sabremos cómo sabe o cómo podemos mejorar, o a la infidelidad de un joven que tarda treinta segundos en poner los cuernos a la pareja, o a los ensayos de artistas en ciernes que han demostrado poco o nada de su talento; no tiene interés alguno.

Entonces ¿por qué tanto interés? Porque creemos que lo que vemos es verdad, que lo que nos enseñan es eso que tenemos al alcance de los dedos y podemos conseguir en cualquier momento, que nuestro futuro se puede parecer al de un grupo de elegidos.

Me da pereza tener que seguir a un grupo de personas que ni fu ni fa. Me da pereza tener que perder el tiempo en algo que no me va a servir para nada. Me da ardor de estómago que me intenten colar estas cosas como parte relevante de la sociedad y como muestra de lo que somos. Me fatiga estar metido en un universo estúpido que funciona gracias a los deseos inalcanzables de millones de personas. Me retiro. Aunque sea un ratito.