Semana Santa

"Triunfo de la Fe' al aire" y el misterio del Buen Fin se estrena en las calles de Sevilla

La Hermandad desafía a las inclemencias del tiempo y realiza su estación de penitencia a la Catedral

Misterio del Buen Fin, uno de las grandes novedades de la Semana Santa 2024 a su paso por el Duque

Misterio del Buen Fin, uno de las grandes novedades de la Semana Santa 2024 a su paso por el Duque / Daniel Valencia

Victoria Flores

Victoria Flores

En la calle San Vicente hay poca gente a las 14:50 y todos llevan paraguas en la mano. El sol y las nubes se intercalan. Los rostros serios de los vecinos y cofrades miran al cielo y al naranjo de la puerta, que no para de moverse con el vendaval. Si hay algo claro entre el público que espera a las puertas de San Antonio de Padua es que el Buen Fin no va a salir. A las 14:52 las caras de todos cambian, se oyen gritos de júbilo dentro del templo: la Hermandad sale a la calle.

Poco antes, Rosamari y Marisa charlan en la puerta de la Papelería San Vicente. Hoy no hay clientes, solo familia y amigos. Tampoco se vende nada, en el mostrador solo hay botellines y tapitas. En la pared están, claro, María Auxiliadora y San Antonio. Madre e hija son vecinas del barrio y, aunque Rosamari no es hermana, se apresura en mostrar fotos de su madre, que fue camarera del Cristo, limpiando la imagen. Su hija Marisa solía salir de nazareno, pero ahora vive en Cádiz y no puede venir tanto. "Lo importante es que es Miércoles Santo y está aquí", sentencia su madre. Con la noticia de la salida ambas aplauden y sonríen.

La alegría en San Vicente

Los costaleros se enteran de la noticia en la calle y corren hacia dentro de las instalaciones de la iglesia. Los reporteros de televisión buscan sus cámaras y los de radio buscan sus micrófonos, todos piden entrar en directo para dar la noticia que nadie esperaba y es que habrá Miércoles Santo en las calles de Sevilla. Todavía no han conectado con ellos y ya se empiezan a abrir los paraguas.

Llueve fuerte el centro y los músicos de la Centuria Macarena buscan refugio en el Colegio de María Auxiliadora. Se abre un momento la puerta del templo, pero no sale nadie, solo se intuye la cruz de guía apoyada sobre la madera y el primer tramo formado en la entrada.

Buen Fin. Miércoles Santo

Buen Fin. Miércoles Santo / Victoria Flores

Pasados 15 minutos del tiempo acordado al anunciar la salida, se abre, ahora sí, San Antonio y la calle, que se ha llenado en apenas 15 minutos, estalla en un aplauso. Comienzan a desfilar los nazarenos franciscanos por San Vicente y las señoras que aguardan en las sillas que ha dispuesto la Hermandad sonríen de oreja a oreja.

El misterio que todos esperaban

Cuando los hermanos de más edad se acercan al dintel de la puerta, se oye el martillo retumbar en el interior: el nuevo misterio del Buen Fin ya camina por la iglesia de los franciscanos. Los móviles apuntan a la salida de la cofradía, todos quieren recordar uno de los momentos para la historia de la Semana Santa 2024. Una de las mujeres que esperan no puede aguantar las lágrimas y repite que su hijo lleva 55 años saliendo de nazareno con él.

Poco a poco y con los costeros a tierra, el capataz dirige al misterio hasta la calle. Los acólitos lloran y público hace fotos y vídeos. Cuando arrían el paso, la cruz y el brazo de María Magdalena suben y los músicos de la Centuria comienzan a decirse los unos a los otros: "Triunfo de la Fe al aire". La música suena y el paso deja atrás la iglesia. Todos abrazan a Jesús Corral, prioste de la Hermandad, al que no se le borra la sonrisa.

Con la llegada de los nazarenos de la Virgen vuelven el agua y los murmullos. "Está lloviendo", dice un hermano en la fila. "Como si nada", le responde un costalero. Y como si nada, sale la Virgen de la Palma. "Otro año más", musita el hermano mayor de la corporación cuando el capataz levanta el paso de palio, con la tranquilidad del trabajo hecho.

Cuando la Virgen se despide de su iglesia, el aire azota el centro y los toldos de los balcones se mueven aún más que las pesadas bambalinas azules. Llueve más fuerte, corre más el viento, pero el Buen Fin continúa su estación de penitencia hacia la carrera oficial.