Sevilla volvió a nacer este Viernes de Dolores

Sevilla volvió a nacer, llegamos a la cruz del mapa, era Viernes de Dolores. Y si, como siempre, llegaron las 16:45 en el reloj y la cruz de guía de la Hermandad de Pino Montano comenzó a desfilar por el barrio, contando con el estreno de la banda municipal de la Puebla del Río que tan buen hacer tiene. En Bellavista, Dulce Nombre se le llama a María, haciendo una mención al exquisito exorno florar realizado por Miguel Murillo en el palio de la dolorosa.

La única lluvia que habrá en Pino Montano será de pétalos

Heliópolis, entre naranjos, el imponente misterio de la Hermandad de la Misión, que estrenaba respiraderos, realizados por el taller de los Hermanos Caballeros, deleitó a los presentes en la calle Tajo, destacando la labor de su capataz Antonio Santiago y el acompañamiento de la banda de las Cigarreras.

Viernes de Dolores: Saludo del Santo Cristo de la Misión en la residencia de ancianos

Más tarde, la sobriedad, el silencio de las hermandades serias de la jornada, el Cristo de la Corona que estrenaba las esquinas del paso, realizadas por Antonio Dubé, deja ese aroma que te transporta a la Sevilla medieval. Y en Triana, la Pasión y la Muerte reflejada en las gubias de Navarro Arteaga, exquisita cofradía que ninguno debería perderse.